Octubre es tradicionalmente un mes especial para los niños y niñas en el país, marcado por la celebración de Halloween y actividades que giran en torno a la creatividad, la diversión y el consumo. En medio de esta coyuntura, surge también una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de fomentar hábitos de ahorro desde la infancia, un aspecto clave para el futuro bienestar financiero de las nuevas generaciones.

De acuerdo con un estudio realizado por Fincomercio, los menores ahorran un promedio de $50.000 mensuales para propósitos como educación, útiles escolares y sueños familiares.

Bogotá lidera el ranking de ahorro por parte de niños con un 67%. Sigue Cundinamarca con el 12%, Antioquia 4%, Valle del Cauca 2% y Huila 2%

Mauricio Garcia, Director de Red Nacional y Captación Comercial de Fincomercio asegura que enseñar a los niños a manejar el dinero desde pequeños contribuye a formar adultos más responsables con sus finanzas. Para ello, es clave aplicar prácticas cotidianas y sencillas que conviertan el ahorro en parte de su educación integral.

¿Cómo fomentar el ahorro en los niños?

  1. Dar ejemplo con la práctica: Los niños suelen aprender imitando a sus padres o cuidadores. Si observan que los adultos ahorran, planifican sus gastos y manejan su dinero con responsabilidad, es más probable que repliquen esos comportamientos.
  2. Definir metas de ahorro claras y realistas. Es positivo que los niños tengan propósitos específicos para ahorrar, cómo comprar un juguete o disfrutar de una actividad especial. Esto les enseña que el esfuerzo tiene una recompensa y refuerza su disciplina financiera.
  3. Incluirlos en decisiones cotidianas de dinero: Permitirles elegir entre distintas alternativas dentro de un presupuesto determinado les ayuda a comprender el valor del dinero y a tomar decisiones más conscientes.
  4. Explicar la diferencia entre necesidades y deseos: Hacerles ver qué cosas son indispensables y cuáles solo responden a gustos momentáneos, les prepara para ser más responsables en el manejo de sus finanzas.
  5. Aprender jugando: Herramientas como juegos de mesa (Monopoly, Tío Rico) o aplicaciones educativas facilitan la comprensión de conceptos financieros de una forma lúdica y práctica.
  1. Educar desde temprana edad en la importancia del ahorro, Cuanto antes se inicie este proceso, más natural será para los niños desarrollar buenos hábitos financieros a lo largo de su vida. Desde los 3 años se puede empezar con nociones básicas como reconocer monedas y billetes, entender que el dinero sirve para comprar cosas y aprender la diferencia entre necesidades y deseos.
  2. Abrir cuentas de ahorro reales: Utilizar productos como Fincoahorrito de Fincomercio, que está diseñado para fomentar el hábito del ahorro y enseñarles sobre finanzas de manera práctica y divertida. Con esta cuenta, los menores pueden guardar sus monedas y billetes para alcanzar metas como viajes o estudios, con el apoyo de la cooperativa que ofrece rendimientos y un ambiente seguro para su dinero.

Fincoahorrito: el primer paso hacia un futuro financiero sólido

En este proceso de formación, Fincomercio acompaña a las familias con productos diseñados especialmente para los más pequeños, como Fincoahorrito, un plan de ahorro programado pensado para que los niños aprendan el valor del ahorro como un aliado para planificar sus sueños y alcanzar metas reales.

Con Fincoahorrito, los padres enseñan a sus hijos a guardar sus ahorros con propósito, mientras la cooperativa respalda su dinero con rendimientos, seguridad y educación financiera.

Este producto es más que un plan de ahorro: es una herramienta de aprendizaje emocional y financiero que impulsa la autonomía, la disciplina y la motivación.

“El rol de los padres es fundamental. Enseñar con el ejemplo genera hábitos financieros saludables en toda la familia, que se heredan y multiplican con el tiempo”, concluye García.

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