La foto muestra una red de sensores de electroencefalografía con 256 sensores distribuidos uniformemente que se utilizó para registrar la actividad electroencefalográfica de los participantes desde su cuero cabelludo durante la investigación. (Foto: NTNU / Microsoft)

Tomar apuntes de lo que se explica en una lección académica o para resumir lo más importante de la página de un libro es y ha sido una práctica habitual entre estudiantes. Antes se solía hacer escribiéndolos a mano con papel y bolígrafo.

Hoy en día es cada vez más habitual teclearlos en un computador portátil. Algunas investigaciones sugieren que menores de edad y adultos aprenden más escribiendo los apuntes a mano que tecleándolos. Una nueva investigación ha examinado a fondo la cuestión.

El equipo de la neuróloga Audrey van der Meer, profesora de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, investigó el tema en 2017 y ha vuelto a hacerlo ahora en 2020. En 2017, ella y sus colegas examinaron la actividad cerebral de 20 estudiantes. En la nueva investigación, han examinado la actividad cerebral de 12 adultos jóvenes y 12 niños.

Ambos estudios se realizaron usando electroencefalografía para rastrear y registrar la actividad de las ondas cerebrales. Los participantes llevaban una capucha con más de 250 electrodos. El cerebro produce impulsos eléctricos cuando está activo. Los sensores de los electrodos son muy sensibles y captan la actividad eléctrica que tiene lugar en el cerebro.

Cada examen duró 45 minutos por persona.

Los resultados indican que el cerebro, tanto de los adultos jóvenes como de los menores de edad, está mucho más activo cuando escriben a mano que cuando escriben mediante un teclado.

La nueva investigación confirma lo que ya indicó la de 2017 y lo que han sugerido algunos otros estudios: escribir a mano conduce a un aprendizaje y a una memorización mejores que los alcanzables al escribir mediante teclado.

En palabras de Van der Meer, el uso del bolígrafo y el papel da al cerebro más “ganchos” para colgar sus recuerdos. Escribir a mano genera mucha más actividad en las partes sensoriales y motoras del cerebro. Muchos sentidos se activan al presionar el bolígrafo sobre el papel, al ver las letras que escribimos yal escuchar el sonido que hacemos al escribir. Estas experiencias sensoriales fomentan el contacto entre diferentes regiones del cerebro y preparan mejor al cerebro para el aprendizaje. El resultado es que aprendemos mejor y recordamos mejor.

Textos y fotos: elmundoalinstante.com

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