España se encuentra en plena primavera y pronto comenzará su verano, el 21 de junio, que irá hasta el 22 de septiembre entrante.

A fin de facilitar el disfrute a turistas propios y visitantes del exterior, Madrid está promocionando sus sitios al aire libre, buena parte de los cuales hacen parte de sus tesoros naturales y culturales. La lista es generosa. Veamos parte de ella.

Río Madrid.

Madrid Río

Enorme enclave lúdico y cultural en el entorno del río Manzanares que, gracias a su re naturalización, ha vuelto a contar con una fauna sorprendente, algo insólito hace unos años cuando esta zona estaba invadida por una autopista urbana. Aquí la ciudad ha creado un auténtico corredor ecológico para numerosas especies, permitiendo además asegurar que Madrid también tiene playa, en alusión al singular espacio formado por tres recintos acuáticos con chorros de agua, ideales para refrescarse en verano. La visita a Madrid Río podemos testimoniarla con una foto de postal junto al nuevo conjunto escultórico recién inaugurado y que está formado por la palabra “Madrid” y el icónico Oso abrazado al Madroño, construidos a partir de envases de vidrio reciclado. Daremos con él en la explanada de Puente del Rey, con el fondo de una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad, formado por las siluetas del Palacio Real la Catedral de la Almudena y la Real Basílica de San Francisco El Grande.

Casa de campo.

Casa de Campo

El mayor parque público de Madrid, la Casa de Campo, con más de 1.535 hectáreas. Entorno ideal no solo para hacer senderismo y montar en bicicleta por diferentes rutas, sino también para disfrutar de las terrazas al aire libre situadas junto a su impresionante lago artificial, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Aquí podemos remar en una de sus 68 barcas de uso recreativo, disponibles en su gran embarcadero.

El Retiro

Ideal para pasear, hacer deporte, disfrutar de su mirador, sentarnos en una terraza y también, como en la Casa de Campo, remar en una clásica barca. Un parque con 125 hectáreas que aspira, junto al Paseo del Prado, a ser declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, en la categoría de Paisaje de las Artes y las Ciencias. A sus actividades en plena naturaleza, algunas a remo en las coloridas barcas de su denominado Estanque Grande, se suman propuestas culturales como las exposiciones del Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, pabellón romántico creado para dar cabida a una muestra de plantas exóticas en la Exposición de Filipinas de 1887 y uno de los principales ejemplos de la arquitectura del hierro en España.

Vista desde la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid
Panorámica de la ciudad.

El Jardín Botánico

Por su estratégico emplazamiento en el Paseo del Prado, el Jardín Botánico forma parte también de la candidatura de la Unesco. Declarado Jardín Artístico en 1942, tiene entre sus colecciones un herbario con más de un millón de pliegos, la biblioteca y el archivo, con cerca de 10.000 dibujos, así como la muestra de 5.000 especies de plantas vivas. En el recorrido por el jardín y sus invernaderos podremos constatar no solo la importancia que las plantas tienen en nuestra vida y aprender contenidos botánicos generales, sino también descubrir curiosidades, historia, y singularidad de distintas especies. Aquí podemos realizar visita guiada por un monitor.

Parque El Capricho

Este uno de los parques más bellos, parte del patrimonio artístico natural de Madrid. Creado en 1784 con el objetivo de hacer de él un auténtico paraíso natural que frecuentaron las personalidades más ilustres de la época y en el que trabajaron los artistas, jardineros y escenógrafos con más prestigio. ¡Y, sorpresa!, alberga un búnker de la Guerra Civil, que puede también visitarse. Y otra pista para apuntar en la hoja de ruta del Madrid más natural, el parque de la Quinta de Los Molinos, un jardín de uso público cuyo origen fue una finca de recreo y que merece la pena visitar por su gran cantidad de especies como olivos, pinos eucaliptos y, sobre todo, por sus espectaculares almendros, cuya floración anuncia el final del invierno en Madrid.

Vistas de la Plaza de Cibeles y la calle Alcalá desde el Palacio de Cibeles
Miradores

Jardines escondidos

Juguemos a encontrar un jardín escondido. Recorriendo una recoleta calle del Madrid de los Austrias, visitando un museo o incluso una tienda. Hablamos de esos jardines escondidos que ofrece Madrid. Los del Príncipe de Anglona o el Huerto de las Monjas son dos auténticas joyas del centro de Madrid. Y también lo son los jardines de algunos museos como el de la Casa de Lope de Vega, el del Romanticismo, el Sorolla o el Lázaro Galdiano. Y si queremos más, juguemos a encontrar jardines y patios escondidos del barrio de Salamanca en los que se ubican coquetos restaurantes y tiendas de la ciudad.

Librerías. Una por Colombia

Exploremos las librerías al aire libre, muy cerca del parque de El Retiro y el Jardín Botánico. Identificaremos esta bohemia calle peatonal, conocida como cuesta de Moyano, por sus encantadoras casetas repletas de libros de segunda mano y antiguos, de cualquier género que busquemos, e incluso volúmenes descatalogados o comics de distintas épocas, que le convierten en kilómetro cero literario de Madrid. Treinta casetas inspiradas en el diseño de madera de las que inauguraron este espacio en 1925, promovido por ilustres escritores de las letras españolas como Pío Baroja, y que rinde homenaje al que fuera ministro de Educación, Claudio Moyano. Y para no perdernos nada, está el mapa cultural ilustrado La cuesta de Moyano. “La calle más leída de Madrid”, así la denominaba Francisco Umbral, otro grande de las letras españolas, no debe faltar en la ruta más natural por la capital española, que cuenta además con una de las mayores citas ligadas al mundo editorial como es la Feria del Libro, en el Parque de El Retiro. Otro evento al aire libre, que cumplirá en 2021 su 80 edición convocada para el mes de septiembre y que tiene a Colombia como país invitado.

Las terrazas

Practiquemos el “tardeo” en una terraza a pie de calle, en un parque o con vistas de 360 grados. Si hay algo verdaderamente encantador de Madrid, es disfrutar de sus terrazas al aire libre repartidas por todos barrios de la ciudad y en lugares privilegiados como la Plaza Mayor, donde se ubica una de las más populares como Los Galayos, con más de cien años de historia. Y también a pie de parque, con un marcado aire romántico como los kioscos de El Retiro, la Casa de Campo o junto a Madrid Río. Pero, además, en Madrid están de moda las terrazas situadas en las azoteas de hoteles de lujo donde disfrutar no solo de la mejor gastronomía, sino también casi tocar el cielo de la ciudad.

Algunas como la del hotel Riu Plaza España, ubicada en la planta 27 de un emblemático edificio de los años 50, son ya todo un referente para ver una panorámica de 360 grados de la ciudad. Cualquier opción es buena para disfrutar de las costumbres gastronómicas de Madrid, como un buen desayuno con chocolate con churros, un aperitivo con una tapa y un castizo vermut o sumarte a las nuevas costumbres como el denominado “tardeo”, una fórmula cada vez más extendida para hacer vida social sin tener que trasnochar.

A brujulear en El Rastro

Brujulear entre los puestos de El Rastro y vivir un festivo a la madrileña La visita a El Rastro, el mercado al aire libre más popular de la ciudad, es una cita imprescindible. Ubicado en el barrio de La Latina, en el entorno de la Ribera de Curtidores, con la plaza de Cascorro como centro neurálgico, ha vuelto a abrir sus puertas con nuevas medidas de seguridad como es el control de aforo, para que sus visitantes puedan disfrutar en un entorno adaptado a los nuevos tiempos de su variopinta oferta, que va desde la artesanía, ropa y complementos, hasta muebles, artículos de cocina, discos, revistas de segunda mano, mascotas y objetos de todo tipo de distinta antigüedad. La visita típica suele terminar con el aperitivo en los bares y tascas de la zona, donde se toma un vino, cerveza o vermú de grifo con, por ejemplo, una tapa de paella o un bocadillo de calamares. Una vieja tradición, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XVIII.

Madrid al atardecer

Si hay una actividad al aire libre absolutamente mágica, esta es contemplar las puestas del sol y disfrutar de las múltiples manifestaciones de color del cielo madrileño, el que inmortalizaron en su día pintores como Velázquez o Goya. Podemos situarnos desde múltiples enclaves como el Jardín de las Vistillas, denominado así por sus magníficas vistas de la ribera del Manzanares y la Casa de Campo. En los días de buen tiempo, este pequeño parque arbolado se llena de terrazas, que se convierten en el observatorio ideal al aire libre para presenciar una espectacular puesta de sol. Pura magia, a la que también nos traslada las vistas desde los alrededores del Parque del Oeste, impregnadas por el misterio, la singularidad y la historia del Templo de Debod.

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