¿Existe una actividad que pueda enganchar a personas de varias generaciones durante más de 30 minutos? Sí, y no necesita pantallas

Por Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo– www.Revistamision.com

¿Dónde está la fascinación de montar pequeñas piezas, pegar y pintar? “El modelismo es una afición un poco desconocida, pero los que estamos metidos en este mundillo estamos enganchados”, afirma José Luis Mirón, presidente de la Asociación de Modelismo de Sevilla. Grandes y pequeños en muchos lugares del mundo pertenecen a ese simpático grupo de “adictos” que aprovechan cada rato libre para continuar su obra maestra. Hemos descubierto tres características que hacen de este hobby algo único.

1. Niveles de destreza:

En el modelismo, caben muchos niveles de dificultad. Hay modelos con la etiqueta “easy kit” para los que no hace falta ni siquiera pegamento. Son óptimos para que empiecen los más pequeños. A partir de ahí, la progresión es infinita: “Existe incluso la posibilidad de fabricarte tus propias piezas, con madera o masilla, a partir de un plano de un galeón del siglo xv, por ejemplo”, dice Mirón.

2. Variedad de contenidos:

Se trata de una actividad con multitud de tipologías. En el modelismo histórico, se recrean a escala aviones, barcos, coches, camiones, trenes o ejércitos de todas las épocas. En el modelismo de fantasía, se representan naves espaciales o personajes de películas como Star Wars, monstruos, quimeras y cualquier ser o vehículo imaginario. Existe el modelismo estático y el de vehículos que se mueven por radiocontrol. ¡El espacio para la imaginación es inmenso!

3. Personas implicadas:

Por su naturaleza, el modelismo es una actividad perfecta para disfrutar en familia, no para que los niños se distraigan solos: “No puedes poner a un chaval delante de una maqueta y ya está, porque corres el riesgo de que se aburra y se frustre si no logra avanzar. Tienes que estar con él y ayudarle a montar piezas o a pintar. Lo ideal es que sea una actividad compartida en familia”, afirma Carlos Siguero, de la asociación Model 34. Carlos cuenta cómo ha presenciado muchas veces la misma escena: “Vienen padres y madres a una actividad, y acaban más implicados que el propio hijo, hasta proponernos incluso organizar actividades solo para adultos”.

Mejor que matar marcianos

Siguero apunta que el modelismo es especialmente bueno para ciertos casos: “A nuestra asociación han venido niños hiperactivos que han trabajado concentrados, como uno más. Solo cuando han venido sus padres a recogerlos nos hemos enterado de su situación. Mientras montaban y pintaban, no parecían tener dificultades de atención o de comportamiento”.

Siguero está convencido de que el modelismo ayuda a crecer en virtudes como la paciencia o la perseverancia, puesto que “te permite centrar toda la atención; no es como una maquinita en la que te pasas el rato matando marcianos”. Además, es gratificante en un sentido más profundo y duradero que las gratificaciones rápidas y efímeras que ofrecen las pantallas: “Es muy bonito comprobar cómo vas progresando, y ver cómo de la nada de repente descubres que has creado algo muy atractivo para ti y para los que están alrededor”, afirma este modelista tras años de afición.

Mirón apoya esta idea: “El modelismo es una alternativa a la manera en que se mueven ahora los chavales, que pasan mucho tiempo frente a pantallas”. Y enumera otras capacidades que potencian quienes lo practican: “La habilidad manual, la imaginación, la concentración, la concepción espacial y la competencia artística”. Además, aprenden de historia y amplían sus conocimientos culturales.

Puede ser una imagen de aeronave
Uno de los modelos del doctor Juan Guillermo Ortiz, director de la clínica de la Universidad de La Sabana.

Cómo empezar desde cero

Para iniciarse en el modelismo solo hace falta “una inversión inicial mínima”, dice José Luis Mirón, porque “no hay que tener prisa, y empezar por lo básico”. De hecho, se puede comenzar “con muy poco dinero, porque en el mercado tienes maquetas por pocos euros”, confirma Carlos Siguero. En España hay asociaciones de modelismo prácticamente en cada provincia, muchas de las cuales dependen de la International Plastic Modeling Society (IPMS), la federación internacional de modelismo, que periódicamente organiza eventos y concursos que sirven como punto de encuentro para modelistas de todas las edades y niveles.

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