Más que el maestro del carbón, es un maestro de la perfección y del detalle.

Sus magistrales obras llevan una puntada con cada momento que ha impreso, pulso a pulso, momento a momento, sin distracción, con una coordinación especial.

Aprovechó esta pandemia para trabajar en su taller y pasar horas inmerso en su labor de llevar sus observaciones al papel con trazos, claros, determinados, decididos.

Las obras que acaba de exponer en Bogotá, no están dispuestas cronológicamente sino conectadas por el hilo de sus intereses. “Es la materialidad del carbón, con sus trazos, manchas, puntos y borrones, la que da lugar a espacios y personajes que surgen al unísono del recuerdo y del movimiento de la mano.

Presento ciudades abducidas y circunstanciales donde la gente se mueve como una aparición. Pienso en la caída de la lluvia intensa e intermitente de Bogotá y la caída de la luz, que perros callejeros quisieran atrapar”, explica.

Y luego complementa: “En estos escenarios, distópicos o idílicos, se integran fachadas, horizontes y personajes anónimos que, como manchas, se forman, se transforman o desaparecen.

Él es maestro en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad Nacional de Colombia. Egresado como Filósofo de la Universidad del Rosario. Desde 2004 comenzó a mostrar su trabajo en exposiciones individuales y colectivas. Actualmente desarrolla su obra artística en su taller personal y como profesor de Filosofía Estética desde 2003 de la Universidad Javeriana.

Gracias a su talento y destreza, ha sido llamado por varios escenarios en Colombia para mostrar sus recientes creaciones.

El maestro Santiago encarna la sabiduría del arte con su magia personal y su especial destreza para soltar el carbón con sus ideas en el papel. (GRS).

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