“En Cundinamarca, con su rica diversidad de paisajes, patrimonio histórico y cultural, el turismo sostenible puede convertirse en una fuente de ingresos significativa para las poblaciones locales, impulsando emprendimientos y empleos en actividades turísticas como ecoturismo, turismo rural, gastronomía local, entre otros”, explicó Orlando Salcedo Moya, candidato a la gobernación del departamento.

“Al proteger y conservar los recursos naturales y culturales, el turismo sostenible también contribuye a la preservación del patrimonio del departamento para las futuras generaciones”, agregó.

“Después de Bogotá, en especial el sector de La Candelaria, los turistas internacionales buscan lugares como la Catedral de Sal de Zipaquirá –única en el mundo—los parques de Facatativá, la gastronomía de la Sabana Centro, los deportes extremos en el sector de Ubaté o los paisajes inigualables como el Páramo de Guerrero o las diversas lagunas que dispone el departamento”, manifestó Orlando al considerar que aún falta por explotar turísticamente a Cundinamarca.

“Además, al promover prácticas turísticas responsables, Cundinamarca puede posicionar su oferta turística a nivel nacional e internacional, atrayendo a viajeros conscientes que valoran la autenticidad y sostenibilidad en sus experiencias. En última instancia, el turismo sostenible representa una oportunidad para Cundinamarca de crecer económicamente de manera equitativa y protegiendo su riqueza natural y cultural, contribuyendo así al desarrollo sostenible y al bienestar de sus habitantes”, explicó el candidato que ha recorrido buena parte del departamento explicando su plan de gobierno.

Orlando Salcedo de visita al majestuoso páramo de Guerrero.

LAS PROPUESTAS TURÍSTICAS

“Debemos implementar la marca “Cundinamarca Destino turístico sostenible en Colombia” y coordinar desde el IDECUT con las instituciones involucradas el diseño de estrategias para que el turismo sostenible se reconozca como una alternativa productiva que permita convertir nuestra biodiversidad en un activo estratégico para impulsar esta actividad como un motor del desarrollo en cada una de nuestras provincias”, dijo.

Otras de sus propuestas son las de promover el turismo y sus diferentes modalidades en todos los municipios de forma responsable y sostenible, a través de programas de sensibilización, educación, cultura ciudadana, cultura turística y procesos de apropiación social del territorio.

Catedral de Sal de Zipaquirá, segundo destino turístico de Colombia.

Así mismo, desarrollar programas en los que la educación sea el principal instrumento del capital humano, para fortalecer las competencias técnicas de los prestadores de servicios turísticos.

Es importante, fortalecer la institucionalidad del sector turismo a nivel del Departamento de todos los municipios.

A través de medios de comunicación y manejo informativo, fomentar la utilización de las ventajas competitivas del departamento en términos de geografía, paisajismos, flora, fauna, cultura, folclor, gastronomía, historia del territorio, como productos de explotación del turismo en todas las modalidades.

El departamento debe impulsar el turismo de Naturaleza, de observación de fauna y flora, termales, observación geológica, safari fotográfico, senderismo, vuelo en parapente, cabalgatas y ciclismo de montañas.

Cundinamarca tiene las posibilidades de impulsar el agroturismo como modalidad de turismo rural, que engloba fincas agroturísticas, alojamiento en casas o fincas o fincas rurales y actividades recreativas dentro y/o en relación con el entorno agropecuario, talleres gastronómicos, vivencias míticas, talleres artesanales, fotografía rural.

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