En 2023 el consumo per cápita de leche en Colombia disminuyó en 1 litro, pasando de 152 litros a 151, lo que equivale a una reducción de 52,7 millones de litros en el año, posiblemente debido a la menor capacidad adquisitiva y cambios en los estilos de vida de la población. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) recomienda un consumo mínimo de 160 litros por habitante al año para una adecuada nutrición.
La leche es una fuente rica en nutrientes esenciales como proteínas, calcio y vitamina D, que son cruciales para mantener la salud ósea y muscular. Mantener el consumo de leche puede ser beneficioso para muchos adultos, pero siempre debe adaptarse a las necesidades y preferencias personales. En adultos, el consumo de leche puede prevenir la osteoporosis cuando sea mayor, una enfermedad de los huesos que los debilita y los hace más propensos a fracturas.
Algunos estudios sugieren que los productos lácteos pueden contribuir al control del peso y a la salud metabólica, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2. Sin embargo, es importante tener en cuenta las necesidades individuales.
“La leche es fundamental durante la etapa de crecimiento porque aporta nutrientes esenciales para el desarrollo de huesos, músculos y cerebro. En la edad adulta, el consumo de leche y lácteos puede convertirse en un inconveniente para algunos adultos y por tanto se debe considerar adaptar la alimentación según las características de cada individuo. Algunas personas desarrollan intolerancia a la lactosa, que es un componente natural de la leche y los lácteos, lo que puede causar problemas digestivos como hinchazón y gases”, dijo Gustavo Díaz, Nutricionista y epidemiólogo, docente e investigador, Universidad El Bosque.
Algunas investigaciones han sugerido que un elevado consumo de leche en adultos podría estar relacionado con un incremento en el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras como la artritis reumatoide y ciertos tipos de cáncer como el cáncer de próstata, pero aún se encuentra en discusión. Por eso, es importante adaptar la alimentación a las necesidades individuales y considerar alternativas como la leche sin lactosa o bebidas vegetales fortificadas si es necesario.
La leche es un alimento muy completo que puede ayudar a prevenir varias enfermedades. Por ejemplo, su alto contenido de calcio y vitamina D es crucial para la salud ósea y prevenir la osteoporosis. También puede ayudar a prevenir caries y desnutrición.
Paralelamente, algunas personas pueden desarrollar intolerancia a la lactosa, lo que causa problemas digestivos como hinchazón, gases y/o diarrea. Por eso, es importante consumir leche de manera equilibrada y adaptada a las necesidades de cada cuerpo.
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