Álvaro Ayala Tamayo

Un Judas sin Dios y sin Ley-va diciendo barbaridades y de golpe puso de rodillas al presidente Petro ante su homólogo Donald Trump. Luego apareció la carta ofreciendo disculpas, que nunca llegó al destinatario porque la enviaron por el hueco.  El bocón Álvaro Leyva Durán y Petro son mercaderes que convirtieron la paz en un parque temático. 

Para mantener notoriedad, Leyva, está dedicado a vivir de la mala imagen del presidente Gustavo Petro.  La petrología es la ciencia que estudia las rocas y las piedras. El petrismo es el gobierno para sacarle la piedra a la gente, dicen en la calle. 

Para apagar el fuego el presidente Gustavo Petro nombró al pirómano Alfredo Saade. Además de inepto es mentiroso. Tan de mala clase que logró lo que muchos no pudieron en tres años. Echar en una semana a la poderosa Laura Sarabia. El pastor no le mostró el camino de Dios, le selló la visa de salida. Ya no les interesa mantenerla en su rebaño. Sin embargo, descarriada puede hacer daños.  

El torcido de los pasaportes está que sangra. Ese concierto para delinquir es de mucho billete. Los quieren producir en la imprenta nacional una tipografía de barrio que solo tiene capacidad para imprimir tarjetas de invitación a los tarimazos del presidente. Todavía está en la era de los linotipos que inventó Gutenberg. Que le digan al sospechoso Saade, que los hologramas de los pasaportes son diseñados con inteligencia artificial, la tinta no es china y tampoco sirve el papel bond gramaje 50, Made in San Victorino.

El lío ahora es que la maten y digan que se suicidó.  Es urgente que la doctora Sarabia, de su puño y letra redacte una carta diciendo que está contenta con su vida. Que no piensa suicidarse y la autentique ante notario. La muerte te da sorpresas. Como cuando Putin asesina a sus testaferros. Resulta que todos se tiran de un balcón o se meten un balazo en la sien.

Laura sabe muchos secretos y guarda cosas. Hasta la semana pasada era la llave del cofre con los tesoros y hoy es más peligrosa que hacer fila en Gaza para recibir un plato de sopa.  Tiene más enemigos que amigos y todo puede pasarle a una excanciller que ha ocupado tan importantes cargos.  Este gobierno es una escuela de negocios. Sandra, Bonilla, Carlos ladrón, Manrique, Olmedo y Sneyder son algunos de sus reputados catedráticos. A Petro le acaban de confirmar otro empleado en la cárcel. Alias 19, el jefe de la primera línea lo están llamando a rendir cuentas en La Picota y lo acusa de abandono. 

Faltan menos de trece meses para que se acabe la pesadilla con fin.  El país debe unirse para ayudar a mantener a Petro hasta el último día de su mandato constitucional. Es la tarea más importante para conservar la democracia.  

Ahora hay que estar alerta para que no vaya a nombrar gestores de paz a los atacantes del senador Miguel Uribe Turbay. Pilas.

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