Por Guillermo Romero Salamanca

El año de la pandemia será recordado por Indalecio Castellano, el director de Al Fin de Semana y La Noche de la Libertad –programas que se emiten a través de RCN Radio—porque vivió del cuento.

El autor de “Todo tuvo un comienzo” y “Cortoletraje” tuvo la genial idea de impulsar a los narradores de cuentos, sobre todo los corticos y, para sorpresa de muchos, resultó un éxito. De partes inimaginables le llegaron valiosas piezas de narrativa que Indalecio, con su estilo y su voz, los llevó a sus oyentes, no sólo en la radio, sino a través de las redes sociales.

El fin del 2020 y el comienzo del 2021 lo vivió en su natal Cucaita, Boyacá, patria chica también del célebre campeón del ciclismo, Rafael Antonio Niño. En estos días ha visto su tierra, ha sentido su olor, ha admirado los verdes de esta singular región, ha contemplado las estrellas y se ha deleitado con la gastronomía de la cual es fiel seguidor.

Lo que empezó como un ejercicio para combatir el aburrimiento durante los días de encierro, se convirtió en una excelente oportunidad de consolidar un programa distinto y ameno.

“Durante 34 fines de semana –rememora ahora– nos dimos cita con escritores famosos como la argentina Ana María Shua, los colombianos Bibiana Bernal y Jorge Luis Diazgranados, los venezolanos Dalvareze y Juan Carlos Méndez y los mini cuentistas Guillermo Velásquez, Betuel Bonilla y Santos Lavao, ganadores de varios concursos a nivel nacional e internacional, entre otros”.

“De igual manera conversamos con los organizadores de los concursos de minicuentos Bogotá en Cien Palabras y el de Palermo en el Huila y establecimos una costumbre para hablar sobre la magia de la palabra. Pero lo más emocionante de este proceso es que nuestra Maratón de Minicuentos se convirtió en una plataforma para estimular la creación y la escritura, pues abrimos un espacio en el que nuestros seguidores enviaban sus minicuentos para ser leídos durante los programas”, agrega.

–¿Cuántos cuentos alcanzó a reunir?

–Fueron más de mil los minicuentos los que fueron leídos durante la jornada de Maratón que iniciamos el 9 de mayo junto con Rosa Collazos y César Penagos, quienes fueron nuestros primeros invitados, hasta el 19 diciembre, cuando hicimos un resumen de las historias más importantes que contamos durante el año.

–¿Qué cuentos quedaron en el recuerdo?

Del mismo autor de El Dinosaurio, el guatemalteco Augusto Monterroso, una historia que parece haber sido escrita para estos tiempos de pandemia que se llama “Historia fantástica”: “Contar la historia del día en el que el fin del mundo se suspendió, por mal tiempo.”

Apelando a las historias fantásticas de otros tiempos, uno del griego Costa Alexos titulado “Lo real y lo imaginario”: “Un padre y una madre centauros observan a su hijo que retoza en una playa del Mediterráneo. El padre se vuelve hacia la madre y le pregunta:

–¿Debemos decirle que no es más que un mito?”

También uno sugerente de Franz Kafka que se llama “El destino”: “Una jaula salió en busca de un pájaro”.

También me parecieron sugestivos el “Cuento de horror” de Juan José Arreola que dice: “La mujer que amé se ha convertido en un fantasma: Yo soy el lugar de las apariciones” y uno del peruano César Vallejo que dice: “Conozco un hombre que dormía con sus brazos, un día se los amputaron y quedó despierto para siempre.”

Y fue emocionante que la mamá del minicuento argentino, Ana María Shua leyera una de sus microficciones: “Mi papá no está contento conmigo. Me mira más triste que enojado porque sabe que ocultó un secreto. Estás muerto, quisiera decirle. Pero tengo miedo de que no venga más”.

Finalmente recordar a Jairo Aníbal Niño y su “Cuento de Arena”: “Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo”.

En una de sus sesiones de cuentos.

–¿Qué le llamó la atención de esa experiencia?

–Lo primero es que en lo personal fue una gran oportunidad de aprender sobre este filón tan bello de la literatura llamado minicuento, microrrelato, relatos hiperbreves, historias cortas, micro ficciones, pequeños infinitos, cuentos bonsái o cuentos atómicos, como los califica el escritor quindiano Humberto Senegal.

Fue un deleite compartir con nuestros seguidores estas historias que terminan cuando apenas empiezan, que son tan breves como un título, como una ilusión y que podrían compararse con un fósforo que no dura, pero mientras está prendido tiene una gran vitalidad y desprende un gran hálito de fuego y de luz. Eso es un minicuento.

Así que este tiempo fue muy gratificante porque permitió entregar historias maravillosas a quienes nos siguieron fielmente cada sábado y a me dio la oportunidad de acercarme a ese ejercicio de imaginar tan certeramente desde la ficción, la realidad y el amor.

–Indalecio, ¿Cuál fue su reto profesional en esta época de pandemia?

–Primero mantener el vigor de las historias que contamos en el programa Al Fin de Semana que se trasmite en RCN Radio y de La Noche de La libertad, que continúa enviando mensajes a los secuestrados y activando la búsqueda de los desaparecidos en Colombia. Un reto cumplido porque Al Fin de Semana se convirtió en compañía en medio de tanta información sobre la pandemia y de otro lado, conjuntamente con la Fundación Desaparecidos Colombia-Huellas de Cristal, transmitimos cada ocho días un Facebook live en el que conversamos con los familiares de los desaparecidos para conocer su angustia, su drama y la fuerza con la que siguen buscando a los suyos.

Estos tiempos nos permitieron mantener los formatos tradicionales de la radio, pero incursionar en las nuevas maneras para hacer más visible la lucha de centenares de colombianos que buscan a los suyos, a través del programa Miércoles de Historias.

Paralelamente al ejercicio periodístico, fue gratificante poder ejercer la labor de docente de manera virtual en una maestría de la Universidad Santo Tomás y en varios seminarios y actividades académicas a la que fui convocado.

–¿Qué hecho periodístico le queda de esta pandemia?

–En medio de la abundancia de noticias sobre la pandemia, las cifras de afectados y las investigaciones sobre el Covid 19, pasó prácticamente desapercibida la información sobre la importancia de la medicina tradicional en el cuidado de las comunidades ancestrales y de los habitantes de varias regiones del país. Como suele ocurrir tradicionalmente, las agendas informativas no tuvieron en cuenta a las comunidades de diferentes regiones del país ni contaron del poder curativo de plantas como la moringa, que ha estado todo el tiempo como uno de los medicamentos preferidos dentro de los tratamientos para prevenir o curar las molestias derivadas de la Covid 19.

La ancestralidad y la sabiduría de comunidades amazónicas y del Pacífico se hicieron presentes durante todo este tiempo de pandemia y sin embargo las agendas de los grandes medios apenas se refirieron a su importancia.

El periodista no pierde oportunidad para tomar fotos de los sitios que visita.

–¿Cree que el gobierno también les ha contado cuentos a los colombianos’

–El gobierno, los dirigentes, los congresistas y algunos pretendidos líderes de opinión se han acostumbrado tradicionalmente a echarle a los colombianos sus cuentos, pero no fantásticos, sino de terror y de falsas ilusiones.

Sin el vigor de la literatura y con una elementalidad que raya en el insulto, la dirigencia de este país ha echado siempre su cuento sobre pretendidas prosperidades y mejores condiciones de vida.

Los cuentos de equidad y justicia solo se los creen quienes detentan el poder en nuestro país.

–¿Seguirán los minicuentos en el 2021?  

Pero por supuesto que la Maratón de Minicuentos seguirá según hemos decidido conjuntamente con Yohaysa Perea Rentería, quien es la persona que amorosamente me ha acompañado en este ejercicio del espíritu y de la palabra.  A mediados de enero volveremos cada sábado de tres a cuatro de la tarde para seguir apostándole a las historias.

Siempre hay que seguir con las cosas que nos hacen felices.

Con su elenco de Al Fin de Semana.

–¿Cuál considera que es el éxito de Fin de Semana?

–Primero que nada, contar con un equipo ingenioso e imaginativo integrado por Andrea Cardona, Javier Stamato y Jaime Orlando Pulido en la parte periodística y en las producciones Katerin Hernández y Juan Vicente Reyes.

Abordar temas únicos y tener como invitados a personajes singulares que generalmente no están en otros medios y contar muchas historias.

Siempre mucha conversación y sobre todo la participación de los oyentes, hacen que Al Fin de Semana se convierta en un espacio de compañía singular para servir de solaz en medio de la dura agenda de las noticias.

–¿Qué proyectos periodísticos tiene para el 2021?

–Desde hace un tiempo estoy trabajando en un libro que tendrá la estructura de los minicuentos y narrará historias de la radio colombiana y en general en el mundo.

No será la historia oficial de la radio, sino que recogerá anécdotas y personajes que han contribuido a la construcción de este lenguaje maravilloso de la radio.

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