Las funerarias en Bogotá, que no tienen servicios de cremación en la ciudad, se inventaron que en la capital no se pueden incinerar los cadáveres y que está prohibido, lo cual es total y absolutamente falso. Es una excusa para llevarlos a Girardot y otros municipios para cobrar gastos extras.
“Los hornos en Bogotá cumplen con las normas vigentes y están sometidos a controles de emisiones atmosféricas” señaló el secretario Distrital de Ambiente de Bogotá, Francisco Cruz. y agregó que no existe ninguna prohibición en la ciudad para esta actividad.
Las funerarias señalan que por el ambiente se prohibió esa práctica, lo cual no es cierto ya que existen varios cementerios en Bogotá con hornos crematorios y el servicio en condiciones controladas por los organismos de vigilancia.
En improvisados camiones de carga, con letreros de carroza fúnebre se están trasladando en condiciones no solo antihigiénicas, sino con prácticas que contradicen la ética las buenas costumbres y tradiciones.
La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos de Bogotá UAESP, ha venido recibiendo quejas, lo mismo que la Superintendencia de Industria y Comercio, pero el tráfico de cadáveres hacia Girardot sigue todos los días. “Los hornos en Bogotá no contaminan y están controlados”, señaló también la subdirectora, Angie Hernández Castaño.
A los parientes del fallecido, les dicen que hay que cremar en Girardot porque por el medio ambiente está prohibido en Bogotá, lo cual no es cierto, no hay ninguna prohibición. Una de las funerarias que viene realizando esa operación según los denunciantes es Cooserpark, Capillas de la Fe.
Bogotá cuenta con hornos en seis cementerios debidamente autorizados y en operación con los respectivos controles desde hace cinco años cuando comenzó esta actividad en la capital y que son el Apogeo, de la Paz, Jardines del Recuerdo y los cementerios distritales del Sur, Serafín y Chapinero.
La Superintendencia de Servicios Públicos está realizando varias investigaciones sobre el tema para imponer millonarias multas, ya que se está engañando a las familias en momentos difíciles de dolor y les hacen pagar gastos extras.
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