Por Guillermo Romero Salamanca

Parece ilógico: Taiwán, que ha dado muestras de su éxito frente al Coronavirus.

Quiere ayudarle al mundo, pero no se lo permiten ni China ni la ONU.

Su primera acción fue anunciarle a la ONU y a China que de la provincia de Wuhan se estaba propagando un virus. No les prestaron atención y entonces ellos, de manera individual, cerraron el espacio aéreo con esa ciudad, luego lo fueron haciendo con el resto de China.

El 23 de enero fue el día de su mayor récord. Con motivo de las fiestas del Nuevo Año Lunar que congrega a miles de conciudadanos para encontrarse con sus familias, no les permitieron su ingreso. Fue una acción antipopular, pero que luego se dieron cuenta de su inmenso resultado.

El 19 de marzo, la presidenta Tsai Ing-wen declaró que ese día se cumplían dos meses desde cuando se anunció el primer caso confirmado del COVID-19 en Taiwan, agregando que se logró controlar la primera ola de infecciones importadas, y que dichos esfuerzos de contención recibieron elogios de la comunidad internacional.

Ese mismo día advirtió también la presidenta a los ciudadanos que debían seguir al pie de la letra las regulaciones establecidas por el Centro de Operaciones del Gobierno Central para Epidemias, no culpabilizar a otros, mantener la calma y ayudar al Gobierno a difundir información veraz.

La presidenta Tsai Ing-wen explica al pueblo de Taiwan la estrategia gubernamental para luchar contra los efectos del COVID-19 en la salud y la economía. (Foto cortesía de la Presidencia)

UNA ISLA INDEPENDIENTE

La isla de Taiwán o Formosa es la sede del Gobierno de la República de China, un pequeño país democrático –con una extensión de casi la mitad de Cundinamarca– que, desde su nacimiento, hace casi 70 años, mantiene una dura lucha por su independencia de la República Popular China y lograr el reconocimiento como Estado. Solo 17 países lo reconocen como tal.

Colombia mantuvo relaciones diplomáticas con Taiwán. Pero el 7 de febrero de 1980, en el gobierno de Julio César Turbay Ayala firmó un acuerdo con China que obligó a la isla perder su representación en nuestro país.

“NO ES EL FIN DEL MUNDO”

Chih-Cheng Han es el representante comercial de Taiwán en Colombia quien asegura que “el COVID19 está haciendo sufrir a todos, pero no es el fin del mundo”.

“Debemos solidarizarnos y cooperar con las autoridades.  En tiempo de crisis, cada uno tiene que dejar algo de individualismo, y aunar esfuerzos por el bien común.   No hay ninguna crisis que no se pueda superar.  En mi idioma, crisis también quiere decir oportunidad”, explica. 

“Ahora hay otra reflexión en esta situación difícil. Hay un pequeño país, Taiwán, aislado por el mundo y la OMS, pero que ha desarrollado medidas efectivas para contener el virus.  Es el momento que el mundo lo trate de forma más justa.  En el trabajo conjunto de desarrollo hacia un mejor futuro, a nadie lo deberíamos dejar atrás.  Taiwán está aislado del mundo, pero Taiwán no va a excluirse de él.  Taiwán seguirá aportando a la humanidad.  La política es pasajera, el bien y la buena voluntad del ser humano son los que finalmente prevalecerán”, manifiesta.

EL CONTROL DE LA PANDEMIA

–¿Cómo ha manejado Taiwán esta pandemia?

— A mi entender, en primer lugar, fue por la reacción temprana.   A finales del diciembre pasado, las autoridades sanitarias taiwanesas ya estaban enteradas de un virus anormal en Wuhan.  Alertamos a la OMS –preocupándolos por el desconocido virus con alto potencial de contagio entre personas– e igual le hicimos consultas a China.  No conseguimos respuestas de ambas partes. Taiwán inició entonces el 30 de diciembre un chequeo y monitoreo epidemiológico en los vuelos provenientes de Wuhan con el Centro Nacional del Comando de Salud para hacer frente y poner en estrecha coordinación a las diferentes agencias gubernamentales ante la posible propagación del virus.   

Segundo. El uso de tecnología, como Big data, integrando empresas de celulares móviles, para un efectivo rastreo de posibles pacientes y el control de cuarentena en domicilio de los pasajeros provenientes de lugares de alto riesgo.

Tercero. La conciencia ciudadana y acciones contundentes implementadas por el Gobierno.  A raíz del duro golpe por el SARS del 2003, la ciudadanía está consciente de la seriedad de un tipo de pandemia como Coronavirus, y la mayoría voluntariamente acató las políticas y medidas del Gobierno en el tema.  Sin embargo, la situación provocó un pánico y el público acabó con las mascarillas y otros insumos en el mercado. El gobierno intervino de inmediato, con la prohibición de la exportación de mascarillas, y coordinó con el sector industrial dedicar sus líneas de producción de estos productos.  Hoy, Taiwán produce 13.5 millones de mascarillas al día.  Eso originó un efecto de estabilidad a la población. Mas aún, el Estado impuso un sistema de racionamiento de mascarillas de 3 unidades semanal por adulto, y 5 por niño, a un precio normal.

Se espera que la producción diaria promedio alcance oficialmente los 13 millones de mascarillas al día a principios de abril. (Foto de CNA)

Cuarto. Taiwán cuenta con un sistema de seguro público de salud universal con cobertura del 99.7% a todos los ciudadanos y residentes extranjeros.   Eso hace que no hay nadie que teme hacerse su chequeo e ir al hospital en sospecha de Coronavirus ya que el Estado cubre la cuenta.   Al mismo tiempo, el sistema de salud está conectado en forma extraordinaria con datos de migración, eso facilita al médico atender un caso sospecho, al contar con su historial de viaje para dar un diagnóstico y un aviso de alerta acertados. 

Cinco. La trasparencia de informaciones.   Siendo una democracia, con una prensa independiente, el Gobierno de Taiwán maneja la crisis con total responsabilidad y transparencia, que hasta el momento ha implementado 124 medidas para la contención del virus.  El ministro de salud, convoca diariamente mínimo una conferencia de prensa, anunciando los casos confirmados, las medidas tomadas, y las sugerencias al público.  Eso crea una confianza en la ciudadanía, y se presta para cooperar con el Estado.  

–¿Qué medidas se tomaron desde el momento de la aparición del primer caso?

–El primer caso en Taiwán fue detectado el 21 de enero. Cuatro días después se bloquearon todos los vuelos provenientes de Wuhan. Fue la primera reacción que se hacía en el mundo.  Posteriormente, se suspendió la mayoría de vuelos desde China. Esto golpeó mucho a las aerolíneas nacionales, por lo que el Gobierno está buscando apoyarlas con medidas financieras y tributarias.   Esas suspensiones fueron necesarias, ya que el 23 de enero, tanto Taiwán como China, entran a vacaciones del Año Nuevo Lunar, que implica un movimiento masivo de personas entre los dos países, por tener 400 mil taiwaneses viviendo en el continente, y el tránsito de turistas chinos que viajan en forma frecuente a la isla en esa época.  

Las estrictas imposiciones de cuarentena a pasajeros que entraron de regiones de alto riesgo.  Hubo un caso, que no cumplió la cuarentena preventiva en casa, fue multado con 30 mil dólares, equivalente a 100 millones de pesos colombianos.  

Nuestro ministro de salud dijo: “en esta pandemia lo único que hicimos bien a diferencia de muchos países, es no creer en China, y no creer en la OMS y entonces, dependimos todo de lo nuestro”.  

Taiwan ha comenzado los ensayos clínicos del remdesivir, un medicamento antiviral que podría ser efectivo en la lucha contra el COVID-19. (Foto cortesía de la Presidencia)

 

–¿Cómo ha logrado Taiwán afrontar la situación sin pertenecer a la ONU?

–Es una pena y lástima de hablar de este punto.   Taiwán está aislado sin razón del sistema mundial, hasta temas humanitarios como la salud, por bloqueo chino, Taiwán no forma parte de la OMS, y tiene un acceso muy limitado al foro a merced de China.

En una situación tan injusta, Taiwán solamente podía depender de sí solo.  En el 2003, cuando Taiwán fue golpeado por SARS, la OMS prácticamente abandonó al país.  De esa experiencia triste, aprendimos que tenemos que sobrevivir por nuestro esfuerzo propio.   Hoy, Taiwán es el cuarto país en poder aislar las cepas del virus para desarrollar la vacuna.  La Academia de Ciencia de Taiwán, por su Instituto de Biología, ya desarrolló un kit de prueba de Coronavirus que da un resultado en 15 minutos, reduciendo significativamente tiempo al método tradicional de 4 horas, aumentando la capacidad del control.  Esa prueba está en este momento en ensayo clínico, esperando en meses comercializar.   Por los éxitos logrados, EEUU y Unión Europea ya anunciaron que formará alianza con Taiwán para desarrollar vacunas y otros productos para frenar esta pandemia. 

La Unión Europea ha elogiado el progreso de Taiwan en la prevención de epidemias, según la Academia Sínica. En la imagen, labores de investigación para la detección del virus. (Foto cortesía del Parque Científico del Centro de Taiwan, vía CNA)

–¿Cuál es el balance sobre coronavirus hoy en Taiwán?

Hasta el 24 de marzo, tenemos 215 casos.   Eso es alarmante.  Taiwán pudo en forma efectiva resistir la primera ola de propagación que principalmente venía de China.   Ahora la segunda ola sale de Europa.  Taiwán está siendo afectado igual que los países de Latinoamérica, y el mundo.  El gobierno anunció el 19 de marzo el cierre de frontera con casi todos los países con alto riesgo.   Es una decisión difícil, igual a la que tomó Colombia. Taiwán es una economía que depende del comercio internacional.  El cierre de frontera lastimará mucho la producción y el desarrollo económico.  Pero frente a la pandemia, los gobernantes tienes que hacer decisiones difíciles sacrificando algo para salvar vidas.  

–¿Cómo puede Taiwán ayudar a los países en estos momentos?

–Las experiencias de Taiwán son reconocidas.  Autoridades de EEUU, Canadá, Israel, Francia, Alemania, Japón, Korea, Nueva Zelanda, directa o indirectamente reconocen que las medidas de Taiwán ameritan tomarlas como referencia.  Informes de prensa de medios importantes de todo el mundo como BBC, The Telegram de Inglaterra, Times, Washington Post, New York Times, Revista Foreign Policy, Televisión NBC, ABC.  USA Today, Voice of America, NHK de Japon, Der Tagesspiegel de Alemania, Le Monde de Francia, hablaron sobre el éxitos y logros de Taiwán en esta lucha.  

Taiwán puede compartir su conocimiento. El problema es que muchos países, por una y otra razón, no se atreven por el bloqueo chino.  Lamento mucho el comportamiento de Pekín. Este no es el momento de su política ridícula de hablar de Una Sola China, que ya está comprobada que no resuelve la discrepancia política con Taiwán.   Si ellos fueron eficientes, habría contenido desde un inicio la pandemia, sin que hubiere llegado a la situación de hoy, en la que todo el mundo sufre y paga las consecuencias de ellos. 

Lai Hsien-yung demuestra el uso del dispositivo de protección sanitaria que diseñó y cuyas especificaciones e instrucciones se pueden descargar gratuitamente en línea. (Foto de CNA)

–¿Taiwán tiene equipos necesarios para ayudar con esta crisis?

–Estamos ayudando con insumos y equipos a países en vía de desarrollo, principalmente a nuestros aliados diplomáticos.  Convocamos teleconferencias con diferentes gobiernos amigos y sus técnicos, para compartir las informaciones y avances que ya sabemos del tema. 

¿En estos momentos ha existido un acercamiento con la diplomacia de Colombia para hablar de la forma como Taiwán puede contribuir con esta situación?  

–Colombia no ha manifestado el interés, pero si lo desean, con mucho gusto la canalizo enseguida. 

Creo que Colombia cuenta con capacidad suficiente para hacer frente a esta pandemia, ya que tiene una medicina bien desarrollada y reconocida en la región.   Pero esfuerzos compartidos con otros países como Taiwán, le puede evitar pasos innecesarios. 

Un doctor taiwanés, por ejemplo, desarrolló un artefacto sencillo y económico para proteger a doctores médicos en el tratamiento de pacientes de coronavirus.  Él lo publicó en la red para el uso de todos, sin solicitar patente de interés comercial, lo que considero un gesto noble y humanista.   El link es https://sites.google.com/view/aerosolbox/design 

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