Cantante y compositor, este artista ha recorrido el camino con carisma y compromiso para posicionarse como una figura destacada en su género de música norteña, baladas y despecho.

Por Fernando Motta -Revista Momentos.

/ Fotos @Juancarlosguerrerobeltrán

Makeup y locación Javier Murillo Centro Internacional De Belleza  

Sebastián Campos soñaba con ser artista, fue un anhelo latente desde muy chico, y fiel a esta convicción, un día les dijo a sus padres, Raúl Campos y Ligia Janeth Sierra, que se dedicaría a la música. “Ellos me alentaron a trabajar mi pasión con disciplina, y mi padre fue muy sincero: Esto es muy duro -sentenció- muy complicado, y si usted no se levanta todos los días con el deseo de tragarse el mundo, mejor quédese en la cama y piense en otro trabajo. Mi mamá, por su parte, me dio su bendición y un beso que me acompaña desde entonces”. Su padre y mentor es el reconocido empresario de grandes espectáculos, hombre de radio (dirigió la emisora La Z); con una trayectoria importante en la música por su trabajo durante muchos años como promotor artístico de importantes figuras. Lanzó Los 50 de Joselito en 1998, y es quien maneja desde hace varios años a Los Tigres del Norte, una institución en la música popular.

“Mi papá -agrega Sebastián- siempre me aconsejaba que escribiera, pero sobre todo que leyera novelas, que siguiera las noticias del día, que estudiara letras de otros compositores, y que no dejará pasar por alto cualquier frase que saliera repentinamente. Cuando me regaló mi primera guitarra me dijo: espero que saque las mejores notas con ella, porque las demás del colegio no las veo tan bien, y soltó la carcajada”.

–¿Fue fácil darse a conocer en el ámbito musical siendo su padre empresario y manager de famosos cantantes?

–Este es un trabajo diario. Ayuda que mi padre ha estado en los medios de comunicación porque conoce a mucha gente, a muchos artistas, me puede aconsejar porque maneja esta industria, pero al final es un desafío individual. Allá en la tarima él no está conmigo, a veces ni me ve porque ese es mi espacio y me toca defenderme solo, es donde pongo a prueba mi talento y mi conexión con el público.

–¿Qué artistas eran su referente? 

–Los Tigres del Norte. Desde cuando mi padre los contrató por primera vez y asistí a uno de sus conciertos, me entusiasmó la manera como llegaban al público, su profesionalismo, la letra de sus canciones, la forma de cantar, el trabajo intenso que realizan desde antes de entrar al camerino. Los admiro como personas y como artistas integrales.

–Fue asistente personal de los Tigres del Norte, luego su telonero, y lleva más de 35 conciertos con el grupo mexicano. ¿Cómo ha sido esa experiencia?

–Estar al lado de ellos es un hecho trascendental para cualquier artista. Son los más grandes de la música popular desde Canadá hasta Chile. Me apadrinaron, me aconsejaron, son bellos seres humanos y, sobre todo, me enseñan con mucha generosidad.  Los espectáculos que han ofrecido en Colombia son apoteósicos, con unos conciertos de hasta 50 mil personas.

–¿Esta larga travesía compartiendo escenarios con la banda mexicana lo llevó a incluir rancheras en su repertorio?

–Bueno, es música regional, pero con banda, un estilo y un ritmo nuevo que ha gustado a los jóvenes románticos de América Latina.

–¿Todavía se pone nervioso cuando sale al escenario, como la primera vez que se presentó con los Tigres del Norte en Villavicencio?

–Desde luego, el público absorbe. El concierto en Villavicencio fue inolvidable. Mucha gente esperando la presentación de los Tigres, se movían de un lado a otro, además, no conocían mis canciones, sudé como nunca, no pude dormir la noche anterior, pero fue algo hermoso porque empecé a ver cómo se cumplía mi sueño. 

–¿Sus maestros y amigos del colegio apoyaban su pasión por la música?

–Sí, claro. Ellos me impulsaron a seguir adelante y los compañeros de curso aún recuerdan aquellos mini conciertos que dábamos, porque de allí surgieron guitarristas, cantantes y bateristas.

–Se atrevió a lanzar un álbum, en plena pandemia, con 14 canciones de su autoría. ¿Cómo fue esa experiencia durante el confinamiento?

–La pandemia llegó, azotó y a mí me dio Covid-19 luego de viajar a Guatemala, donde me presenté en la Teletón. Eso fue muy duro porque aún no había vacunas, pasé unos días encerrado y después dije: El mundo no puede parar y hay que seguir cantando.

–¿Y cómo hizo para promocionar el disco en un momento tan difícil?

–En algunos shows de forma presencial, pero también hice cientos de teleconferencias para emisoras de Centroamérica, México, Estados Unidos y Colombia. No descansé ni un solo día. El país azteca es una gran plaza y conoce el mercado de la música popular.

–¿De las canciones que ha grabado cuál le ha dado la mayor satisfacción hasta ahora?

–No logro olvidar lleva más de un millón de visitas en YouTube. El tema La muerte, incluido en el nuevo álbum, se grabó en Querétaro, México, con la producción de José Luis Méndez, uno de los profesionales más reconocidos en este género; el video se rodó en imponentes escenarios de Guatemala y Colombia.

–También grabó con la producción del estadounidense Thom Russo, ¿qué nos cuenta de esta experiencia?

–Trabajar con un personaje de ese talante da propiedad, él es una universidad permanente. Ha sido ganador de varios Grammy, ha producido a figuras vendedoras de discos y para mí representó una enseñanza única.

–¿Qué le genera el público que siempre acude a sus conciertos y los fanáticos que lo siguen en varios países?

–Una gran responsabilidad porque es necesario contestarles, hablarles, mostrarles las nuevas producciones y las nuevas composiciones. Son gente linda, con grandes conocimientos, y me apoyan porque creen en mi talento.

–Artistas como Arelys Henao, Paola Jara y Francy se han posicionado fuertemente en la música popular, un género que antes era dominado por los hombres. ¿Qué piensa al respecto?

–Ellas son admirables. Han realizado un trabajo que mueve a miles de seguidores, han sabido seleccionar sus canciones y son sensacionales en sus conciertos. Colombia tiene demasiado talento y ellas son ejemplo.

–¿Cómo es su relación con su madre y qué dice de verlo convertido en un gran artista?

–Estupenda. Ella ha sido mi brújula en todo momento y hablamos muy seguido. Me pregunta por mis canciones, ve mis videos y me da muchos consejos. Es un ángel de la tierra.

–¿El amor qué lugar ocupa en este momento de su vida?

–Lo es todo. Es el sentimiento más grande que nos inspira, nos anima y nos da fuerza. Sin amor, simplemente no hay vida.

–¿Qué lo enamora de una mujer?

–La suavidad de sus orejas, sus ojos grandes y expresivos, pero siempre les miro los labios, porque puedo sospechar cómo se besan.

–¿Ha pensado en casarse y tener hijos?

–Es un paso que habrá que dar en algún momento, pero espero madurar más el tema musical, en mi vida profesional y en mis conciertos.

–¿Cómo es Sebastián, alejado de las luces, las cámaras y los escenarios?

–Soy una persona muy tímida y tengo pocos amigos. Me encanta leer, escuchar música, cantar y tocar la guitarra; estudié música y producción de sonido como parte de mi preparación y entrenamiento.

–¿Qué lo conmueve?

–Las desigualdades sociales del país, la indiferencia de las personas de la clase política; y me emociona el trabajo de nuestros deportistas en el exterior.

–¿En un día de descanso qué hace?

–Cocinar, escuchar canciones, oír noticias, pero mi descanso lo hago cambiando de actividad. Por ejemplo, organizando la casa, limpiando las mesas de producción, hablando con amigos, caminando con mi perro y jugando con la gata.

–¿Cómo se mantiene en forma?

–Me ejercito físicamente a diario. Es una disciplina que tengo desde hace varios años.

–¿Se cree el cuento de la fama?

–No lo sé. No me creo famoso aún.

–¿Cómo se ve en 10 años?

–Lanzando mis canciones, organizando mega conciertos, llevando alegría al público, ganando un Grammy, en las tarimas de los escenarios del mundo, ayudando a mis amigos… sonriéndole a la vida para sentirme pleno. Trabajando al lado de Sayco, donde me han dado un apoyo grande como compositor y artista.

–¿Qué proyectos vienen?

–Más canciones, más canciones, más canciones…

CONFESIONES

¿Cuál es su estilo? Romántico.

Su placer más grande: Escuchar que no hay guerra.

Un escritor: El mejor, Gabriel García Márquez.

Un lugar favorito: Paipa, es un lugar de ensueño.

¿A quién admira? Pedro Infante.

Una película: Los Miserables.

Una tentación: Megan Fox.

¿Creyente?: Total.

Lo mejor de ser cantante: La energía que se desarrolla. Si hubiera una máquina que la almacenará se podrían encender las bombillas de una ciudad.

Y lo peor: La pandemia.

Un plan con los amigos: Contar chistes y cocinar.

Un lugar para el amor: El gimnasio.

Un perfume: Bleu de Chanel.

¿Qué no puede faltar en su maleta de viaje? Los sueños.

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