Este domingo, Expediente final dará a conocer la historia de vida y muerte de Tito Rojas, el cantante puertorriqueño, apodado El Gallo de la Salsa.

Interpretó como nunca la canción Nadie es eterno, de Darío Gómez, un presagio involuntario que resuena tras su fallecimiento el 26 de diciembre de 2020.

Entretanto, a través de las voces de su hija, su viuda, colegas como Mimi Ibarra y productores como Juan Hidalgo, se devela la dualidad de un artista con una carrera de 48 años que, aunque ascendente, tuvo sus propias batallas. Conocido por su picardía y “jocosidad de la calle”, Rojas se consagró como solista en Venezuela con el álbum Sensual, posicionándose como uno de los salseros con más éxitos a nivel mundial.

Para Tito, la familia fue su pilar. Fueron alrededor de 47 años de matrimonio, durante los cuales se le describe como un padre excepcional, sentimental y protector.

Finalmente, se detallará la lucha del artista con problemas cardíacos desde un infarto en 2010 y la dificultad para cuidarse en el frenético ritmo de las giras. Su último gran acto fue un memorable concierto virtual de Navidad, Gallo en Navidad, que, con su tono festivo y el uso de canciones típicas puertorriqueñas, se sintió, para muchos, como una emotiva y premonitoria despedida.

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