El humedal Ciénaga de la Virgen, un riquísimo conjunto de ecosistemas y pulmón natural de Cartagena, patrimonio histórico de la Humanidad, se encuentra en grave riesgo de destrucción por la intervención de privados en forma arbitraria. 

Los vecinos de la zona lanzaron un SOS ante el proyecto irregular de vivienda Basilio de la constructora Solerium S.A. que pretende levantar dos edificios de 16 pisos cada uno y más de 260 unidades habitacionales al borde de la ciénaga. 

 Cerca de una docena de entidades ambientales y de control se han pronunciado para exigir que se detengan pero desde el pasado mes de mayo Solerium instaló maquinaria pesada, retroexcavadoras, buldóceres y mezcladoras desembocando sobre el humedal desechos contaminantes.  

Un centenar de vecinos radicó una acción popular ante el Tribunal Administrativo de Bolívar el pasado 24 de agosto contra la constructora Solerium que adelanta el proyecto Basilio a sabiendas de que corre peligro por estar en alto riesgo de inundación, en territorio de protección ambiental y generando una tragedia sobre la Ciénaga de la Virgen. 
Varias personas han expresado su temor de que este sea un caso similar al de Acuarela que levantó una torre de varios pisos frente al Castillo de San Felipe y ahora nadie sabe quién la va a demoler. 

 “Solerium construye Basilio en forma de L rodeando la ciénaga sobre terrenos de baja mar; vierte desechos contaminados sobre la misma. Se muere la Ciénaga en manos humanas irresponsables e inconscientes”, dijo el abogado defensor de ciudadanos afectados, Manuel Páez. 

Contrastan estos abusos con la diligencia y el cuidado extremo que tuvo la Nación para evitar daños ambientales a la Ciénaga de La Virgen en la construcción del Viaducto El Gran Manglar que une a Cartagena con Barranquilla, una obra de alta ingeniería de 5,4 km, cuyo objetivo principal fue preservar la zona de manglares y minimizar la destrucción. 
Para ello evitó excavar en el suelo de la salida norte de Cartagena, lo que les mereció el Premio Nacional de Ingeniería y el Premio Nacional Ambiental.

 *Múltiples advertencias* 
 El Procurador Delegado con Funciones Mixtas para Asuntos Ambientales, Minero-Energéticos y Agrarios, Gustavo Adolfo Guerrero Ruiz, requirió al Alcalde de Cartagena, William Jorge Dau Chamat, al director del Centro Urbano de Cartagena, a la Oficina de Control de Riesgo Distrital de Cartagena y a la inspectora de Policía Rural de la Boquilla para que determinen cuáles son las vulneraciones a la normatividad ambiental y urbanística para el área en la que construye y adelantó el licenciamiento urbanístico a favor del Grupo Solerium S.A.  

También requiere a la Secretaría de Planeación Distrital de Cartagena, al Curador Urbano No. 1 de la ciudad, quien otorgó la licencia después de ser rechazada por la curaduría No. 2, y a la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique CARDIQUE, con el fin de evaluar el respeto por las determinantes ambientales para el área en la que se construye el proyecto de vivienda Basilio en Cielo Mar.

 “Se evidencia que el proyecto de vivienda multifamiliar Basilio Cielo Mar puede estar siendo construido en un área con restricciones de acuerdo con la zonificación ambiental definida en los instrumentos ambientales vigentes para el sector de la ciénaga de laVirgen”, dice el documento.  

Agrega que al revisar el expediente aportado por la Curaduría Urbana número 1 de Cartagena “no se vislumbra la verificación por parte de esa entidad de los valores ecosistémicos y/o restricciones generales por la zonificación ambiental delárea en la que se viene construyendo el proyecto Basilio, para la expedición de la licencia de construcción que soporta el citado proyecto”. 

 Solicita se definan las acciones administrativas, policivas o judiciales que puedan adelantar y/o interponer y tomar las medidas correspondientes. 

De otro lado la fiduciaria Davivienda, con sólo conocer lo que está sucediendo, se retiró del proyecto e inmediatamente asumió la fiduciaria de Occidente, “la cual podría ser investigada por la Superintendencia Financiera”, dijo el representante de víctimas. 

 Durante el trámite de solicitud de licencia de construcción, la Dirección General Marítima (Dimar) certificó que el predio “presenta características técnicas de playas marítimas, terrenos de bajamar y/o lagunas marítimas”, lo cual le impediría a la constructora realizar trabajos en ese lugar. 

La Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (CARDIQUE) certificó que los cuatro predios presentan “una zonificación ambiental en la categoría: Conservación y Protección Ambiental por amenazas naturales, Zona de uso: Áreas de Protección y Subzona de Uso: Área de Amenazas Naturales”. El Plan de Ordenamiento Territorial vigente en Cartagena, Decreto 977 de 2.001, estableció que la zona donde se adelanta el proyecto Basilio representa “áreas de protección y conservación de los recursos naturales y paisajísticos” incluyendo la “franja de manglar colindante”.  
Ya años atrás, en diciembre de 2020, el Tribunal Administrativo de Bolívar ordenó a la Alcaldía de Cartagena materializar el Macroproyecto Parque Ciénaga de La Virgen (y Juan Polo); adelantar la restauración ecológica de la misma. Pero la alcaldía no cumplió. 

 La preciosa Ciénaga de la Virgen es uno de los humedales costeros más importantes de Colombia; en sus 502 kilómetros alberga gran biodiversidad de especies, abundancia de bosques de manglar. Una actividad económica importante es la pesca artesanal y de subsistencia, ya que los diversos actores contaminantes acabaron con el bacalao y distintas especies de aves originarias. 

La Empresa Pública Ambiental, (EPA) Cartagena, verificó la existencia de unos 200 establecimientos de comercio alrededor de la ciénaga “los cuales pueden generar un impacto o presión sobre el ecosistema”. Evidenció intervenciones como “escombreras, botaderos a cielo abierto e invasiones de espacios públicos y rellenos del cuerpo de agua sin respuesta estatal y con el mismo efecto negativo”. 

*Más Rollos*  Adicionalmente habitantes del barrio Cielo Mar denunciaron que gente inescrupulosa “se están robando las vías, la playa, es el modus operandi en la zona. En época de sequía talan las plantas, los manglares, las aplanan, podan, encierran y ponen un celador, se apropian de los terrenos y los venden; la cultura es no denunciar porque el grado de impunidad es altísimo, está normalizada la impunidad frente a la apropiación de baldíos”, dijo Claudia González, vecina afectada. 

“Denunciar es muy difícil, tienen cooptadas todas las autoridades, recientemente asesinaron a una autoridad de tierras en Cartagena”, y la Alcaldía sabe todo pero extrañamente no actúa, no frena este crimen ecológico”, concluyó.

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