La comunidad educativa se encuentra de luto tras el lamentable fallecimiento de un niño de 11 años en un colegio distrital del sur de Bogotá. Este trágico hecho, que se suma a otros casos similares en los últimos meses, ha reavivado el debate sobre la urgente necesidad de contar con servicios de enfermería escolar en todas las instituciones educativas del país.

La ausencia de un profesional de la salud en el momento del incidente deja en evidencia la grave falencia en atención en salud a niños, niñas y adolescentes en edad escolar. Esta situación no solo pone en riesgo la vida de los estudiantes en caso de emergencias médicas, sino que también limita la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la detección temprana de condiciones crónicas.

Expertos en salud infantil, como la profesora Adriana Marcela Monrroy de la Universidad El Bosque, han hecho un llamado urgente a las autoridades para que se tomen medidas inmediatas para garantizar la presencia de enfermería escolar en todas las instituciones educativas. «En Colombia, gran parte de los centros educativos de educación básica primaria y secundaria no cuentan con profesionales de la salud», afirma la profesora Monroy. «Esta situación es inaceptable, especialmente en un contexto donde los niños y niñas son particularmente vulnerables a enfermedades y accidentes».

Los profesionales de enfermería juegan un papel fundamental en la salud escolar, ya que son quienes están capacitados para:

·         Detectar enfermedades tempranamente.

·         Promover hábitos de vida saludables.

·         Brindar atención en caso de emergencias médicas.

·         Educar a la comunidad escolar sobre temas de salud.

·         Articular los servicios de salud con los programas educativos.

En respuesta a esta necesidad, la Universidad del Bosque ha venido desarrollando proyectos relacionados con la implementación de escuelas saludables, como el programa «RuralKids», que busca crear espacios en el entorno escolar para aprender hábitos protectores para la salud. Además, la Universidad trabaja en la formación de profesionales de enfermería con capacidad de abordar los problemas comunes en salud escolar, quienes puedan brindar una atención integral a la comunidad educativa.

La muerte del niño en el colegio distrital de Bogotá debe ser un llamado a la acción para que todos los actores involucrados, desde el gobierno hasta las instituciones educativas y las familias, trabajen juntos para garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a la atención médica que necesitan para estar sanos y seguros en el entorno escolar. Solo así podremos construir un futuro más saludable para las nuevas generaciones.

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