Hay decisiones cotidianas que, mantenidas en el tiempo, pueden condicionar nuestra salud y nuestro estado de forma. Aquí intentaremos decirte qué es lo mejor

Nos ocurre a diario. Llegamos al comedor del trabajo, a la máquina expendedora o a nuestra propia nevera y tenemos que decidir. Da igual la hora que sea (el desayuno, después de comer, a la vuelta del gimnasio): hay que elegir entre varias opciones y no siempre sabemos si hacemos bien o mal. ¿Es mejor la mantequilla o la margarina? ¿Qué edulcorante le pongo al desayuno? ¿Y si cambio el café de después de comer por un refresco sin calorías? Son decisiones que tomamos cada día y que, mantenidas en el tiempo, pueden condicionar nuestra salud y nuestro estado de forma. Por eso hemos preguntado a tres nutricionistas, para plantearles seis dilemas bastante comunes y conocer qué opción es la mejor para nuestro bienestar.

  1. Desayuno a diario en el trabajo por falta de tiempo. ¿Elijo mantequilla o margarina?

«La mantequilla es mejor a nivel nutricional», responde Estefanía Fernández, más conocida como StefyActiva. Aquí los expertos consultados no dudan: «Hace años se habló de sustituir la mantequilla por la margarina porque supuestamente “era más sana” –apunta Valeria Castillo–. Sin embargo, al leer los ingredientes de la margarina nos damos cuenta de que tiene una larga lista, mientras que la mantequilla solo tiene crema de leche y sal. En términos calóricos ambas aportan lo mismo, pero la calidad de la mantequilla es superior».

De todas formas, si se quiere evitar estos productos, tenemos una alternativa mucho más saludable y bastante más a mano: «Hoy teniendo el aceite de oliva no creo que sea buena decisión ni la mantequilla ni la margarina», comenta Pablo Zumaquero. «La margarina son aceites vegetales que en algún momento de su fabricación pueden generar ácidos grasos ‘trans’ que sí sabemos que son bastante malos, aunque las nuevas normativas prohíben más de dos gramos de ácidos grasos ‘trans’ por cada 100 gramos de producto. Aun así, aunque eligiéramos margarina, ya estaríamos hablando de dos gramos como límite. Así que yo elegiría aceite de oliva. Ni mantequilla ni margarina».

  1. Para el café: ¿sacarina o stevia?

El debate sobre los edulcorantes es casi tan largo como la lista de nombres y alternativas al azúcar que han aparecido en los últimos años. ¿Pero son realmente recomendables?

«La stevia es más natural que la sacarina, pero la sacarina tiene mejor sabor. En cuanto a los edulcorantes, opino que mientras se utilicen en poca cantidad no hacen daño», apunta Valeria Castillo. Por su parte, Stefyactiva coincide en que, puestos a elegir, mejor la stevia (sobre todo si es de origen natural).

Sin embargo, Pablo Zumaquero tiene otra opinión: «Pues lo mismo es –concluye–. La sacarina tiene mucha mala fama, pero al final sigue siendo un edulcorante que lleva años y años de uso y, aunque como todos los edulcorantes tiene sus pros y sus contras, siempre será mejor que una carga alta de azúcar. Aparte, la stevia que te venden ahora en el supermercado es en la mayoría de los casos eritritol con un 1% de glucósidos de esteviol».

  1. ¿Y si cambio mi leche desnatada por una de tipo vegetal?

Cada vez hay más personas sin intolerancias diagnosticadas que, buscando una mejor forma física, deciden cambiar su leche de origen animal por una de tipo vegetal. ¿Pero de verdad aciertan? Aquí nuestros expertos coinciden en que todo dependerá del objetivo que se pretenda, aunque tampoco perciben tantas diferencias. «Una bebida vegetal y una leche de vaca (ya sea entera, semi o desnatada) van a tener un perfil nutricional bastante diferente», apunta Pablo Zumaquero. «Pero a nivel de salud general te diría que si consigues una bebida vegetal sin azúcares añadidos y que lleve algo de vitamina D o calcio añadido para simular las propiedades de la leche… Entre eso y cualquier leche podrías coger cualquiera de las dos».

«Todo va a depender del objetivo que se tenga e incluso la preferencia de cada persona», admite Stefyactiva, que añade una comparación interesante: «A nivel nutricional las más parecidas son la leche semidesnatada con la bebida de soja».

  1. Tras la hora de la comida, muchos necesitan un estimulante. ¿Qué es mejor: refresco Zero o café?

A pesar de las contraindicaciones que a menudo se señalan del café, los nutricionistas consultados no tienen ninguna duda en este supuesto: café siempre. «Aunque el refresco Zero no tenga calorías es un ultra procesado, mientras que el café es una infusión completamente natural», responde Valeria Castillo. «Café sin duda –coincide Pablo Zumaquero–. Aparte de tener la cafeína que nos puede aportar el refresco Zero, cuenta entre otras cosas con ácido clorogénico, que nos aporta algunos beneficios añadidos. Si puede ser un café solo o cortado y sin azúcar pues muchísimo mejor –añade–. Así nos evitaríamos la carga de azúcar que sí evitamos con el refresco Zero».

  1. Y en general, para cualquier hora del día… ¿Mejor refresco Zero o refresco light?

Esta es una duda recurrente, pues ambos productos siguen compartiendo estantería en los supermercados con absoluta normalidad. «El aporte nutricional es el mismo: cero», resume Stefyactiva. «Al final tienen los mismos edulcorantes, pero en distintos niveles», añade Zumaquero. Sea como sea, y aquí coinciden todos, no conviene abusar de ellos.

«Los refrescos light no deberían ser un alimento de consumo diario porque, tal y como comenté, son ultraprocesados –advierte Valeria Castillo–. El hecho de que no tenga calorías no quiere decir que lo debamos consumir diariamente. Los refrescos tienen componentes que en exceso causan descalcificación en los huesos, daño a los dientes, etc. Para consumo diario recomiendo infusiones naturales, como por ejemplo el té verde, el té negro o el té de frutos del bosque, que son naturales y nos ayudan a variarle el sabor al agua».

  1. Llego a casa después del gimnasio, de correr o de dar una vuelta en bicicleta: ¿Nestea o Aquarius?

Una se anuncia como «refresco sin gas a base de té» y la otra como «hidratación diaria». Sin embargo, los tres especialistas consultados desaconsejan su consumo después de un entrenamiento, digamos, ‘normal’. «Yo no recomiendo ninguno de los dos porque no te has hecho un maratón», ironiza Pablo Zumaquero, descartando de antemano su consumo diario. «Aquarius sí que es una bebida deportiva de reposición, pero estaría pensada para entrenamientos largos e intensos. Estaríamos hablando de una hora de carrera intensa o de hora y media de bici a intensidad media. Así que nada: ni Nestea ni Aquarius. Agüita y a cenar», concluye.

«Agua natural, o agua saborizada con fresa, rodajas de piña, pepino, piña o limón», propone Valeria Castillo como alternativas al refresco tradicional. «También puede ser una limonada de hierbabuena o infusiones naturales. Otra opción natural es el agua de coco 100% natural sin azúcares añadidos».

Textos y fotos:elmundoalinstante.com

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