Por Guillermo Romero Salamanca

¡Cómo pasa el tiempo!

Cuarenta años cumple en 2024 la producción “No hay quinto malo” del grupo Niche, publicado en 1984 mediante el sello discográfico Internacional Records, subdivisión de Codiscos.

Colombia vivió ese 1984 con intensidad. El presidente Belisario Betancur, quien había mostrado esperanzas de cambio, sufrió los permanentes ataques de la guerrilla y del narcotráfico.

Fue un año implacable de tomas guerrilleras. En el Guaviare desmantelaron el gigantesco Tranquilandia de propiedad del Cartel de Medellín, los sicarios asesinaron a diestra y siniestra a diversas personalidades, entre ellas al ministro Rodrigo Lara Bonilla. Luego del asesinato de Carlos Toledo Plata, meses después el M-19 y el EPL firmaron un acuerdo de paz.

El país iba y venía en medio de la guerra, pero también se emocionó con los triunfos de un muchacho delgado, silencioso, tranquilo que venció primero en La Vuelta a Colombia y ganó luego la primera etapa de un colombiano en el Tour de Francia. Lucho Herrera hacía que miles de aficionados se pegaran por horas en los televisores esperando otra victoria.

En el fútbol el Deportivo Cali llamó poderosamente la atención por el juego que mostró bajo la dirección de Vladimir Popovic, pero a la postre, el América de Cali resultó campeón.

La hermosa Sandra Borda Caldas se llevó el trofeo ese año como la mujer más linda de Colombia seguida por Margarita Rosa de Francisco.

Cali dio noticias ese año.

La popular discoteca de los setenta, Honka Monka.

El compositor chocoano se ubicó en lugares de privilegio en la salsa mundial. Los puertorriqueños, amos y señores hasta el momento, vieron las  presentaciones del Grupo Niche en diversas ciudades de Estados Unidos con especial interés.

En uno de esos ensayos en Nueva York Jairo Varela vio a un muchacho que oía la música desde una ventana, lo llamó y le preguntó qué le llamaba la atención. Entonces le contó que era de Santiago de Cali y que le fascinaba la pachanga y tenía gratos recuerdos de bailarín en diversos lugares como Juanchito. Era un buscador del sueño americano y por ahora no podría regresar a la capital del Valle del Cauca.

Aquella historia conmovió a Jairo y comenzó a inspirarse para componer una canción como en efecto lo hizo.

Cali pachanguero / Cali luz de un nuevo cielo /Cali pachanguero
Cali luz de un nuevo cielo/

De romántica luna/ El lucero que es lelo /De mirar en tu valle/
La mujer que yo quiero.

En un hotel de Cartagena se ensayó por primera vez.

Jairo Varela habló con Fernando López, director artístico en ese momento de Codiscos, para preparar un nuevo álbum: sería el quinto.

En medio de esa conversación salió el título: “No hay quinto malo”.

Se coordinó entonces la producción en los estudios de Codiscos, con la grabación del maestro Darío Valenzuela, conocido como “el brujo de la consola”.

El álbum tuvo sólo 8 canciones: “La negra no quiere”, “Rosa”, “Pecado capital”, “El que regala y quita”, “Cali Pachanguero”, “Solo un cariño”, “El coco” y “Serenata”.

Todas con la voz del cantante caleño Alfonso “Moncho” Santana

Los músicos que participaron en esta lujosa grabación fueron: en Bajo: Francisco García; Bongó: Julio «Bochica» Obregón; Congas: Jairo Riascos

Güiro: Jairo Varela; Piano: Nicolás «Macabí» Cristancho; Saxo y flauta: Alí «Tarry» Garcés; Timbales: Alfredo «Pichirilo» Longa; Tres: Ostwal «El enano» Serna; Trombón: Fernando Martínez; Trompeta 1: Fabio Espinosa Jr. En la trompeta 2 y maracas: Oswaldo Ospino.

En octubre de 1984 el disco salió de las prensas de Codiscos en Medellín y de inmediato, en segundos, “Cali Pachanguero” se convirtió en un éxito indiscutido.

Grupo Niche de aquellos años.

En discotecas como “Siboney”, “La jirafa roja”, “El Escondite” –de Alberto “chocolate” Quintero, “Don José”, “El abuelo pachanguero”, “Rumba Habana”, “Esmeralda” y desde luego Honka Monka, ponían ese álbum hasta el cansancio. Cali estaba feliz con su virreina, sus dos equipos de fútbol, uno en primer lugar y otro de segundo y una orquesta que era noticia mundial: El Grupo Niche.

Ese diciembre “Cali Pachanguero” fue seleccionado como tema de la Feria de Cali. Ha sido grabado por decenas de orquestas en el mundo entero. Está entre las 50 canciones latinas de todos los tiempos de la prestigiosa Billboard, pero sobre todo en el corazón de los caleños.

No hay fiesta en el Valle del Cauca donde no se escuche.

Con nostalgia miles de amantes de la salsa lo interpretaron en la despedida de Jairo Varela en 2012. Fueron momentos pletóricos de emoción, de llanto, de nostalgia, pero sobre todo de admiración por el hombre que llevó a Cali hasta el cielo.

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