Es bien sabido que las personas que beben mucho alcohol con regularidad tienen un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca, y esta puede a su vez aumentar la incidencia del trastorno de los latidos del corazón conocido como fibrilación auricular.

Varios estudios han puesto de manifiesto un riesgo ligeramente mayor de padecer mala salud cardiaca para las personas que nunca beben alcohol; a menudo muestran que este riesgo se reduce para las personas que beben una cantidad modesta, y luego aumenta mucho cuanto más alcohol se consume, creando una forma de “J” en los gráficos. Una nueva investigación ha vuelto a examinar la cuestión, prestando especial atención a la fibrilación auricular.

La fibrilación auricular es un tipo común de arritmia cardiaca que puede desembocar en problemas muy graves. Mucha gente en el mundo sufre de fibrilación auricular. Solo en Estados Unidos, esta cifra es, según una estimación de la red estadounidense de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de entre 2,7 y 6 millones de personas. La fibrilación auricular sucede cuando el latido en las cámaras superiores del corazón es irregular, de manera que la sangre no fluye bien hacia las cámaras inferiores. Esto puede causar coágulos sanguíneos, que pueden viajar hasta el cerebro y causar un derrame cerebral. Si se diagnóstica pronto, alrededor de dos tercios de los derrames cerebrales derivados de la fibrilación auricular pueden ser prevenidos a través de medicación. Pero dado que el trastorno a menudo produce síntomas ambiguos o ninguno, a veces no es detectado.

El equipo de Renate Schnabel, del Centro Universitario del Corazón y Vascular de Hamburgo en Alemania, examinó datos de casi 108.000 personas. Estableció como referencia una copa como una cantidad de bebida que contiene 12 gramos de etanol, lo que equivale a un vaso pequeño (120 mililitros) de vino, una jarra de cerveza pequeña (330 mililitros) o una copa de 40 mililitros con algún licor de los de alta graduación alcohólica.

Se ha venido considerando que tomar una copa al día constituye un consumo moderado de alcohol. Sin embargo, en los últimos tiempos diversas investigaciones indican que ese consumo es suficiente para generar algunos problemas de salud.

Los resultados del estudio indican que las personas que beben regularmente una cantidad modesta de alcohol tienen un mayor riesgo de fibrilación auricular. Concretamente, en comparación con no beber nada de alcohol, solo una copa al día se relacionó con un 16% más de riesgo de fibrilación auricular durante un tiempo de seguimiento medio de casi 14 años.

“Los estudios anteriores no han tenido suficiente alcance para examinar esta cuestión, aunque sí han podido mostrar una relación entre el consumo de alcohol y otros problemas cardiacos y vasculares, como ataques al corazón e insuficiencia cardiaca”, explica Schnabel. “En nuestro estudio, ahora podemos demostrar que incluso un muy bajo consumo regular de alcohol puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular. Estos hallazgos son importantes, ya que el consumo regular de alcohol de “un vaso de vino al día” para proteger el corazón que se recomienda a menudo, por ejemplo, en la prensa no especializada, probablemente ya no debería sugerirse sin comparar todos los riesgos y los posibles beneficios para todas las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos, incluyendo la fibrilación auricular”.

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