Agencia de Noticias UN- Galletas bajas en grasa, un smoothie y una infusión, forman parte de la línea de productos desarrollados a base de esta hortaliza, con el fin de incentivar su consumo dados sus grandes beneficios para la salud, ya que 100 gramos aportan un bajo contenido de 30 calorías y una considerable cantidad de potasio, calcio, antioxidantes y fibra dietaria.

A pesar del desconocimiento general, las abuelas y generaciones mayores utilizan la guatila para prevenir la diabetes, como analgésico, antiinflamatorio, diurético, antioxidante, metabolizador de grasas y para la protección del corazón.

“Aunque no es muy atractiva visualmente, teniendo en cuenta las tendencias del mercado se evaluó la mejor manera de llegar al consumidor”, comenta la profesora Lina Chacón, ingeniera química y magíster en Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien acompañó el proceso de creación de la nueva línea de productos por parte de los estudiantes Santiago Forero Macías y Lina María Torres, de Ingeniería Química; Sergio Andrés Lozano Ávila, de Ingeniería Electrónica; Ricardo Soto Polanía, de Ingeniería Eléctrica, y Cristian Gabriel Moreno Agudelo, de Diseño Industrial.

El consumo promedio de 40 g al día equivalente a un sobre de gelatina.

La bebida es una infusión con trozos de su pulpa que aprovecha las propiedades diuréticas de la guatila y es baja en calorías, siguiendo los ideales de proponer alimentos saludables. Además ataca problemas asociados con azúcar e hipertensión, lo que la hace aceptable en una dieta para pacientes diabéticos, que corresponden al 4 % de la población, para quienes la bebida es apta.

En segundo lugar, las galletas bajas en grasa reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que contienen B-Glucanos y aportan 1 g de fibra.

El smoothie, o bebida espesa, funciona como fuente de fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales, en mezcla con la papaya.

Para desarrollar estos productos los estudiantes crearon la marca Benetila, con el asesoramiento de profesores de la UNAL como Carlos Alberto Fuenmayor –doctor en Ciencia de Alimentos, Tecnología y Biotecnología– además de los campesinos aliados José Hermes Vargas y María Lilia Niño y del Fondo Emprender, la Unidad de Emprendimiento y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA).

Bajo consumo

El consumo de este alimento, que tiene en promedio 12,78 % de proteína y 25,48 % de grasa digerible por cada 10 g, se da especialmente en Santander, Norte de Santander, Caquetá, Antioquia, Quindío, Risaralda, Caldas, Huila y Valle del Cauca.

No obstante, según el perfil nacional de consumo de frutas y hortalizas proporcionado por Ministerio de Salud, solo el 0,2 % de la población consume guatila. Su producción es la segunda más baja, con 540 toneladas en 52 hectáreas.

Según registros, las comunidades campesinas son las que más  consumen guatila; “uno de los estudiantes llegó con una duda sobre el consumo del alimento, y con otros estudiantes decidieron empezar a construir el proyecto con el fin de darlo a conocer”, recuerda la profesora Chacón.

Prueba infalible

El grupo aplicó un análisis Vester y la evaluación de distintas alternativas para la selección de la línea de productos alimenticios, cuya elaboración es de baja complejidad.

Durante el proceso se tuvieron en cuenta la Resolución 333 de 2011, que “regula la producción de alimentos, puntualiza el valor nutricional, los componentes (proteínas, grasas, azúcar, etc.) para dar a conocer a los usuarios la información para un consumo”, explica la profesora Chacón.

Las formulaciones tuvieron en cuenta valores de palatabilidad altos: 74 % de aprobación para la bebida, 93 % para la galleta y 80 % para el smoothie.

Por otro lado, según el estudio de mercado, que fue sustento del grupo, el 44 % de las personas afirma tener en cuenta los rótulos nutricionales de los alimentos y el 55 % de los consumidores monitorea los alimentos que consume para mantener su peso.

La propuesta, clasificada como TRL 5 –proyecto altamente viable– continuará en el estudio de vida útil y las formulaciones en laboratorio de cada uno de los alimentos. “La Universidad cuenta con los elementos necesarios, se espera regresar al campus para ello”, agrega la profesora Chacón.

Tras el desarrollo de los elementos reglamentarios del prototipo, se pretende constituir la empresa Benetila y generar alianzas comerciales estratégicas para incursionar en la comercialización.

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