Colombia es reconocida por su rica diversidad culinaria, y entre sus tesoros gastronómicos se encuentran los deliciosos fritos, una variedad de platos que son verdaderamente emblemáticos de la cocina colombiana y arraigados en cada región del país.
Desde las calles de Bogotá hasta las costas del Caribe, los fritos colombianos son una experiencia culinaria que alimenta los sentidos. Y, aunque hay muchas variaciones de estos platillos y cada hogar tiene su propia receta, siempre resultan ser una gran opción en cualquier menú.
Susana Toribio Bustelo, General Manager de Deoleo para Latinoamérica, multinacional española y líder mundial en comercialización de aceites de Oliva, entre ellos, su reconocida marca Carbonell menciona que: “Según Euromonitor, el consumo promedio de aceite por persona en Colombia es de casi 9 litros al año, una cifra que refleja el papel fundamental que este producto juega en la dieta diaria de los colombianos.”
Bogotá
Uno de los fritos más populares y queridos en el centro del país, son las empanadas, con una variedad de ingredientes que van desde carne molida sazonada con especias típicas hasta pollo desmenuzado o incluso queso derretido. Se fríen hasta que adquieren un dorado crujiente y se acompañan de salsa de ají picante o una mezcla de tomate, cebolla y cilantro. El precio de este frito en las calles de Bogotá, oscila entre $2.500 y $3.500 pesos, aunque en restaurantes o cafés puede superar los $5.000 pesos, siendo fácilmente accesible en cualquier esquina de la ciudad, o en nuestra propia casa reuniendo a la familia en torno a la mesa.
Cartagena y Barranquilla
Por otro lado, en la región Caribe, especialmente en Cartagena tenemos la popular arepa de huevo. Su preparación es todo un reto, pues para que quede en el punto preciso se necesita práctica. Se encuentra en las cartas de los restaurantes más exclusivos de la Heroica con un precio alrededor de $14.600 pesos. Igual es preparada en casa con recetas que pasan de generación en generación y se come con la mano. O también es famosa en la calle donde se come muchas veces en una pequeña bolsa de papel para tomar el frito y no quemarse. En la calle tienen un valor promedio de $4.000 pesos.
Cali y el Valle del Cauca
Las marranitas vallunas son otro frito colombiano que merece una mención especial. Es ideal para prepararse en casa como botana y disfrutar con amigos. Este plato típico de la región pacífica es una fusión de la cultura española y africana que representa la gastronomía nacional. Básicamente, se trata de plátanos preparados en forma de bolitas, rellenos con chicharrón de cerdo y fritas. Su precio oscila entre los $3.000 y $5.000 pesos en la calle y en restaurantes típicos su valor es alrededor de los $8.500 pesos.
Medellín
Aunque Medellín tiene variedad de fritos típicos podemos destacar la «arepa de chócolo», una especie de torta o masa hecha principalmente de maíz tierno (chócolo) molido, que se cocina hasta dorarse en aceite o mantequilla. Este es solo un ejemplo, ya que la gastronomía paisa ofrece una amplia oferta de fritos. Su valor está entre los $6.000 y 14.000 pesos.
“Los fritos colombianos son mucho más que simples alimentos fritos; son una expresión de la rica cultura y tradiciones culinarias del país. Por esa razón, recientemente lanzamos en Colombia nuestro aceite Carbonell Sol y Oliva, mezcla de aceite de girasol y aceite de oliva extra virgen. Es un producto versátil y se adapta a la cocina colombiana, ya sea con empanadas rellenas, arepas de huevo o marranitas crujientes”, concluyó la ejecutiva de Deoleo a nivel Latam.
Colombia ha integrado el aceite como un ingrediente indispensable en su dieta diaria, y en platos populares. Según Euromonitor el consumo de aceite en el país alcanzó los 350 millones de litros en el año 2023, y es uno de los productos que no puede faltar en la canasta familiar.
Los ejemplos mencionados representan los fritos más populares que se disfrutan en Colombia. Estos platillos son ideales para sentarse a una mesa con los seres queridos y mantener la tradición de comer en familia, alejados de las distracciones. Su preparación varía desde la fritura profunda hasta métodos más ligeros como la cocción con un poco de aceite en horno o plancha, lo que resulta en una amplia gama de texturas, desde crujientes y doradas hasta tiernas, entre otras. La clave para obtener una textura perfecta en los alimentos fritos radica en el uso de un aceite de alta calidad con un punto de humo alto, como el aceite Sol & Oliva.
También puede leer: