En medio de la crisis por el avance del coronavirus en el país, el número de correos electrónicos y mensajes corporativos procedentes de los departamentos de recursos humanos es constante. En ellos, explican cómo deben proceder los trabajadores en caso de resultar enfermos y cuáles son los medios más eficaces para evitar el contagio.

Algunos expertos coinciden que una buena salud no es sólo la ausencia de enfermedad y más allá del coronavirus, existen toda una serie de elementos arquitectónicos, ornamentales y organizativos tendentes a mejorar el bienestar y salubridad de los empleados.

“Cada vez son más las compañías que buscan certificar sus oficinas con sellos como el “Well”, el más completo en cuanto a bienestar de los individuos y del que, por el momento existen muy pocos espacios de este tipo en Colombia.

Este tipo de certificados tiene en cuenta criterios de diseño como la estructura del edificio o la ubicación de las ventanas para favorecer la entrada de luz natural, calefacción y refrigeración para una correcta temperatura; ventilación para una buena calidad del aire, hasta hábitos alimenticios y diseños y programas que fomenten el movimiento y ejercicio físico”, señala Felipe DeFrancisco, director de Project Management en CBRE Colombia.

Podría haber algunos cambios significativos a largo plazo en los centros de trabajo, incluyendo un nuevo ordenamiento de asientos y el uso de materiales de construcción que no fomentan la propagación de los microbios. Nuevas tecnologías podrían dar acceso a espacios y ascensores sin que los trabajadores tengan que tocar una manija o apretar un botón. Felipe DeFrancisco, director de Project Management de CBRE Colombia, recrea cómo sería el panorama de las oficinas en un futuro.

Más zonas verdes

Según diversos estudios a nivel global, la presencia de plantas y zonas verdes en las zonas de trabajo hace disminuir la depresión de los trabajadores un 58%, la ansiedad disminuye hasta un 37%, sufren un 38% menos de fatiga y hace caer el nivel de agresividad un 44%. Gracias a esta mejora en el estado de ánimo la productividad de los trabajadores expuestos a zonas verdes aumenta un 15%.

Según el estudio de CBRE Healthy Offices, realizado junto a la Universidad de Twente en los Países Bajos, los beneficios de las plantas son válidos incluso cuando se trata de plantas artificiales o murales y fotografías de entornos naturales. Es muy probable que observemos más plantas en las oficinas.
La luz y el estado de ánimo

Nuestro cerebro regula el ritmo circadiano basado en la luz que obtiene del ambiente. El ritmo circadiano es el encargado de regular los niveles de energía e incluso el sentido del humor.

Felipe DeFrancisco, Director CBRE Colombia 

Por eso, nuestra percepción, memoria y funciones ejecutivas se pueden ver afectadas si se interrumpe el ritmo circadiano cuya disfunción está directamente relacionada con la obesidad, la diabetes, la depresión y otros desórdenes metabólicos. Habrá un mayor uso de luz cálida por la mañana, una iluminación más fuerte y azul por la tarde y se irá atenuando según cae la noche. Lo anterior ayuda, según CBRE, a enfocar las fuentes de luz a las paredes simulando que son ventanas.

Controlar la calidad del aire El 90% del día lo pasamos en espacios cerrados, oficinas, colegios, casas u otros inmuebles, el control de la calidad del aire interno es crucial para una buena salud, pues un aire pobre ocasiona desde dolores de cabeza a tos, sequedad de garganta y ojos, hasta asma y contagios por exposición a bacterias. De hecho, el aire interior contaminado está considerado la tercera causa de enfermedad de la población mundial.

“Será necesario crear espacios, oficinas y salones que favorezcan la ventilación con ventanas de fácil apertura (o simplemente que se puedan abrir, algo poco común en muchas grandes sedes), promover la conexión del interior con el espacio al aire libre, y contar con sistemas de medición de calidad del aire internos”, asegura Felipe DeFrancisco, director de Project Management en CBRE Colombia.

Mejor alimentación = Mayor productividad

El alimento más consumido en la oficina es el café. Los médicos advierten que más de cinco cafés al día implicaría superar la dosis máxima recomendada de 400 mg de cafeína diarios, lo que haría aumentar los niveles de cortisol en sangre. Por otra parte, el azúcar eleva los niveles de dopamina al tiempo que incrementa las ganas de consumir más azúcar. Alimentos procesados, bebidas carbonatadas y toda una serie de aperitivos destinados a paliar el hambre y la ansiedad tampoco favorecen una buena salud.

Contar con espacios diseñados para promover el consumo de alimentos saludables como galletas de arroz y frutos secos, incorporar aguas con pepino, menta y frutas o ampliar la oferta de tés y cafés descafeinados mejorará la productividad. La Universidad de Twente y CBRE lo han comprobado: en las áreas donde se cambió la oferta nutricional se mejoró la producción un 20% y el consumo de café cayó un 47%. El 78% de los empleados se mostraron más enérgicos y un 66% más felices.

Mayor cuidado de la mente

Se calcula que los problemas derivados de la depresión y la ansiedad tienen un coste para la economía global de 1 billón de dólares anuales en pérdida de productividad. Sin embargo, el gasto por persona en salud mental apenas alcanza los dos dólares de media en todo el mundo.

El entorno laboral puede actuar como disparador de este tipo de enfermedades o, por el contrario, ayudar a prevenir mejorar las necesidades psicológicas de los empleados, por lo que será constante la inclusión de programas de gestión del estrés y de meditación, así como contar con espacios que permitan recuperarse de situaciones de tensión y estancias con
vistas que favorezcan el contacto con la naturaleza.

Favorecer el movimiento

Los efectos del sedentarismo sobre la salud son de sobra conocidos: obesidad, mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, etcétera. Por eso, las empresas deben apostar por diseños que permitan, motiven y favorezcan el movimiento de sus trabajadores, lo que les ayudará no sólo a liberar tensión, sino a evitar lesiones.

“Es importante contar con zonas de confort con mobiliario ergonómico, espacios de circulación, espacios de esparcimiento, salas para practicar deporte, estaciones para un trabajo activo con mobiliario que invite a estar levantados o incluso facilitar el acceso a wearables y sensores que miden el ejercicio realizado”, finaliza DeFrancisco.

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