Días soleados, altas temperaturas y poca nubosidad son parte de los efectos del ´Fenómeno del Niño` en nuestro país. La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo ,el cual debemos cuidar ante los altos niveles de rayos ultravioleta. Las exposiciones prolongadas al sol, durante esta temporada de sequía, pueden ocasionar resequedad severa, irritaciones y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
La médica y coordinadora de prácticas de medicina de Areandina sede Valledupar, Ketty Tatiana Romero, asegura que la mejor forma de evitar estas afecciones en la piel por los inclementes rayos provenientes del sol, es evitar la exposición directa entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde. “Si debemos tener contacto con el sol en estos horarios por temas laborales y otros, la idea es aplicarse bloqueador solar, una cantidad considerable en aquellas áreas del cuerpo expuestas como el cuello, los brazos, las orejas, rostro y manos principalmente y reaplicar a lo largo del día. No es recomendable en esta franja horaria tener ropa corta”, indica Romero.
El bloqueador solar se debe aplicar al menos tres veces al día, es decir en promedio cada 4 horas, con el fin de conservar su efectividad. “Podemos reforzar esta medida con el uso de gorras, sombreros, sombrillas y prendas de manga larga de algodón que ayudan a que los rayos no penetren de manera directa nuestra piel y evaporen el agua que consumimos de marera rápida,” explica la coordinadora de prácticas de medicina del Areandina sede Valledupar.
La especialista recomienda usar un bloqueador adecuado, ya que existen en el mercado diversas presentaciones que se clasifican, según su nivel de protección. “Los bloqueadores son efectivos cuando tienen un factor de protección solar (FPS ó SPF) entre 50 y 100, y que son esenciales para proteger la piel de rayos UVA y UVB, es decir que tenga una doble protección. Este nivel de protección debe usarse en cualquier ciudad o región del país, ya sea clima frío o caliente, es importante tener esta protección”, enfatiza Romero.
“Otra de las recomendaciones y no menos importante, es hidratarse con agua fresca durante el día con el fin de ayudar al cuerpo regular la temperatura y evitar insolación o el golpe de calor cuando tenemos que estar en contacto con el sol. La cantidad de agua que se recomienda ingerir es de 2 a 3 litros al día”, explica. La hidratación también puede lograrse con el consumo de frutas con alto contenido de agua como patilla, melón, piña, naranja, mandarina, entre otras.
Una alternativa para ayudar a cuidar la piel durante la exposición al sor es la aplicación de cremas o emulsiones hidratantes. Sin embargo, la médico Ketty Tatiana Romero, asegura que no todas las cremas son efectivamente hidratantes, “hay que usar productos dermocosméticos o dermatológicos, porque las que encontramos normalmente en el mercado, son cremas que huelen muy bien, pero no ofrecen hidratación y cuidado a la piel.”
Si existen complicaciones en la piel como dermatitis, resequedad crónica y otras, es importante acudir al médico y no automedicarse, a veces el aplicarse cremas o medicamentos no recetados puede complicar las lesiones adquiridas previamente y retrasar el adecuado tratamiento por parte de expertos.
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