La Organización Mundial de la Salud declaró el reciente brote de la viruela del mono en numerosos países, una emergencia de salud pública de importancia internacional.

Esta alerta es la máxima que la agencia de la ONU puede activar para que los países pongan en marcha los protocolos necesarios con los que intentar contener un brote viral y evitar que se convierta en una pandemia. La última vez que la OMS tomó una decisión de este tipo fue en enero de 2020 cuando declaró el COVID-19 como emergencia de salud internacional.

El director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, convocó el Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional en junio cuando se habían dado 3040 casos de viruela del mono, procedentes de 47 países, para evaluar si el brote de viruela del mono en varios países representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional.

“En esa reunión, aunque se expresaron opiniones diferentes, el comité resolvió por consenso que el brote no representaba una emergencia de salud pública de importancia internacional. Desde entonces, el brote ha seguido creciendo, y ahora hay más de 16.000 casos notificados en 75 países y territorios, y cinco muertes”, explicó Tedros en una rueda de prensa en Ginebra.

Ante ese aumento, Tedros decidió volver a convocar el Comité el jueves pasado, pero en esta ocasión el Comité no pudo llegar a un consenso sobre si el brote representa una emergencia de salud pública de importancia internacional, por lo que el director general tuvo que actuar como árbitro y tomar la decisión final.

“De acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional, debo considerar cinco elementos para decidir si un brote constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional”, explicó Tedros que expuso a continuación esos cinco puntos:

  • En primer lugar, la información proporcionada por los países, que en este caso muestra que este virus se ha propagado rápidamente a muchos países que no lo habían visto antes
  • En segundo, los tres criterios para declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional según el Reglamento Sanitario Internacional, que se han cumplido
  • Tercero, el asesoramiento del Comité de Emergencia, que no ha llegado a un consenso
  • Cuarto, los principios científicos, las pruebas y otra información pertinente, que actualmente son insuficientes y nos dejan con muchas incógnitas
  • Quinto, el riesgo para la salud humana, la propagación internacional y el potencial de interferencia con el tráfico internacional.
Partícula amplificada del virus de la viruela del mono.

Recomendaciones

Tedros Adhanom Gebreyesus dijo que la continuación ha hecho una serie de recomendaciones a cuatro grupo de países, desde los que aún no han notificado ningún caso de viruela del mono, o no lo han hecho en más de 21 días; hasta aquellos con casos de viruela del mono importados recientemente y que están experimentando una transmisión de persona a persona, pasando por los países en los que la transmisión suele suceder entre animales y humanos y los países que tienen capacidad para fabricar pruebas de diagnóstico, vacunas y terapias.

Entre las recomendaciones, la OMS pide:

  • Implementar una respuesta coordinada para detener la transmisión y proteger a los grupos vulnerables
  • Involucrar y proteger a las comunidades afectadas
  • Intensificar la vigilancia y las medidas de salud pública
  • Reforzar la gestión clínica y la prevención y el control de la infección en hospitales y clínicas
  • Acelerar la investigación sobre el uso de vacunas, terapias y otras herramientas
  • Recomendaciones sobre los viajes internacionales

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