
Por Álvaro Ayala Tamayo
En la historia de la humanidad ningún reportero ha tenido la dicha de cubrir una huelga en una fábrica de armas y municiones. Por el contrario, en Colombia los paros armados son a punta de fusil.
Refugiarse en la noche esperando que el próximo bombazo no caiga sobre la cabeza y en el día salir a buscar comida para los hijos, también esperando que el bombazo no caiga sobre la olla, es la nueva normalidad en la Franja de Gaza. Ni la Inteligencia Artificial tiene una solución para ese conflicto.
Israel se defiende y bombardea para todos lados. Los niños, las niñas, las mujeres y muchos hombres nada tienen que ver con este horror. A Israel le compete hacer mejor inteligencia para evitar los daños colaterales. No se puede tirar una bomba a seres humanos que hacen fila por un plato de sopa. Israel debe fijar reglas y códigos para que los palestinos inocentes no mueran de hambre ni en una explosión.
No necesariamente los enemigos se tienen que matar. Israelíes y palestinos están destinados a ser enemigos, pero ambos partes pueden vivir bajo condiciones pactadas. Hamás es otro cuento. No todo el pueblo palestino apoya a Hamás. Recuperar los rehenes vivos y muertos es parte del deber de las tropas. Disparar contra todo es no cumplir con su deber.
Los palestinos también son víctimas de Hamás. Si tuvieran aprecio por su pueblo no utilizarían los secuestrados como mercancía de negociación y cambio. Además, el propio Israel ha comunicado que los cabecillas que planificaron y dirigieron el ataque terrorista ya fueron eliminados.
Como están las cosas Israel será vencido por el propio Israel. Dicho de otra forma, cuando Benjamín Netanyahu sea apartado como primer ministro. Una crisis política interna puede abrir una rendija para que se disparen las soluciones. Es una de las maneras de destrabar este interminable problema.
Hamás tiene poder para hacer daño, pero no capacidad para destruir a su archienemigo. Siempre ha sido fácil hacer terrorismo. Además, es un enemigo invisible. A la contraparte le sucede igual o peor. Israel tiene poder para eliminar a Hamás, pero se hace daño cuando ataca a través del inerme pueblo palestino. Hamás es una célula terrorista sin reconocimiento de todos los ciudadanos que dice representar. Parece un trabalenguas, pero es un conflicto difícil de explicar y complicado de entender. Lo sencillo aquí es que a los hombres nos gusta matarnos de todas las formas.
Solidariamente el mundo se está arrimando para el lado de los palestinos. Mujeres, hombres y niños son víctimas de Hamás porque entre ellos se camuflan los terroristas. Igualmente, son víctimas de Israel que ataca con fuerza desmedida.
¿Por qué Hamás mantiene a los secuestrados, unos vivos y otros muertos? Si los entregan el propio pueblo israelí pediría a sus autoridades moderar sus ataques, aseguran los analistas y gobiernos amigos.
Todas las posibilidades de paz o tregua se han alineado contra los palestinos. Los mediadores poderosos andan ocupados en la guerra o preparándose para evitarla. La Unión Europea trabaja a toda máquina en sus arsenales para defenderse de los rusos. EEUU montando su escudo de oro para defenderse de los futuros ataques aéreos y enjambres de drones. China jugando a la neutralidad y Rusia en guerra.
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