Por Claudio Ochoa

Un grupo de jóvenes historiadores, algunos de ellos con estudios en otras disciplinas, como politología y administración de empresas, acaban de entregar el resultado de sus investigaciones, en una detallada obra documental y de atractiva presentación física, titulada “La Voz del Poder, el discurso presidencial en Colombia 1938-1990”.

Aporte a nuestra historia de RTVC, el Sistema de Medios Públicos y su institución Señal Memoria, estrategia de salvaguarda, promoción y circulación del patrimonio audiovisual y sonoro de Colombia.

La Voz del Poder es el análisis juicioso sobre unos 100 discursos de nuestros presidentes de la República, desde el creador de la Radiodifusora Nacional de Colombia (en 1940), Eduardo Santos (1938-1942), hasta Virgilio Barco (1986-1990), en cuyo Gobierno fue iniciado el esquema gobierno-oposición, dando fin a los vestigios del Frente de Transformación Nacional, de gabinete bipartidista y con los primeros pasos en la elección de alcaldes y gobernadores. Dieciséis mandatos presidenciales, de los cuales dos designaturas, Darío Echandía y Roberto Urdaneta, un gobierno de facto, el de Rojas Pinilla y dos periodos de Alberto Lleras.

Como que es la primera vez que en Colombia alguien lleva a cabo una investigación interdisciplinar, basada en las metodologías históricas y la politología, para entender la manera como nuestros presidentes han gobernado a través de lo expresado en sus discursos. Cómo ha reaccionado el país luego de los numerosos discursos presidenciales. Por supuesto[U1]  que, en el contexto del tiempo, cultura, economía y otras realidades que correspondían a cada mandato.

Nuestros estudiosos, coordinados por la historiadora María Margarita López Forero, establecieron cuatro categorías temáticas en la labor de interpretar el mensaje de cada uno de nuestros presidentes, a saber: legitimidad (cumplimiento de principios democráticos, p.e.), institucionalidad (relación entre gobernante y gobernados, p.e.), democracia (contexto político y forma de gobierno, p.e.) y modernidad (técnica, especialización y profesionalismo en el ejercicio del poder).

Interesante encontrar que esta obra “puede aportar a la ruptura de ciertos imaginarios, pues una idea que persiste en los colombianos, no solo en el público en general, sino incluso en algunos sectores académicos, es la de asociar algunas prácticas del poder de un presidente, dependiendo de su origen partidista”, señala uno de los párrafos de esta obra. Pero casos ha habido en que mandatarios han actuado alejándose de su ideología partidista, pareciéndose más al ejercicio del partido contradictor.

Una de las particularidades tenidas en cuenta en este estudio, de por sí compleja, fue “analizar el componente discursivo de un texto, de manera paralela al componente verbal y gesticular de quien comunica ese mismo mensaje, así como su tono de voz”.

LOS AUTORES Y EL IMPACTO

Interesantes novedades resultan de esta investigación, a la cual ha aportado como coordinadora editorial y de investigación la historiadora María Margarita López Forero, desde el cargo de coordinadora de Proyectos Especiales de Señal Memoria. Igual de importante ha sido el papel de sus colegas, los jóvenes historiadores Alfonso Valencia, Andrés Macías, Jaime Zapata, Antonio Ochoa, Elsa Garzón y Felipe Arias.

Para quienes ya pasamos de los cincuenta, estar en contacto con esta obra es volver a sentir lo que vivimos en los gobiernos de Misael Pastrana en adelante y la emoción de revivir lo conocido a través de las imágenes en blanco y negro de los gobiernos de Eduardo Santos, hasta Carlos Lleras.

María Margarita López Forero señala que ¨podemos conocer a los presidentes a través de sus discursos, como en el caso de Laureano Gómez, cuyos discursos eran tan pasionales como él, y en la defensa de los principios y la férrea oposición a los liberales; los del presidente Barco, que eran moderados, más ecuánimes, con un profundo conocimiento de los temas que trataba; muy parecidos los discursos de Carlos Lleras, quien era todo un tecnócrata, y un poquito autoritario”.

OBJETIVO DE LOS DISCURSOS

El detalle de este trabajo muestra que en promedio los mandatarios tenían como objeto común en sus discursos a la población en general. Aunque López Pumarejo prefería a la élite política. En su primer mandato, Lleras Camargo se inclinaba más por los obreros. Ospina Pérez se dirigía al Congreso Nacional y también a la población general. El general Rojas, con algo de populismo y pensando en su futuro político también dedicaba párrafos a las mujeres. Pastrana hizo énfasis en la juventud. Turbay le dedicó horas a la comunidad internacional y dicen que seguramente lo hacía para desviar la atención sobre la crisis política del país, aunque no descuidaba a su élite política y al Partido Conservador.

Los historiadores Rodrigo Llano, Margarita López, Jaime Silva –director de Señal Memoria– y Daniel Castro.

EL ESCENARIO DEMOCRÁTICO DEL PODER

En cuanto a los elementos que caracterizaron el escenario democrático en el que cada presidente ejerció el poder, Santos Montejo insistió en la igualdad de las diferentes ideologías políticas. López Pumarejo, defensor de la honestidad política y el voto transparente. Lleras Camargo, Gómez Castro y Pastrana se preocuparon por rendir cuentas a los electores, y en su segundo mandato, Lleras enfatizó en mantener alejadas a las FF.MM. de la actividad política. Ospina Pérez, que liberales y conservadores participaran de su gobierno en igualdad de condiciones. Lleras Restrepo insistió en la representación proporcional, para que las minorías tuvieran participación. López Michelsen mostró voluntad de restablecer el vínculo entre gobernantes y gobernados, pues el Frente Nacional se había distanciado del pueblo. Barco consolidó en primera instancia el esquema gobierno-oposición.

LOS ELEMENTOS EN EL EJERCICIO DEL PODER

¿Cómo combinaron los elementos que configuran el ejercicio del poder? En sus mensajes, Santos, López Pumarejo, Rojas, Valencia, Turbay y Betancur buscaban afianzar su legitimidad ante los colombianos. Lleras Camargo se esforzó –en su primer gobierno—para que las leyes fueran resultado de la voluntad popular. Para Ospina fue más importante forjar democracia representativa e instituciones fuertes. Cristiandad, tradición, civilización y cultura primaron en Laureano Gómez. Lleras Restrepo, democracia y modernidad, a la vez que defendió la descentralización. Para Pastrana fue prioritaria la participación ciudadana. López Michelsen, mayor autonomía y poder decisorio de los territorios sobre asuntos locales. Barco configuró un escenario de democracia, para propiciar igualdad y convivencia, a la vez que reducir la pobreza.

LOS MÁS CRÍTICOS

En materia de críticas, Santos y Ospina fueron marcadamente duros en contra de la oposición, y López Pumarejo, Rojas, Gómez, López Michelsen y Lleras Camargo en contra de las élites políticas, aunque este último también criticó los intervencionismos internacionales en sus dos gobiernos. Lleras Restrepo criticó a los congresistas que no le respaldaron en su afán por reducir el número de miembros de ambas Cámaras y a las élites locales que ya comenzaban a fomentar la corrupción. Pastrana no perdonaba a los países consumidores de café y poductos primarios, por su falta de solidaridad con los productores de los mismos. Belisario Betancur fue contundente con los actores armados ilegales. Barco no se caracterizó por criticar, salvo a quienes rechazaban el diálogo abierto y civilizado que el pretendía promocionar.

Algo que identifica a nuestros presidentes de la época estudiada es su incursión en el periodismo y las letras, con contadas excepciones, como fueron los casos de López Pumarejo, Echandía, Urdaneta, Rojas Pinilla, Guillermo León Valencia y Barco Vargas.

Magnífico aporte de Señal Memoria a la historia nacional, obra que deben adoptar los colegios y universidades en sus cátedras. Ojalá Señal Memoria cumpla esta labor. Textos de agradable lectura, comprensión y evaluación.

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