La gratitud, o la capacidad de ser agradecidos, nos permite reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, y todo aquello que nos ha beneficiado de algún modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia.

Esta es la definición que utilizan autores como Seligman o Emmons, quienes sostienen que la gratitud representa una fortaleza primordial para alcanzar y mantener niveles adecuados de bienestar emocional, satisfacción y calidad de vida.

A finales de la década de los noventa, en el marco de la Psicología Positiva y de la mano del Dr. Martin Seligman, se empiezan a realizar los primeros estudios científicos sobre aquellos aspectos que permiten a las personas desarrollarse y progresar. Uno de estos aspectos es precisamente la gratitud.

Uno de los estudios clásicos sobre la gratitud fue el realizado por Emmons y McCullough en 2003, cuya finalidad era averiguar la influencia de la gratitud en el bienestar físico y psicológico. En el estudio participaron 192 estudiantes de psicología de la salud, asignados aleatoriamente a tres grupos diferentes. Los voluntarios del primer grupo tenían que llevar a cabo un registro semanal de las cosas que les sucedían y de las cuales estaban agradecidos. El segundo tenía que escribir sobre aquellos eventos que le habían molestado a lo largo de la semana. El último grupo tenía que relatar situaciones o eventos neutros que no les provocasen ningún efecto emocional.

Pasadas diez semanas se realizó una evaluación del estado físico y emocional de los participantes. Observaron que las personas que habían realizado la lista de cosas que tenían que agradecer tenían una visión más positiva y optimista sobre sus vidas y su futuro, presentaban menores molestias físicas y habían desarrollado más conductas prosociales como ayudar a alguien con algún problema personal.

En un estudio similar realizado por los mismos investigadores, donde contaron con la participación de personas con algún tipo de enfermedad neuromuscular, encontraron que las personas que habían sido «entrenadas» en mostrar gratitud mostraban mejor calidad del sueño, mejor estado de ánimo y menor sintomatología relacionada con la fatiga y con la inflamación.

La poderosa ‘Carta de Gratitud

También Seligman menciona ejercicios conductuales sobre la gratitud, como la ‘Carta de Gratitud’. Esta carta tiene como destinatario a una persona a la que queremos agradecer su ayuda o apoyo, con la intención clara y explícita de entregársela. Parte del ejercicio consiste en desarrollar un espacio adecuado para la entrega o lectura de esta carta. Son varias las investigaciones llevadas a cabo por el propio Seligman en las que se ha observado que este tipo de técnicas producen un aumento del bienestar subjetivo.

Como vemos, no solamente es de bien nacidos ser agradecidos, sino que la gratitud es una fortaleza que favorece nuestro equilibrio tanto físico como mental.

Por: Juanjo Rodrigo y Jesús Matos – psicólogos -www.elmundoalinstante.com

También puede leer:

¡Si va a viajar! tenga en cuenta estas recomendaciones

Please follow and like us:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial