Por Guillermo Romero Salamanca

Los primeros “memes” sobre el incendio de la catedral de Notre Dame en París mostraban al jorobado llorando y viendo el dantesco espectáculo.

Primero fue Víctor Hugo quien hizo famoso a Quasimodo, un sacristán que sólo era amigo de las gárgolas, pero que un día conoció a la reina gitana Esmeralda de quien se enamoró perdidamente.

La historia ha sido llevada al cine en varias oportunidades, incluso hasta el mismísimo Walt Disney la iluminó en 1996 en dibujos animados y los ávidos espectadores lloraron y aplaudieron hasta el cansancio en las salas de cine.

Según una investigación de National Geographic, el personaje si existió en la realidad e inspiró a Víctor Hugo cuando vio a un escultor llamado Henry Sibson que precisamente laboraba en la famosa catedral.

Este 15 de abril, día mundial del Arte, los turistas que acaban de salir de Notre Dame y observadores que veían como se consumía el techo de la catedral y no concebían que se quemara por falta de agua, si la construcción estaba rodeada de agua, se percataron del espectáculo que fue noticia mundial.

Viejos cineastas como el compositor argentino Eduardo Paz comentó en las redes sociales: “es el momento para recordar a Charles Laughton, uno de los tres mejores actores de todos los tiempos. Los otros dos, pongan los que quieran”.

Escena de la película protagonizada por Charles Laughton. Foto YouTube.

Y es que la versión que protagonizó este hombre nacido en Yorkshire en Inglaterra en 1899 y que su cuerpo le resistiera hasta 1962, fue un gigante del mundo del cine y del teatro. Y no era por sus 1.73 metros que tenía, sino por la inmensa lista de roles que desempeñó en su vida cinematográfica.

Su familia quiso que siguiera su tradición hotelera, pero con su participación en la Primera Guerra Mundial, determinó que sería actor y para ello estudió en la Royal Academy of Dramatic de Londres y desde sus primeras apariciones en los teatros, los espectadores le dieron los grandes reconocimientos. Era aplaudido acá y allá y comenzó a fortalecer su fama.

Cuando tenía 30 años se casó con la actriz Elsa Lanchester y su matrimonio duró hasta 1962 cuando partió a la eternidad. Años después su esposa revelaría que el actor era homosexual.

Por años, Charles no paró de trabajar y títulos como “El caserón de las sombras”, “La isla de las Almas perdidas”, “si yo tuviera un millón”, “Los miserables”, “Rebelión a bordo”, “Esmeralda la Zíngara”, “Posada Jamaica”, “Yo Claudio, “El Delator”, “Soy un fugitivo” y decenas de cintas más llevaban su sello protagónico.

El listado es extenso.

EL JOROBADO DE NOTRE DAME

En 1939 Charles Laughton y Maureen O´Hara –una de las estrellas de época dorada del cine– protagonizaron la película que fue dirigida por William Dieterle.

Maureen O´Hara en la película del Jorobado de Notre Damme. Foto WikiPedia.

En 1923 se había filmado una película, pero como no existía el sonido, a partir de 1932 los productores comenzaron a organizar una segunda versión, pero sólo seis años más tarde y con un presupuesto de 1.8 millones de dólares se convertiría en una de las cintas más costosas de esos años. Se filmó en el rancho RKo Encino, con los interiores del campanario en el Mudd Hall of Philosophy y las penumbras se realizaron en los estudios de fotografía.

Charles recibió los mejores aplausos y persistía en lograr un Óscar que siempre le fue esquivo.

Charles Laughton tenía 63 años cuando falleció. Está enterrado en el Forest Lawn Memorial Park de Hollywood, Los Ángeles, en los Estados Unidos.

El recuerdo de su cinta revivió este 15 de abril en París. Salieron a relucir muchos Quasimodos e infinidad de Esmeraldas.

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