¿Conoces a alguien que siempre llega tarde? No lo hace de aposta, esta forma de actuar tiene una explicación científica.

Seguro que conoces a alguien que siempre llega tarde. Quizá incluso seas tú quien lucha constantemente por llegar a tiempo. Aunque podría parecer un simple problema de mala gestión, la realidad es más compleja de lo que parece. La impuntualidad, más allá de ser un hábito molesto tanto para quien la padece como para aquellos que lo sufren al quedar con otras personas, podría tener una explicación en la forma en que funciona nuestro cerebro.

Lejos de ser una cuestión de falta de responsabilidad, numerosos estudios sugieren que la respuesta podría estar en el cerebro, más específicamente en cómo percibimos el tiempo.

Explicación científica a la impuntualidad

Un experimento llevado a cabo en 2006 mostró un descubrimiento que cambiaría la percepción que tenemos de aquellos que llegan tarde. Los investigadores reclutaron a dos grupos de personas: unas puntuales y otras impuntuales. A todos los participantes se les pidió que estimaran, sin utilizar relojes ni herramientas, cuánto dura un minuto. Y los resultados fueron bastante llamativos. Mientras que los puntuales estimaron el minuto con bastante precisión (entre 56 y 58 segundos), los impuntuales lo extendieron a un promedio de 78 segundos.

Este experimento explicó que el cerebro de las personas impuntuales literalmente «disocia» el tiempo, haciéndoles pensar y autoconvenciéndose de que tienen más tiempo para salir de casa y llegar a un determinado sitio del que realmente disponen.

La explicación a este suceso la encontramos en los movimientos neuronales del hipotálamo, que afectan la forma en que procesamos la duración de los eventos. Esta disociación temporal hace que las personas subestimen constantemente el tiempo necesario para realizar tareas o trasladarse de un lugar a otro.

¿Cómo lidiar con la impuntualidad?

Entender que la impuntualidad tiene un componente neurológico puede ayudarnos a ser más empáticos con aquellos que llegan tarde, incluso con nosotros mismos, ya que en la mayoría de las ocasiones ser impuntual provoca frustración. Sin embargo, también existen algunas estrategias para reducir los efectos de este fenómeno:

  • Establecer recordatorios: Utiliza alarmas o aplicaciones que te avisen con antelación para empezar a prepararte con tiempo suficiente.
  • Practicar la «estimación del tiempo»: Cronometrar tareas diarias puede ayudarte a afinar tu percepción del tiempo real.
  • Crear rutinas estructuradas: Planificar horarios detallados puede ser especialmente útil.

Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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