Por Guillermo Romero Salamanca -Tomado del CPB

El 9 de febrero de 2010, Día del Periodista, Norberto Patarroyo presentó el primer número de El Muro de Pata.N: Pata de Patarroyo y N de Norberto. Desde ese momento, cada domingo, muy temprano, les entrega a sus lectores la información sobre la Libertad de Expresión, noticias sobre las agresiones a los periodistas, cambios en los cargos directivos y también un sinnúmero de aspectos jocosos que les suceden a los comunicadores.

El Muro es una revista virtual. A veces trae 30 páginas, otras, 25 y unas más, 35. Elaborada de forma sencilla, con el fondo de una pared enladrillada, abrevia el transcurrir del periodismo.

Tiene corresponsales como Orlando Cadavid, Gustavo Álvarez Gardeazabal, Esteban Jaramillo, Eduardo Lozano y un sinnúmero de fuentes de altísima credibilidad.

Norberto Patarroyo vive de afanes. Se le ve correr de un lado a otro. No tiene tiempo para degustar un café. Se le puede ver en RCN Radio a las 8, luego en un TransMilenio a las 9, llega a Caracol, minutos después está en un Centro de Salud, va y viene, simplemente, corre.

Recuerda que uno de sus profesores fue el maestro Jimmy García Camargo, de la Academia Arco, y que tuvo entre sus condiscípulas a la presentadora Ángela Patricia Janiot.

Hace poco decía Norberto que lo que más le preocupaba era la seguridad de los periodistas en Colombia. Si la calificaran, simplemente, pasaría con un 6 y raspando. “Especialmente cuando hablamos de esas regiones en las cuales la mano oscura de los grupos al margen de la ley que hacen presencia para amenazar con un revólver, pistola o fusil a los comunicadores que quieren denunciar irregularidades en una región. Es evidente que el periodista no tiene la plena protección del Estado”.

Sobre la Libertad de prensa, dice que apenas es tibia y que el principal problema para los periodistas empezó cuando como se le retiró la tarjeta profesional. 

EL NACIMIENTO DE EL MURO

La idea surgió luego de una serie de tertulias que se generaban después de los partidos de fútbol.

“Yo era el DT del equipo Prensa Bogotá Fútbol Club. Una vez terminada la agenda deportiva, nos quedábamos compartiendo diferentes temas del acontecer diario del periodista. Allí surgió la idea de armar un medio de comunicación, nuestro, muy personal, de voz a voz. Le pusimos El Muro para que fuera como un gran mural en donde los periodistas pudieran escribir lo que quisieran. Así nació la idea”, explica ahora.

El Muro se hace en el transcurso de la semana. “Es que no lo hago yo solo, sino con varios colegas que me envían información, llegan noticias que van desde el escenario internacional, hasta lo nacional y local. Pero también nos envían apuntes curiosos o fotos curiosas relacionadas con colegas que se pueden publicar y se les hace un comentario”.

El Muro tiene secciones en donde se enfatiza en la Libertad de Prensa, se relaciona lo que está pasando en el mundo del periodismo y resalta también la tarea nacional y local.

Tiene más de 2.500 seguidores en Twitter, con una condición: todos son periodistas. “Sumando lo que hacemos a través de Facebook y lo que se envía por correo personalizado, podemos estar llegando a más de tres mil quinientos seguidores, eso sí todos periodistas”.

LOS 500 MUROS

El Muro fue bautizado como Pata.N por el apellido del autor y su nombre. Su icono es el perro “Patán”, un personaje de dibujos animados de Hanna-Barbera, conocido también como “Pulgoso”, que apareció por primera vez en la serie animada “Los autos locos” en 1968. Este perro se ríe de lo que ocurre en su entorno. Este domingo 22 de septiembre llega a su edición 500.

–¿Qué siente haber alcanzado los 500 números?

–Es una gran satisfacción porque era un reto. Decir llegamos a las 500 ediciones semanales significa casi 10 años en esta labor de informar a los colegas sobre el oficio y defender la Libertad de Prensa. Es un gran logro y una meta cumplida. Claro que vienen más con la ayuda de Dios.

–¿Cuál es la principal dificultad para elaborar el Muro?

–No le veo dificultad en la elaboración de El Muro. Si bien exige un trabajo adicional, aparte de la labor que uno realiza como periodista para subsistir, es la satisfacción de estar en contacto con los colegas, hablando de esta hermosa profesión. Entonces, no le veo dificultad en hacerlo, sino satisfacción.

–¿Ha pensado alguna vez en dejar de hacer El Muro?

–No. Nunca he pensado en dejar de hacerlo. Ni siquiera cuando estuve pasando por momentos adversos con un hijo, quien falleció tenía cuando 17 años. Fueron días difíciles y uno se bloquea completamente y sin embargo salió la edición normal. Eso fue en julio del 2013. Entonces creo que ante la adversidad y ante los momentos difíciles que atraviesa el periodismo, cuando   cada día se cierran más espacios laborales, no se puede declinar. Todo lo contrario: pedir permiso al Todopoderoso para seguir adelante.

–¿Qué día le llenó de alegría El Muro?

—-Todos los domingos. Es como la alegría de enviarlo a los colegas y la satisfacción del deber cumplido.

–¿A qué se dedica ahora?

–Después de hacer radio unos años en Todelar al lado de Luis Guillermo Troya y realizar varias publicaciones para periódicos locales, en los últimos años me he dedicado a trabajar como periodista del sector salud. Entonces hago asesorías en la parte de prensa a varias instituciones dedicadas al sector salud.

–¿Se ha ofendido alguien por sus comentarios?

–Nunca se han ofendido. Al contrario, se ríen de esas “metidas de pata” que a veces cometemos. Hay una parte jocosa. Esta la buscan mucho los colegas. Es más, algunos periodistas nos envían material fotográfico o notas curiosas para publicar. No hemos tenido el primer colega que se haya molestado por una publicación que haya salido en El Muro. Por lo menos no me han hecho un reclamo porque siempre lo que hacemos es foto caricatura y un periodista entiende que es una forma de divertirnos.

–¿Cuáles son sus planes para el futuro EL MURO DE PATA’N?

–Los planes son transformarnos en un gran portal de noticias, tema que ya venimos trabajando. También estamos trabajando en el tema de la página web. De fondo también crear una gran cooperativa de periodistas como herramienta para estar unidos como profesionales de la comunicación. Ahora más que nunca, debemos estar unidos.

SOBRE EL PERIODISMO

–¿Cree que las elecciones son momentos propicios para amenazar a los periodistas?

–En temporada de elecciones siempre se ha visto que arrecian las amenazas contra los comunicadores. Pero esto no es nuevo para el periodista. Siempre ha vivido en amenaza. Especialmente cuando se denuncia, se destapa, se muestra la verdad y salen a flote esos oscuros personajes que se llevan los recursos públicos. Estas denuncias llevan a que el periodista arriesgue su vida por cumplir su misión de informar.  

–¿Cuál considera que es el principal problema de los periodistas en Colombia?

–El gran problema es que el ejercicio del periodismo en Colombia siempre ha estado expuesto a la censura y a la amenaza. En un escenario como el nuestro, los actos de violencia contra la libertad de expresión siempre serán una constante.

En nuestro país la corrupción y la delincuencia se pasean orondas y cuando el periodista quiere denunciar, entonces queda en el punto de mira del villano. Sumando a esto, el Estado no brinda las suficientes garantías y seguridad pare ejercerlo. Sumemos a lo anterior otro problema: la cadena sucesiva de recortes en grandes casas del periodismo. Esto hace que cada día sea más difícil ejercer la noble profesión. Ese es otro gran problema. 

–¿Cuándo se vio amenazada la profesión del Periodismo?

–Empezó cuando retiró la tarjeta profesional.  Esto hizo que el periodista haya perdido ese perfil y esa identidad de profesional que debe tener. Así las cosas, empezó a perder espacios porque ya todo el que tomaba un micrófono o pasaba por una emisora ya era periodista. Esto lo describe muy bien el colega Indalecio Castellanos en una anécdota cuando la señora de los tintos de RCN Radio llegó a la cabina, una vez se enteró de la noticia de la tarjeta profesional para periodistas y les dijo en tono ceremonioso: ¡Buenos días colegas! Ahí se jodió todo, y este ha sido uno de los problemas para el periodista cuando busca el escenario laboral. Ahora nos tratan como el que sabe algo de un oficio y así mismo se les remunera. Ahora todos son periodistas. Hasta el brujo y pastor opinan como periodistas. El otro problema que tiene el periodista es el mal trato que le dan en algunos medios. A algunos les toca rebuscarse vendiendo publicidad y otro se trabajan con sueldos de miseria que no justifican el esfuerzo y el trabajo que realiza.

–¿Cuántos años en el CPB? ¿Cuál ha sido su experiencia?

–La verdad soy nuevo en el CPB. Siempre quise pertenecer, pero hace casi un año se dio la oportunidad y estoy contento con pertenecer a esta gran familia. El agradecimiento aquí para su presidenta, Gloria Vallejo.

–¿Por qué se dedicó al Periodismo?

–Desde chico me gustaba mucho la radio. Era como la pasión. Era receptor permanente de toda la información que nos llegaba a través de la radio y alguna vez soñaba con estar ahí. Así empecé ese gusto por el periodismo. De niño vivía cerca al Hipódromo de Techo y jugaba a narrar las competencias y después hacer las entrevistas a los jinetes y a los preparadores. 

Cuando estuve prestando mi servicio militar como bachiller en la Escuela de Infantería, me fortalecí en el tema de las comunicaciones porque llegué a esa Unidad en el Batallón Escuela de Comunicaciones.  Trabajé como funcionario del Distrito, pero allí aproveché para hacer mi carrera. Primero de locución en la Academia Arco y después como periodista en la Fundación Universitaria Inpahu.

–¿Cuál ha sido el día más importante en su carrera?

–Cuando me entregaron el Premio de Periodismo Álvaro Gómez Hurtado. 

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