En Colombia, cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) dejan ver que un número estimado de personas con ceguera es de 236.076 y por lo menos 1’205.494 tienen discapacidad visual moderada a severa.

Las cataratas son la opacidad del lente cristalino, que puede derivar de múltiples causas, ya sean congénitas o adquiridas. Pueden ser congénitas debido a síndromes genéticos, enfermedades huérfanas y problemas durante el embarazo como infecciones por TORCH; o adquiridas por enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus, el trauma ocular, pacientes en tratamiento con fármacos cataratogénicos como los corticoides, la exposición a fenómenos físicos como las radiaciones UV, la edad del paciente (catarata senil) y la herencia.

“Las cataratas son la principal causa de ceguera reversible en el mundo, es decir que con el acceso a la cirugía los pacientes que sufren de esta patología pueden volver a recuperar su visión, siempre y cuando algunos condicionantes estructurales de ojo como por ejemplo lesiones retinales avanzadas determinen otra causa de baja visión”, afirma el doctor Marcelo Carrizosa docente del programa de Optometría de la Universidad El Bosque.

La mayoría de los casos de ceguera y discapacidad visual severa se encuentra en las mujeres, quienes tiene mayor riesgo de ceguera por cataratas que los hombres. La esperanza de vida es mayor en mujeres que en hombres lo cual se correlaciona. La prevalencia de catarata en mujeres puede ser el doble que en hombres en países desarrollados.

“En Colombia los estudios epidemiológicos son limitados con respecto a esta patología y se encuentran en las grandes ciudades, pero en la Colombia profunda la prevalencia de esta patología es alta en población adulta mayor principalmente, y el acceso a la cirugía que es el tratamiento posible es limitado por la situación del país», añade Carrizosa.

Estudios científicos evidencian también inequidad de género en la cobertura quirúrgica de cataratas en países de ingresos bajos y medianos, con menos mujeres sometidas a cirugía de catarata que en hombres. Las inequidades de salud en América latina se encuentran entre las mayores del mundo, la prevalencia de ceguera en hombres y mujeres es el mismo para el grupo etáreo de 50 años y mayores que corresponde al 1.6%, y para todas las edades es del 0.5%.

La detección de la catarata es generalmente clínica, y su tratamiento es la cirugía. Las tasas de éxito para el procedimiento quirúrgico son altas. Colombia cuenta con especialistas oftalmólogos altamente capacitados para la intervención. El procedimiento quirúrgico más empleado en la actualidad es la facoemulsificación, donde un ultrasonido desintegra y aspira la opacidad y el procedimiento es menos invasivo, esto favorece la recuperación del paciente.

A la mayoría de los pacientes se les implanta una lente intraocular que reemplaza el cristalino opaco, y este lente les permite recuperar la visión de manera eficiente, actualmente los lentes intraoculares han tenido avances en el diseño y muchos pacientes se ven beneficiados ya que después de la cirugía los pacientes quedan con agudezas visuales óptimas e inclusive sin usar gafas posteriormente a la cirugía. La responsabilidad ante el autocuidado es inaplazable, ante cualquier síntoma que impida la visión normal es importante acudir al oftalmólogo y al optómetra. 

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