Por Hernán Alejandro Olano García

Siempre me ha causado interés la preservación del legado familiar, social e institucional, pero, desafortunadamente, muchos objetos por los cuales uno pregunta, la respuesta a nivel familiar, es “Tal vez los hijos del primo tal lo tienen” y a nivel institucional: “eso se botó, porque era una viejera”. Por esa razón, aunque no es muy común en nuestro país, las cápsulas del tiempo guardan esos legados misteriosos, incluso de objetos comunes, que más tarde quisiéramos recordar, mirar y volver a guardar.

El Diccionario de Inglés de Oxford de 1989 define una cápsula del tiempo como «un contenedor utilizado para almacenar para la posteridad una selección de objetos que se cree que son representativos de la vida en un momento determinado». 

La Sociedad Internacional de Cápsulas del Tiempo, ITCS, es una organización establecida en 1990 para promover el estudio cuidadoso de las cápsulas del tiempo. Se esfuerza por documentar todo tipo de cápsulas del tiempo en todo el mundo. Cuando se fundó, el grupo tenía su sede en la Universidad de Oglethorpe en Atlanta, Georgia, que se formó con la misión de registrar el entierro de todas las cápsulas del tiempo, todavía está en busca de nueve cápsulas del tiempo de las que se sabe poco en los Estados Unidos de Norteamérica.

LA MÁS ANTIGUA

La cápsula del tiempo de la cripta de la civilización en Phoebe Hearst Hall de la Universidad de Oglethorpe, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos de Norteamérica, es la cápsula del tiempo milenaria más antigua en concepción y la más grande del mundo, del tamaño de una piscina olímpica, fue sellada el 28 de mayo de 1940 y no se abrirá hasta el 28 de mayo de 8113. La Cripta, descansan sobre un lecho de roca con piedra encima, está revestida con placas de esmalte de porcelana incrustadas en brea. Está sellada con una gran puerta de acero inoxidable, soldada en su lugar.

Incluye más de 640000 páginas de material microfilmado, de más de ochocientas obras sobre artes y ciencias; cientos de noticieros y grabaciones, un juego de registros de Lincoln, un muñeco del pato Donald, otro del llanero solitario y un muñeco negro, y miles de otros artículos de la vida cotidiana ordinaria, como un lápiz o un embudo. También hay un dispositivo diseñado para enseñar el idioma inglés a los buscadores de la Cripta. No se incluyen oro, plata o joyas para tentar a los vándalos. En el caso de que la electricidad no estuviera en uso en 8113 d.C., hay en la cripta un generador operado por un molino de viento para impulsar el aparato, así como una lupa de siete aumentos para leer los registros del micro libro a mano.

CÁPSULAS EN COLOMBIA

En Colombia, una de las cápsulas más recordadas cápsulas, fue la de Bogotá en 1910, abierta en 2010, cuando en el Museo de Bogotá se dispuso conservarla, junto con la que en ese año se cerró, para ser abierta en 2110, donde están cerca de 13000 postales, que muchos habitantes de Bogotá firmamos para nuestros descendientes.

DEL PERIÓDICO EL TIEMPO

Otra importante cápsula, por su promoción mediática, es la cápsula del diario El Tiempo, para conmemorar en 1983 la edición 25000 del periódico, con el propósito de abrirla en el año 2052, cuando estén llegando a la edición 50000. Allí, en presencia del presidente Belisario Betancur, se depositaron 1408 objetos, entre ellos, una colección completa de las obras de Gabriel García Márquez, autografiadas por él, lo mismo que las estampillas conmemorativas de su premio Nobel, editadas por ADPOSTAL; los directorios telefónicos del país; piedras preciosas y oro, donado por varias joyerías; un tiple, maracas y una guacharaca; cámaras, cajas de dientes, cigarrillos Pielroja e Imperial e, incluso, marihuana y cocaína.

CÁPSULAS EN CÚCUTA Y MANIZALES

En las instalaciones de la Academia de Historia de Norte de Santander permanece la urna centenaria ‘Historia Regional 2092’, una cápsula cerrada el 17 de diciembre de 1992, cuyo contenido está protocolizado en la Notaría Tercera de Cúcuta. Así mismo, la cápsula del tiempo que contiene información de Manizales fue transportada el 15 de noviembre de 2018 desde la Sociedad de Mejoras Públicas (SMP) hasta el Banco de la República, donde quedó depositada en una bóveda hasta el año 2062. En esa ciudad, por medio de la resolución Nº 2303 firmada por Octavio Cardona Cardona, alcalde de Manizales, se dispuso el cierre de esta cápsula el día 25 de noviembre y se pretende abrir en el año 2049, 30 años después en el cumpleaños 200 de Manizales. 

EN MEDELLÍN

Para el 2063, está prevista la apertura de la urna del tiempo, con la cual se conmemoró en 2013 el centenario del Hospital Universitario de Medellín. En agosto y septiembre del 2013 se sellaron seis cápsulas, depositadas en diferentes lugares de la ciudad, con el propósito de celebrar los 150 años de Pereira en 2063.

LA POLICÍA METROPOLITANA

En 2015, la Policía Metropolitana de Bogotá cerró una urna para ser abierta el 5 de noviembre de 2065, cuando se cumplan 174 años de la Policía Nacional. Igualmente, el Comando Aéreo de Mantenimiento (CAMAN) de la Fuerza Aérea Colombiana, en conmemoración de sus 89 años el 6 de junio de 2013, cerró una cápsula, para ser abierta en 2063. Por su parte, en 2017, la Biblioteca Nacional de Colombia cerró su cápsula del tiempo, para ser abierta en 2077, cuando se cumplan 300 años de la fundación de esa Biblioteca, incluyendo sesenta años de obras literarias y documentos históricos como el Acuerdo Final de Paz.

Dos cápsulas del tiempo.

EN EL INCI, COLEGIOS E INSTITUCIONES

En 2019, con ocasión de la celebración del Bicentenario de Independencia, el Instituto Nacional para Ciegos, INCI dio apertura a la “Cápsula del Tiempo» a través del archivo sonoro salvaguardado por Señal Memoria, dando a conocer audios de cómo se presentaba la radio en Colombia desde 1930 hasta 1998.

Por su parte, algunos colegios han cerrado sus cápsulas, como el Colegio Helvetia, donde se perdió bajo tres metros, en el campo de fútbol la pequeña caja, cuya búsqueda duró 15 años, hasta que en 2009 fue encontrada, para incluir sus objetos en una nueva para ser abierta en 2059. En 2028, también se abrirá una cápsula que en el 2018 enterraron en un balde los estudiantes del Liceo Tomás de Iriarte de Subachoque, Cundinamarca; lo mismo ocurrió en julio de 2020 en el Colegio San José de Barranquilla y, en el Gimnasio Campestre de Bogotá, también se sepultó una cápsula del tiempo, con ocasión de sus 65 años, para ser abierta en el centenario de la institución.

En Tunja, el histórico Colegio de Boyacá, cerró en 2010 la “Cápsula del Bicentenario”, que está a la entrada de la sede central de la Institución, para abrirse en 2110. Y, para ser abierta en 2119, en Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, también se inició en 2019 el proyecto de cápsula del tiempo. De igual manera, la Universidad del Rosario, al cumplir 365 años en 2017 cerró una cápsula del tiempo en su claustro.

Otra es la Cápsula del Tiempo de la pediatría colombiana, que en el marco de la celebración de nuestro Centenario en la Sociedad Colombiana de Pediatría (SCP) se cerró en 2017 para ser abierta en 2037 y que se ubica en la Calle 83 No. 16A-44 Oficina 701 Edificio Cima en Bogotá D.C.

Hace algunos años, en la oficina de un respetado lobbysta de Bogotá, encontré una cápsula del tiempo, cerrada a la 1 de la tarde del 17 de diciembre de 2011, aniversario de la muerte del Libertador, para ser abierta a las tres de la tarde del 7 de agosto de 2069, aniversario 250 de la Batalla de Boyacá.

Finalmente, la joven colombiana María Luisa García, residente en Australia desde hace ocho años desarrolló durante la pandemia de 2020, la cápsula del tiempo I Was There, (Yo Estuve Allí), para ser abierta en 2040, con las vivencias del encierro, algo similar a lo que la Confederación Internacional para la educación Católica, CIEC, ha planteado para que en cajas de zapatos, o botellas, realicen los niños, dejando allí guardados dibujos y mensajes para entender cada uno, dentro de algunos años, el encierro por la pandemia.

Recomendaciones para una cápsula del tiempo:

  1. Seleccione una fecha de recuperación. Las cápsulas de tiempo centenarias (de 100 años) son las más populares.
  2. Elija un «archivero» o director del proyecto. 
  3. Seleccione un contenedor. Una caja fuerte en desuso es una buena opción y se consiguen en remates de bancos o en compraventas. El interior debe ser fresco, seco y oscuro.
  4. Encuentre una ubicación interior segura para la cápsula, por ejemplo, la presidencia de la empresa, la rectoría de la institución o un museo. No se recomienda «enterrar» las cápsulas del tiempo, pues se han perdido miles de esta forma. En caso de sepultarla, es importante que la ubicación esté marcada con una placa que describa la «misión» de la cápsula del tiempo y la fecha de su apertura.
  5. Intente tener una combinación de elementos, desde lo sublime hasta lo trivial. Los artículos generalmente se donan. El archivero debe mantener un inventario de todos los elementos sellados en la cápsula del tiempo.
  6. Tenga una solemne «ceremonia de sellamiento». Invite a los medios de comunicación y mantenga un buen registro fotográfico y multimedia de sus esfuerzos, incluido el interior de su proyecto terminado.
  7. Protocolice en una notaría el contenido de su cápsula del tiempo, las instrucciones y fecha de apertura, la clave de la caja fuerte y quién o quiénes deben estar presentes en la ceremonia de apertura, lo mismo que el destino de los objetos incluidos allí.
  8. El ITCS lleva un registro de cápsulas del tiempo en su base de datos, en un intento de registrar todas las cápsulas del tiempo conocidas.
  9. En Colombia, sería bueno que al Academia Colombiana de Historia lleve este registro de cápsulas del tiempo.

Fuentes: crypt.oglethorpe.edu

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