Un grupo de expertos destaca que practicar deporte podría estimular la formación de neuronas

Todos sabemos que practicar deporte con regularidad tiene múltiples beneficios. La actividad física moderada tiene efectos positivos en nuestra salud y ayuda a prevenir una larga lista de enfermedades que se asocian al sedentarismo, pero aún hay más.

Realizar ejercicio aeróbico ayuda a estimular la neurogénesis, lo que pone de relieve que la actividad física podría estimular la formación de neuronas en el hipocampo, favoreciendo la memoria y el aprendizaje, dicen los neurólogos quien hacen hincapié en la importancia de practicar deportes.

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que la inactividad produce el 6% de las muertes mundiales y además supone un factor de riesgo. Por este motivo, los expertos han recomendado realizar 150 minutos semanales de actividad física moderada a personas mayores de 18 años y 60 minutos a los menores de 17 años.

Los peligros del sedentarismo

El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de patologías neurodegenerativas y para las enfermedades cerebrovasculares. Asimismo, afecta a la calidad del sueño y al rendimiento. Por su parte, el deporte favorece la vascularización cerebral, la motivación y ayuda a vencer la pereza, ha explicado el experto.

No obstante, el deporte también se ha convertido en un aliado de muchos programas de rehabilitación. En el caso de los pacientes con esclerosis múltiple, la actividad física mejora la velocidad de la marcha, la fatigabilidad, espasticidad y la calidad de vida, ya que disminuye el riesgo de depresión y fatiga. Para ellos la doctora Nuria González-García, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), ha recomendado ejercicios aeróbicos, de resistencia y de mantenimiento de posturas.

Para quienes padecen epilepsia ha aconsejado realizar deportes de raqueta o colectivos, como el fútbol, ya que «en caso de sufrir un período de crisis durante la práctica deportiva, el paciente no va a estar solo». Además, la experta ha puesto de relieve la función analgésica del ejercicio.

Respecto a la función cognitiva, en el alzhéimer se ha planteado que podría ralentizar la neurodegeneración. En el caso de los pacientes con deterioro cognitivo leve, la doctora ha apuntado que se debe realizar ejercicio físico al menos dos veces por semana.

Por otra parte, en el párkinson supone un beneficio para la mejora de sus síntomas y mejora tanto la supervivencia como la progresión de la enfermedad. En este sentido, ha señalado el baile, yoga, Tai chi o ejercicio aeróbico, porque «la música rítmica favorece la activación de las áreas neuronales de control motor y mejoran la marcha y el equilibrio».

Por último, el ejercicio ayuda a la rehabilitación de las extremidades en pacientes que han sufrido un ictus así como al flujo sanguíneo. Por ello, como consecuencia del agrave de sedentarismo propio del verano, el doctor Ezpeleta ha concluido que septiembre es el «mejor» mes para adquirir hábitos saludables.

Textos y fotos: elmundo al instante.com

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