Por Gabriel Ortiz

Cada vez son pocos los que piensan, actúan o se duelen de la situación que día tras día azota a Colombia, a sus habitantes, a sus comunidades, a sus fuerzas del orden y a quienes buscan un salvador, una autoridad o un pensante que haga el milagro.

Los gobernantes han olvidado la razón que los llevó al poder, excepción hecha del Nobel Santos, quien heredó los principios democráticos, pacifistas y de armonía de su padre, Don Enrique y su tío don Hernando. Podría decirse que los restantes, solo se han preocupado por sembrar el odio, el rencor, la ruina y la polarización, que nos han mantenido en una incontenible guerra.

Sus mandatos malogran los anhelos de un pueblo, una sociedad y unos grupos empresariales, creadores de riqueza y desarrollo.

Al último, se le han colado desvaríos, quimeras y narcosis que le impiden cambios y progresismos. Francia, una gran mujer caucana, le puso los votos. Eso lo ha desconocido. La esclavizó, le aplicó el racismo y el desprecio que utiliza cuando trata a ese pueblo que solo usa para marchas y “estallidos”.

Su gestión, ha consistido en destruir los servicios de salud, educación, fuerza pública, trabajo, economía, seguridad y la generalidad de lo que se ha apoderado.

Nadie tiene ahora medicamentos ni servicios de salud, porque Jaramillo es un fracaso. Cobra los aportes a los afiliados, pero los guarda para las elecciones del 26, mientras mueren pacientes por montones.

Petro, políticos y servidores públicos, nunca han conformado una empresa, o creado un empleo privado, pero pretenden establecer normas que regenten el trabajo, armen sindicatos racionales, o eliminen la informalidad.

Qué tal los empleos que “creó” el político David Rocero, ex presidente de la Cámara: sin salario, sin prestaciones y completamente esclavistas. Adicionalmente asaltó el Sena para colocar a sus familiares. Nada se diga de la corrupción rampante que saquea los presupuestos oficiales. Qué tal el asalto a Ecopetrol, el latrocinio de la Unidad de Gestión de Riesgo, los pillajes que las fichas de Petro y el M 19 han practicado, sin castigo alguno, incluyendo esos dineros que ingresaron a la campaña que administró Ricardo Roa y eligió al hoy presidente.

Para ocultar todo ese desgobierno, Petro y el “petrismo”, organizan marchas, estallidos y manifestaciones, cabildos y paro nacional, con “sanduchistos”, transporte y finanzas públicas. En plaza pública insulta y oculta corrupciones, lanza amenazas a líderes y los califica de “hp” sí se distancian.

El Congreso aprobó una reforma laboral ejemplar, que encoleriza al gobierno a tal punto que lo llevó a tratar de revivir la consulta popular.

Por fortuna este pueblo, no come más cuento y se negó a ir al paro ordenado por Petro.

BLANCO: El maestro Héctor Osuna, el mejor caricaturista colombiano, fue recibido como miembro honorario de la Academia Colombiana de la Lengua. El destacado colega Daniel Samper, fue el encargado de darle la bienvenida y oficializar la recepción. Felicitaciones a la Academia y al homenajeado.

NEGRO: El derrumbe económico que se cierne sobre Colombia, por el desastre al que lo conduce este gobierno, al derroche fiscal, la corrupción, el estallido de contratos y gastos para pagar por adelantado los votos del 26 y el incumplimiento de la Regla Fiscal. Las firmas calificadoras de riesgo, batieron las campanas.

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