El alimento que más consumimos y del que menos sabemos

La leche es un alimento básico que ha sido parte de la dieta humana durante miles de años. Conocida por su alto valor nutricional, este producto se obtiene principalmente de vacas, aunque también se consume la leche de cabra, oveja y otros mamíferos. Además, en las últimas décadas, han surgido alternativas vegetales que buscan ofrecer opciones para quienes tienen restricciones dietéticas o preferencias específicas.

Propiedades de la leche

La leche es un alimento destacado por su aporte de nutrientes esenciales que favorecen tanto el desarrollo como el mantenimiento del cuerpo humano. Entre sus beneficios principales se encuentra su contenido de proteínas de alta calidad, como la caseína y las proteínas del suero, que desempeñan un papel crucial en la reparación y el crecimiento de tejidos.

También es una excelente fuente de calcio, un mineral indispensable para mantener la salud de los huesos y los dientes, además de ser esencial en procesos como la contracción muscular y la función nerviosa.

La leche ofrece una amplia gama de vitaminas. En sus versiones fortificadas, contiene vitamina D, fundamental para la absorción del calcio, así como vitamina A, riboflavina (B2) y vitamina B12, todas ellas vitales para el funcionamiento adecuado del organismo.

En cuanto a las grasas, la leche varía su contenido dependiendo de su tipo, ya sea entera, semidesnatada o desnatada. Estas grasas no solo proporcionan energía, sino que también facilitan la absorción de vitaminas liposolubles como la A y la D.

La leche aporta carbohidratos en forma de lactosa, un azúcar natural que el cuerpo utiliza como una fuente rápida de energía. Este conjunto de nutrientes convierte a la leche en un alimento indispensable en una dieta equilibrada y en una valiosa fuente de beneficios para la salud.

Aunque la leche es un alimento muy beneficioso para nuestra salud, deberíamos tener cuidado con una práctica que estamos acostumbrados a ver y no hacer nada.

El error que cometemos al calentar la leche

Con el frío que traen estas temporadas, tendemos a tomar todas las bebidas posibles en caliente. Sin embargo, calentar la leche en el microondas puede generar una capa en la superficie que muchos consideran nata, pero que en realidad es una proteína llamada «lactoalbúmina». Aunque puede resultar poco apetecible para algunos, los especialistas recomiendan no retirarla debido a sus beneficios nutricionales.

Quitarla no solo podría afectar el sabor, sino también reducir sus beneficios para el organismo. Para quienes encuentran desagradable esta capa, existe una solución sencilla, mezclar bien la leche para que la proteína se integre con el resto del líquido. Esto no solo elimina su apariencia y textura, sino que permite disfrutar de la bebida con todos sus beneficios intactos. De esta forma, quienes prefieren evitar la presencia visible de la capa pueden seguir disfrutando de la leche como lo hacen habitualmente, pero aprovechando al máximo sus propiedades.

Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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