Por Mauricio Salgado Castilla

@salgadomg

El proceso de pulir un vehículo es, sin duda, un momento crítico en el que pueden ocurrir daños significativos a la pintura.

Este es el tercer artículo dedicado a comprender cómo mantener la pintura para preservar la inversión mientras se mantiene la apariencia del vehículo. Es innegable que el estado exterior de un automóvil comunica mucho sobre sus propietarios; sin importar la edad o la marca del vehículo, lo que realmente importa es su apariencia. Los automóviles, junto con cualquier otro artefacto que nos permita desplazarnos, han sido fundamentales en cómo nos perciben y cómo nos sentimos.

El término «pulir» se asocia comúnmente con lijar y abarca un momento en el que, ya sea a mano o utilizando máquinas como pulidoras rotativas o rotores orbitales, se utilizan abrasivos, ya sea en forma de lija o inmersos en una crema. Estos abrasivos están formulados con lubricantes y partículas controladas para definir el nivel de abrasión según la necesidad y técnica a aplicar, de ahí que es definitivo el conocimiento de la persona que lo realiza.

Hablando específicamente de automóviles o motocicletas, se ha señalado que la capa exterior de lo que llamamos pintura es barniz transparente. Este barniz, debido a su composición, no es muy resistente; las toallas con las que se seca o lava, en muchos casos, son más duras que el propio barniz, creando micro rayones que atrapan la luz, perdiendo así el brillo, el barniz también interactúa con varios tipos de contaminantes, incluidos los orgánicos, ensuciándose y opacándose con el tiempo. De ahí, muchos lugares ofrecen el servicio de pulido para devolverle el brillo al vehículo, o cómo lo llaman muchos la “polishada”.

Es crucial que este proceso sea llevado a cabo por alguien con conocimientos, herramientas adecuadas y productos específicos.

En el mercado, existe una amplia variedad de productos. Más que categorizarlos como buenos o malos, su elección depende de las necesidades, expectativas del propietario, habilidades y conocimientos del operario que realiza el trabajo, un excelente producto mal aplicado puede causar daños que obliguen a realizar costosas reparaciones, todo puede pasar en “cinco” minutos.

Como dueño de un vehículo busco que se vea brillante y que los costos de mantenimiento, no solo en términos financieros sino también en consideraciones ecológicas, se reduzcan al lavarlo, buscaré un servicio de pulido excelente. En el siguiente artículo, se hablará de qué hacer después de una pulida de calidad.

En los artículos anteriores hablamos del grosor de la pintura y que tan fuerte es, sugiero leerlos antes de continuar con esta.

Para un trabajo profesional, se espera que la pulida se realice en tres pasos. El primero rebajará entre 3 y 4 micras del barniz, teniendo en cuenta que, en un vehículo nuevo, el barniz puede tener 40 micras, esto es mucho. El paso 2 rebajará aproximadamente 1.5 micras, y el paso 3, la fase final, donde se observará un brillo significativo, probablemente sólo rebaje media micra. El tipo de “pad”, que rota utilizado ya sea de lana, espuma o microfibra varía según el paso.

El producto, generalmente en forma de crema, se aplica a los pads de manera coherente con el paso. La crema actúa como un lubricante donde las partículas abrasivas, dependiendo del paso, son más o menos abrasivas. El orden de uso es crucial; invertir el orden no es una opción. Además, utilizar productos de diferentes marcas en los tres pasos, aunque sean de alta calidad, no es recomendable, porque cada paso está graduado para el siguiente, no usar la misma marca, es cómo tratar de armar un reloj de piñones con engranajes de diferentes marcas, por muy finos que sean no trabajaran juntos.

El paso 1, con su alta capacidad de abrasión, requiere un producto específico. Los productos diseñados para talleres de pintura son diferentes a los utilizados por profesionales del detailing, quienes buscan mejorar el estado de la pintura más allá de la fábrica. Marcas serias como Norton de los Estados Unidos, Rupes de Italia o Menzerna de Alemania, ofrecen diferentes productos para el paso 1. Es importante destacar que los productos de taller suelen presentarse en latas plásticas, mientras que los de detailing profesional vienen en envases más altos de un litro.

La limpieza de los elementos utilizados, especialmente los pads, son esenciales para garantizar la calidad del trabajo. Después de su uso en un vehículo, deben lavarse; no deben usarse sucios en otro vehículo, ya que podrían transferir suciedad y abrasivos no deseados. Otro aspecto crítico es el tiempo de pulido en cada área, si se demora más de unos pocos minutos la temperatura de la pintura se elevará por encima de los 40 grados y se deteriorará.

Una señal de profesionalismo es la limpieza de estos elementos; tocar los pads y no tenerlos grasientos ni sucios es un buen indicador.

Cuando la pintura se ha pulido esta queda brillante, pero no está protegida de ninguna manera, es definitivo aplicar productos que minimicen los estragos de los rayos ultravioleta, repelan los ácidos de la contaminación orgánica y química y tengan una alta hidrofobia para que el agua no se adhiera fácilmente.

En el siguiente artículo hablaremos de estos recubrimientos que van desde las ceras de carnauba con más de 40 años de existencia que duran máximo tres meses hasta recubrimientos que aprovechan los desarrollos de la nanotecnología pueden durar muchos años.   

Gracias por los aportes msalgado@xmaseducacion.com

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