La experiencia de una persona fuera de casa, ya sea en un restaurante, hotel u oficina, va mucho más allá de la calidad del servicio o de los productos; hay un lugar clave, que en ocasiones suele pasar desapercibido, y marca la diferencia para los usuarios: el baño. En Colombia, la higiene de los espacios públicos se ha convertido en un factor determinante que influye directamente en la confianza de las personas, en su bienestar y, en última instancia, en el éxito de los negocios.
Ante este panorama, la industria de la higiene profesional desempeña un papel fundamental. Tork®, antes Familia Institucional, presentó durante su evento Museo Tork® un diagnóstico sobre el estado actual de la higiene en los espacios públicos y compartió su trayectoria en Latinoamérica como un actor clave de la transformación en esta industria. La marca destacó cómo sus soluciones van más allá de la limpieza, elevando los estándares para crear entornos más eficientes, que mejoran la experiencia de las personas y promueven, a la vez, la sostenibilidad.

Las cifras son claras y reflejan una preocupación creciente en el país
- Inseguridad generalizada: de acuerdo con un estudio de Tork®, el 80 % de las personas se sienten inseguras al usar baños públicos debido a la falta de higiene. Esta percepción genera desconfianza y hace que muchos usuarios eviten utilizarlos, reduciendo su permanencia en los establecimientos y generando una percepción negativa de los mismos.
- Impacto en el negocio: a nivel global, y según el estudio, el 73 % de los usuarios asegura que no regresaría a un restaurante después de haber tenido una mala experiencia en sus baños. Un espacio sanitario en mal estado puede arruinar por completo la experiencia gastronómica o de compra, sin importar la calidad del servicio principal.
- Fallas críticas: estos problemas se agravan por una queja recurrente: la falta de insumos básicos, como dispensadores vacíos de jabón o papel. Este tipo de descuidos no solo deteriora la experiencia del usuario, sino que incrementa el riesgo de propagación de enfermedades al impedir una correcta higiene de manos.
La problemática no se limita a los clientes; también afecta el bienestar y la percepción de los trabajadores colombianos. Una infraestructura de higiene deficiente en el lugar de trabajo suele interpretarse como una falta de cuidado por parte de la empresa, lo que repercute directamente en la productividad y el ausentismo laboral.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, una adecuada higiene de manos puede reducir la incidencia de infecciones como la neumonía en más del 20 % y de enfermedades diarreicas en cerca del 50 %. Además, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que mantener buenas prácticas de higiene puede disminuir hasta en un 57 % el ausentismo laboral.
“El baño puede no ser tan evidente, pero refleja la esencia de una marca. En oficinas, el estado de los baños también influye en la moral y la percepción de cuidado del empleado. Nuestras soluciones de higiene inteligente convierten este punto crítico en un motor de confianza y fidelidad. Invertir en innovación en el baño es una estrategia para garantizar el regreso del cliente y proteger el crecimiento de la empresa”, explicó Jairo García, gerente nacional de Ventas en Tork.
Este compromiso también se evidencia en la planta Tork de Cajicá, que hoy recupera el 95 % de sus residuos. Asimismo, la compañía reutiliza el 100 % del lodo papelero como compostaje, en alianza con ladrilleras, evitando su envío a rellenos sanitarios y ha recuperado más de 6.000 dispensadores en Latinoamérica, con 1.700 unidades restauradas en 2024.
Con más de cinco décadas de experiencia, Tork® demuestra que la higiene profesional es una inversión inteligente que fortalece la reputación de la marca, mejora la eficiencia operativa y contribuye a la salud de la comunidad.
“La higiene es un pilar subestimado de la productividad y la sostenibilidad en el entorno laboral. Con sistemas de dispensado como Tork SmartOne®, que reducen el consumo hasta en un 40 %, demostramos que la sostenibilidad puede ser sinónimo de eficiencia operativa”, concluye Jairo García.
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