Por Guillermo Romero Salamanca
Este país oriental, con un 80 por ciento montañoso, con 6.582 islas y con 128 millones de habitantes, tiene una serie de curiosidades que van desde prohibir que se fume en la calle, por temor a quemar a alguien hasta no venderle un auto a una persona, si no demuestra que tiene un parqueadero.
Una de sus costumbres consiste en que no se debe tutear a las personas mayores o a los jefes, pero les gusta ir a los Onsen, que son unos termales donde se bañan desnudos –con secciones masculinas y femeninas–, pero si tiene tatuajes no le permiten el ingreso.
Tokio, su capital, tiene unos 13 millones de habitantes y las personas dejan las bicicletas en la noche sin cadenas y al día siguiente las encuentran en el mismo lugar. Las empresas prohíben que sus empleados lleven sus vehículos, pero les pagan las tarjetas para el uso del servicio público.
Es inusual dejar propina y está prohibido hablar o chatear por celular en el tren, sin embargo, es permitido comer dentro de los vagones. Es uno de los países con mayor número de suicidios, pero sí quien se quita la vida lanzándose al tren o al metro, la familia deberá pagar los gastos y la multa que ocasiona la demora mientras hacen el levantamiento.
En Japón, lo colectivo prima sobre lo individual.
Son muy estrictos en el tema de basuras. Se debe reciclar y se establecen unos horarios que se deben cumplir, por ejemplo: martes, papel; miércoles, plásticos y envases, etc. Si no se hace, los vecinos le llaman seriamente la atención al desordenado.
Uno de los sitios más visitados por los turistas es donde está la estatua de Hachiko, el perro de un profesor que lo esperaba cada tarde frente a la estación del tren. Cuando falleció su amo, el can estuvo yendo 10 años a esperarle.
En japonés Chin-Chin significa pene y por eso se ríen las japonesas cuando celebran en un bar un encuentro. Tradicionalmente, los números 4 y 9 traen mala fortuna. Una de las pronunciaciones de 4 es “shi”, que también significa muerte. Nueve también suena como “ku” que simboliza sufrimiento. Cuando dan regalos se evita entregar 4 cosas, se usan 3 ó 5.
Tienen una infinidad de proverbios que los pasan de padres a hijos como: Si descansas después de comer, te convertirás en una vaca; Si silbas o tocas una flauta de noche, las serpientes vendrán a ti, esto para que no molesten a los vecinos. Si un coche fúnebre pasa, oculta tu pulgar dentro del puño, como un signo de protección a los progenitores.
Cuando alguien estornuda sin estar resfriado, les indica que están hablando en ese momento de él. Algo parecido con las orejas coloradas y calientes en Colombia.
Jamás pasan de largo frente a un templo sin dar dos palmadas, inclinarse en reverencia y decir una oración a los dioses. Si hay una campana se debe tocar.
Evitan tomar fotografías a las tumbas para no perturbar el descanso de los difuntos.
Si van a un funeral se echan sal sobre sus hombros porque creen que esto los purifica.
Nunca duermen con la cabeza orientada al norte porque de esta forma es como orientan los cuerpos durante los entierros.
Cortarte las uñas por la noche les trae malos presagios. No pintan el nombre de nadie en rojo, porque este color se asocia con que le estaría deseando la muerte a esa persona.
Si se estrenan zapatos y se mojan en un día lluvioso, aseguran que cada vez que los usen, siempre lloverá. Tampoco se los ponen por primera vez en la noche, porque es signo de mala suerte.
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