En el vertiginoso mundo de la dirección de proyectos, donde la innovación y la colaboración son las claves del éxito, la seguridad psicológica es fundamental para fomentar equipos de alto rendimiento. Esta idea, que tiene sus raíces en estudios de psicología organizativa que se remontan a la década de 1960, hace hincapié en la importancia de crear un entorno de trabajo en el que las personas se sientan cómodas expresando sus opiniones, ideas y pensamientos sin miedo al rechazo, el juicio o las represalias.

Muchas organizaciones reconocen el inmenso valor de los empleados que se sienten capacitados para ofrecer ideas innovadoras, proponer cambios, desafiar las normas y cuestionar planteamientos y decisiones. Sin embargo, a pesar de esta comprensión, la seguridad psicológica se ha relegado a menudo a una posición de menor importancia, tratada como una ocurrencia tardía en el gran esquema del desarrollo de los empleados.

En una encuesta reciente realizada por Project Management Institute (PMI) y PwC, surgió una estadística reveladora: sólo el 18% de las organizaciones promueven activamente la seguridad psicológica y la tolerancia al fracaso en el lugar de trabajo. Este notable hallazgo pone de relieve una importante laguna en la priorización de la seguridad psicológica en el mundo empresarial, y puede tener consecuencias de gran alcance para el éxito de los proyectos y el rendimiento general de la organización.

La falta de una Oficina de Dirección de Proyectos (PMO) específica o el hecho de que las PMO existentes no promuevan activamente la seguridad psicológica puede socavar sustancialmente la eficacia de los equipos de proyecto. Cuando los empleados no se sienten seguros para expresar sus preocupaciones, compartir sus ideas o admitir sus errores, se crea un entorno de miedo y desconfianza. Además, la ausencia de seguridad psicológica puede tener un efecto dominó en toda la organización, erosionando los cimientos de una colaboración, comunicación y ejecución de proyectos eficaces. 

«Mucho más allá de una mera unidad administrativa, la PMO es un centro neurálgico de creación de valor que reconoce la importancia primordial de fomentar un entorno psicológicamente seguro. En este entorno, los empleados no sólo son alentados a sobresalir en sus tareas asignadas, sino que también se sienten facultados para desafiar las ideas tradicionales y explorar nuevos caminos innovadores que pueden ser fundamentales para liberar todo el potencial de un proyecto o incluso transformar toda la organización», comparte Ricardo Triana, Director Gerente Regional Interino de Project Management Institute Latin America.

Al propiciar una cultura de mejora continua, diálogo abierto y resolución creativa de problemas, la PMO cataliza iniciativas estratégicas, mitiga riesgos y, en última instancia, impulsa a la empresa hacia el éxito sostenible en un panorama empresarial en constante evolución.

Más allá de su función principal de estandarizar los procesos de gobernanza y facilitar el intercambio de recursos, metodologías, herramientas y técnicas, las PMO también deben estar atentas a la adopción de prácticas que contribuyan a su objetivo final: el éxito del proyecto.

En este sentido, la encuesta de PMI y PwC destaca tres aspectos clave que las oficinas de proyectos deben priorizar para mejorar la cultura de la organización y fomentar un entorno propicio para la ejecución y el éxito de los proyectos:

  • La necesidad de desestigmatizar el fracaso. En lugar de considerar el fracaso como un tabú, hay que animar a los miembros del equipo a fracasar de forma inteligente, aprender de sus errores, discutirlos abiertamente y compartir las lecciones aprendidas con sus colegas. 
  • La importancia de modelar los comportamientos deseados. Los líderes deben predicar con el ejemplo, demostrando falibilidad y humildad al compartir abiertamente sus propias experiencias de fracaso y las valiosas lecciones que han extraído de ellas. 
  • Promover una cultura de la denuncia. Las oficinas de proyectos deben fomentar, responder y recompensar la comunicación de problemas, errores y fracasos. Al crear un espacio seguro en el que los miembros del equipo se sientan cómodos expresando sus preocupaciones y admitiendo sus errores, pueden identificar y abordar de forma proactiva los posibles problemas antes de que se conviertan en crisis en toda regla. 

«La seguridad psicológica es la piedra angular de una cultura organizativa próspera y un catalizador para ofrecer un valor excepcional. Al dar prioridad a la seguridad psicológica, las organizaciones liberan todo el potencial de su capital humano, impulsando el compromiso, la creatividad y logrando resultados notables. El poder de una cultura sin miedo es la base sobre la que se construyen los proyectos de éxito y la clave para liberar el verdadero potencial de cada individuo dentro de la organización», concluyó Triana. 

También puede leer:

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial