El Principado de Asturias es una comunidad autónoma uniprovincial de España, con una población de 1 028 244 habitantes. Bañada al norte por las aguas del mar Cantábrico, limita al oeste con la provincia de Lugo –Galicia–, al sur con la provincia de León –Castilla y León– y al este con Cantabria.

Recibe el nombre de Principado por razones históricas, al ostentar el heredero de la Corona de Castilla y, por extensión, de la Corona de España el título nobiliario de «príncipe de Asturias», establecido por Juan I de Castilla en el año 1388. Oviedo es, según el Estatuto de Autonomía, sede de las instituciones del Principado de Asturias; la ciudad más poblada de la comunidad es Gijón.

Estos son cinco famosos platos de los que puedes disfrutar en Asturias, recetas antiguas que siguen vigentes y que te harán disfrutar de los productos estrella de esta tierra. 

Cachopos

Cachopos de ternera

Dos filetes de ternera, rebozados con pan rallado y huevo, que en su interior guardan jamón y queso fundido. Un delicioso plato de carne que se presenta, a menudo, acompañado con guarnición.

Fabada

Fabada asturiana

Puede que sea el plato más famoso de la gastronomía asturiana. Elaborado con fabes como elemento principal, unas judías blancas de gran tamaño, y el llamado compango, un conjunto de carnes como tocino, chorizo, morcilla… Perfecto para entrar en calor.  

Chorizo a la sidra

Chorizo a la sidra

Un plato fácil y sabroso, con dos de los productos estrella de Asturias, que consiste en chorizos cocidos en sidra junto algunas hojas de laurel. Un plato con gran sabor que comúnmente se sirve como entrante o junto a otras tapas.

Bollos preñaos

Bollos Preñaos

Aunque pueda parecer un dulce, este bollo es un pan cocido en el horno con un chorizo dentro. Este sencillo manjar tiene un acompañamiento estrella, la sidra, y suele tomarse en “espichas” —unas fiestas que giran en torno a esta bebida—.

Sidra

Sidra asturiana

Un símbolo de identidad que se fabrica con manzanas de la región y que es la única que se escancia del mundo. Esta práctica consiste en servir la sidra desde una cierta altura —levantando la botella con una mano y hacer caer el líquido en el borde del vaso— para que se oxigene la bebida y así disfrutar de todo su aroma.

Con información de @spain www.esmadrid.com

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