Comemos cuando estamos estresados ​​y molestos. Comemos cuando estamos felices y celebrando. Y a veces (muchas veces) comemos por puro aburrimiento.

“El aburrimiento es probablemente el tipo de hambre emocional número 1”, dice la psicóloga Susan Albers, PsyD . de Cleveland Clinic. “A menudo ignoramos, evitamos o negociamos nuestros verdaderos signos de hambre, incluso cuando ya estamos llenos y solo buscamos algo para entretenernos”.  

Pero la cosa es que hay una diferencia entre el verdadero hambre física y el hambre emocional.

El hambre física es gradual y está ligada a la última vez que comió. Mientras que el hambre emocional se desencadena por cosas como el estrés, la preocupación o la fatiga.

Amigos desayunando juntos

¿Tener hambre? Entrevista a tu hambre primero

Lo más importante que puede hacer cuando está a punto de comer o si cree que puede tener hambre es entrevistar su hambre antes de actuar en consecuencia, dice la dra. Albers. Pregúntate: ¿qué quiero comer y por qué lo quiero ahora mismo?

Es importante que tome en serio su pensamiento de hambre, pero haga una pausa y trate de averiguar qué está pasando primero. ¿Tienes realmente hambre? ¿O simplemente estás molesto por algo? 

Muchas veces, el hambre emocional es la forma en que su cuerpo le dice que necesita consuelo o algo relajante. En lugar de tener hambre, tal vez solo necesite un breve descanso o un paseo al aire libre para aliviar el estrés. El nivel de energía también es una parte importante del hambre. Si retrocede y lo piensa primero, es posible que descubra que tiene poca energía o que su mente está divagando.

“Identifique qué es lo que está sintiendo y encuentre la emoción adecuada que lo acompañe”, manifiesta la dra. Albers. “Si estás estresado busca algo que te relaje. O si estás aburrido, busca algo que te entretenga un rato”. 

Los antojos son otra señal de que tus emociones podrían estar dictando tu hambre. Por lo general, puede notar la diferencia entre necesitar algo para comer para alimentar su cuerpo y un antojo, que es solo hambre emocional con una máscara.

Tal vez tu cuerpo anhele un tipo específico de chocolate porque te sientes ansioso. O tal vez piensas que estás deseando un gran tazón de macarrones con queso, pero en realidad estás triste por la noticia que recibiste.

¿Otra razón para comer emocionalmente? Demasiada distracción.

“Las personas tienden a pasar por alto su hambre emocional y la confunden con el hambre real porque están en su teléfono o frente a la computadora”, comenta la dra. Albers. “Una buena regla general es que cuando comas, solo come. No comas frente al televisor o mientras revisas tu teléfono sin pensar”.

Conozca sus patrones de hambre

Algo parecido a comer emocionalmente es tener hambre , y sí, es algo real.

A menudo, las personas adoptan el enfoque de «esperar y ver» cuando se trata de hambre. Lo siguiente que sabes es que estás enojado, muerto de hambre y haciendo una línea B para cualquier cosa que puedas tener en tus manos.

Pero si aprende sus signos reales de hambre por sus pistas y signos sutiles, puede evitar que su hambre se haga cargo.

“En lugar de esperar a ver cómo va su hambre a lo largo del día, sea proactivo para saber cuándo suele tener hambre”, explica la dra. Albers. “Tal vez sepa que tiene hambre todos los días alrededor de las 10 a. m. o que necesita almorzar más temprano que la mayoría de las personas. Sea consciente de sus patrones de hambre”.

¿De qué tengo hambre? Consejos para combatir el comer emocional

La dra. Albers recomienda usar un nuevo lenguaje en torno a su hambre.

En lugar de preguntarte si estás lleno , pregúntate si estás satisfecho con lo que estás comiendo. En lugar de preguntar lo que quieres, pregunta lo que necesitas ahora mismo.

“Por lo general, si pregunta ‘qué quiero comer’ hay una gran variedad”, confirma la dra. Albers. “Pero preguntar ‘¿qué necesito?’ te ayuda a ser más específico y consciente”.

Si cree que podría estar lidiando con hambre emocional, siga estos consejos:

  • Entreviste su hambre y concédase cinco minutos para hacer una pausa antes de actuar en consecuencia.
  • Identifique si necesita comer debido al hambre real o si simplemente siente hambre debido a la emoción.
  • Distráigase o tome un descanso de lo que está haciendo actualmente.

Busque algo calmante o reconfortante.

¿Sigues luchando con la alimentación emocional?

Si ha tratado de descifrar su hambre y es un patrón repetido de alimentación emocional, lo mejor es consultar con su médico.  

A veces, hay condiciones físicas que se interponen en el camino para ayudarlo a comprender su hambre, como problemas de tiroides o falta de sueño. Otras veces puede haber obstáculos emocionales relacionados con la salud mental. Y otras veces, es solo estar confundido y no saber qué comer, ya que hay mucha información disponible.

“Hay personas que pueden ayudarlo a descubrir qué obstáculos se interponen en su camino cuando se trata de hambre emocional”, asegura la dra. Albers.

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