Aquello de que, con la temporada de frío, es necesario aumentar el consumo de vitamina C no es invento de las abuelas.

Es cierto que un mayor aporte de este nutriente no sólo mantiene a raya enfermedades respiratorias, también fortalece la estructura ósea, la absorción de hierro y la salud de la piel.

Uno de los primeros en plantear los grandes beneficios de este nutrimiento fue el bioquímico y Premio Nobel Linus Pauling. El respetado científico publicó sus hallazgos, desde 1970, en libros “La Vitamina C y el Resfriado Común” y “Vitamina C y el Cáncer”.

La comunidad médica ha refutado algunos de los planteamientos de Pauling y la polémica gira sobre todo alrededor de las dosis recomendadas y su eficacia contra los resfriados.

Sin embargo, diversos estudios médicos más recientes confirman que durante estados de enfermedad y estrés la vitamina C disminuye. También está demostrado que este nutriente, abundante en los cítricos, mejora la producción y el funcionamiento de los glóbulos blancos y es un antioxidante altamente efectivo.

De acuerdo con las nutricionistas, una dosis diaria de 2.5 gramos es suficiente. Aunque, en ambientes con una mayor cantidad de radicales libres y para entrenamientos de alto rendimiento es recomendable incrementar el consumo.

Consumir alguna fruta o verdura rica en vitamina C -como cítricos, espinacas, bayas, jitomates- tres veces al día, provee el gramaje necesario a deportistas y habitantes de urbes con altos índices de contaminación, sugieren las expertas.

“Es importante consumirla fresca, comer las frutas inmediatamente después de pelarlas. Como es una vitamina hidrosoluble, se pierde rápidamente bajo el efecto de los rayos del sol; al entrar en contacto con el oxígeno, empieza a oxidarse”,.

Bien cargadas

Algunas sugerencias de las nutricionistas, más allá de los cítricos, para darte una buena dosis de vitamina C:

  1. Bayas: especialmente el açai, aunque de origen amazónico ya puede encontrarse en el mundo.
  2. Guayaba: además de tener grandes cantidades de vitamina C también es rica en licopeno.
  3. Pimiento rojo: contiene también grandes cantidades de vitamina A, hierro y magnesio.