A una hora de Miami se encuentran diseminadas como joyas preciosas por más de 3.800 kilómetros cuadrados de océano tropical cristalino de la parte norte del Caribe, una cadena de más de 700 islas, cayos deshabitados y grandes rocas, las Bahamas.
La capital es Nassau y la isla de Gran Bahama han fascinado desde hace largo tiempo a visitantes de muchos países, seducidos por la famosa hospitalidad de los bahameños, una cultura insular única y el entretenimiento, así como un clima prodigioso durante todo el año. Los 340.000 bahameños dan la bienvenida a los visitantes que llegan a cualquiera de las dieciséis islas principales.
Las personas que viven en las Bahamas son predominantemente descendientes de africanos de África Occidental. Sus ancestrales fueron traídos a las islas para trabajar en las plantaciones de algodón hasta 1834, cuando los británicos abolieron la esclavitud en todos sus territorios. La mayoría de los habitantes blancos es descendiente de colonos ingleses que inmigraron de las Bermudas en 1647 en busca de libertad religiosa. Algunos también están unidos a los legalistas que huyeron del Sur de los Estados Unidos durante la Guerra de la Independencia y construyeron enormes plantaciones aquí.
Después de la abolición de la esclavitud, la vida en las islas cambió drásticamente. Las plantaciones se terminaron y tanto negros como blancos se concentraron en la abundancia del mar (pesca y cosecha de esponjas) o intentaron la agricultura.
Los Bahameños se enorgullecen de su pasado, especialmente de sus nombres, que es una referencia de su rico legado cultural.
Las raíces de los negros bahameños son tan antiguas como, cuando queda en evidencia los muchos que asumieron el nombre «Rolle», venido de Lorde Rolle, un rico hacendado y muy querido en Exuma que, después de la emancipación, dio sus tierras a sus antiguos esclavos.
La actitud relajada de los Bahameños es frecuentemente confundida por aquellos que no comprenden que ella derivó de años de buena vida en una tierra en donde la naturaleza provee para casi todas las necesidades de habitación, alimentación y medio de vida.
Los Bahameños tienen buen humor, les gusta ayudar y les encanta celebrar. Casamientos y funerales en Bahamas son eventos sociales particularmente importantes.
Las personas empiezan a celebrar un casamiento semanas antes del inicio de la ceremonia oficial, y el fallecimiento de entes queridos es celebrado por ellos hasta mucho tiempo después de haber partido.
Los vientos alisios que soplan casi continuamente por las Bahamas le dan a las islas un clima caluroso y agradable que varía poco a lo largo de todo el año. El período más fresco es entre noviembre y marzo, cuando las temperaturas oscilan entre los 21°C y 24°C. El resto del año es más caluroso, con temperaturas entre los 26°C y 29°C.
UN POCO DE HISTORIA
Recientes excavaciones arqueológicas indican que en las Bahamas ya había habitantes en el 300 y 400 D.C. Estas personas vinieron probablemente desde Cuba y dependían del océano para obtener su alimento.
Cuando Cristóbal Colón llegó en 1492 a San Salvador (algunos historiadores creen que desembarcó en Cat Island), había cerca de 40.000 Lucayan viviendo en Bahamas. Aprovechándose de la naturaleza gentil de los habitantes, después de tres años los esclavizó y los envió a La Española para que trabajaran en sus minas. Esclavitud, enfermedad y otras miserias eliminaron a toda la tribu en un periodo de 25 años posteriores a la llegada de Colón.
La lengua oficial de las Bahamas es el inglés, más a connotación británica que americana, a menudo mezclado a expresiones típicamente bahameñas. Palabras indias como cassava ‘ y guana ‘ siempre son utilizadas.
Otras lenguas son habladas en las Bahamas: el criollo jamaicano y el criollo haitiano.
Cocina bahamense
A pesar de que virtualmente cualquier tipo de plato internacional puede encontrarse en las Bahamas, sería un error perder la oportunidad de probar la culinaria local.
Los productos del mar son la base de la dieta de las Bahamas. El conch («cobo», «concha) es un tipo de molusco grande oceánico que posee carne blanca, firme, desmenuzada. El conch fresco, crudo, es delicioso; la carne de conch es cortada con cuchillo y jugo de limón-dulce, aliñado con condimentos.
Esta carne también puede ser frita (llamada «cracked conch»), cocida, añadida a sopas, ensaladas, cocidos o croquetas. La langosta roja de las Bahamas es una variación espinosa y sin garras que se sirve a la plancha, picada o puesta en ensaladas.
Otras delicias incluyen cangrejos a la plancha o asados, que pueden ser vistos, antes de estar cocidos, corriendo por las carreteras después del atardecer.
El pescado fresco también tiene un papel importante en la culinaria de las Bahamas – un brunch popular es el pescado a la plancha servido con cereales, que cuando bien preparado es frecuentemente la forma más sabrosa de disfrutar el sabor de un pescado fresco.
Ensopado de pescado, preparado con apio, cebolla, tomates y varios condimentos, es otra de las especialidades locales. Muchos de los platos son acompañados por frijoles y arroz (el famoso arroz y frijoles servidos en todo el Caribe), con condimentos, tomates y cebollas.
Los frijoles también son preponderantes en una gran variedad de sopas locales fragantes – la sopa de frijoles con masa harina frita y carne salada y la familiar sopa de frijoles secos y jamón son solo dos de los muchos caldillos a base de frijoles.
Un cocido único del Caribe y Bahamas es la «souse» (carne en salmuera) – los únicos ingredientes son agua, cebolla, jugo de lima, apio, ají y carne; nada que engruese es añadido.
La carne que en general se añade es de pollo, lengua de oveja, cola de vacuno o pata de cerdo – dando a la csouce un sabor rico, delicioso, distinto para muchos turistas.
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