Por Mauricio Salgado Castilla

@salgadomg

La idea de tener una junta directiva no suele asociarse con pequeños negocios como lavaderos de autos o pequeños supermercados. Sin embargo, en el siglo XXI, incluso los negocios más pequeños enfrentan desafíos que sus fundadores ni siquiera imaginaron. Hoy en día, tener una buena idea y trabajar duro ya no es suficiente.

Los clientes son más exigentes, el internet y los medios de comunicación han multiplicado las opciones disponibles, los avances tecnológicos impactan rápidamente todos los sectores, y la sostenibilidad se ha convertido en una preocupación creciente. Es poco probable que una sola persona, incluso un dueño que durante años demostró ser exitoso, cuente con todas las competencias necesarias para responder eficazmente a las demandas del mercado actual.

Einstein decía: “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. Contar con una junta directiva o un grupo asesor, por pequeño que sea, puede marcar una diferencia clave.

La importancia de adaptarse en el siglo XXI

Los cambios no solo afectan a los productos o herramientas. Por ejemplo, si analizamos el sector de los detalladores (o detailers) de autos, los clientes actuales buscan mucho más que un simple servicio de lavado o pulido. Quieren experiencias personalizadas, productos ecoamigables y soluciones innovadoras que prolonguen la vida útil de sus vehículos…

¿Por qué es importante una junta directiva en pequeños negocios?

Muchos propietarios asumen que pueden tomar todas las decisiones ellos mismos. Aunque este enfoque pudo funcionar por años, ahora la toma de decisiones unipersonal puede llevar a la quiebra.

Un grupo asesor, amigos interesados o junta directiva, compuesta por un grupo reducido pero estratégico de personas, puede ofrecer perspectivas diferentes, maximizar oportunidades y ayudar a anticipar problemas antes de que ocurran.

¿Qué perfiles deben integrar una junta directiva en pequeños negocios?

  1. Propietario o fundador con visión estratégica: El propietario aporta la visión general de hacia dónde quiere llevar su negocio. Esta persona tiene el conocimiento más profundo del funcionamiento diario y los objetivos de largo plazo, pero necesita apoyo para no estar solo en la toma de decisiones, a veces el día a día en el negocio no da oportunidad a pensar de manera estratégica.
  2. Experto en información: el internet y los desarrollos tecnológicos han transformado el mundo, por ejemplo, en un negocio relacionado con vehículos, la tecnología está en constante cambio. Contar con alguien que entienda las tendencias en herramientas, productos y procesos ayuda a direccionar hacia donde hacer los cambios e inversiones garantizando que el negocio crezca aun en situaciones donde la economía no parezca hacerlo, como actualmente.
  3. Experto en el mercado. Tradicionalmente se creaba un producto o servicio y luego se buscaba el mercado, actualmente se analiza que quieren los clientes y eso es lo que se debe producir o comercializar. Esto implica entender el mercado, conocer muy bien a los clientes, su comportamiento y tener la velocidad de adaptar el negocio. Esto también incluye el aspecto de sostenibilidad ambiental.
  4. Asesor financiero y administrativo: En cualquier negocio, el control de la administración y las finanzas es fundamental. Contar con alguien que pueda hacer análisis de los procesos administrativos y financieros, direccione la toma de decisiones sobre prácticas administrativas y financieras, más allá de llevar la contabilidad es garantizar que el negocio esté tenga una buena salud y se proyecte hacia el mañana. Son muchos los negocios que están en el sector del momento, pero por problemas administrativos y financieros fracasa, este es habitual en los negocios familiares.
  5. Experto en marketing digital: Hoy en día, la presencia online es vital para darse a conocer, atraer clientes y mantener una relación fructífera con clientes y la comunidad en general, especialmente cuando se tiene un pequeño negocio, pero no es suficiente estar en las redes sociales su gestión es definitiva. El secreto es contar con una persona que entienda las dinámicas de las redes sociales, el marketing digital, pero del negocio específico que se trata, los sistemas automatizados y los direccionados por inteligencia artificial, que son los que más se ofrecen a bajo costo, pero son diseñados para grandes empresas.  

Por último, muchos pequeños empresarios creen que no tienen los recursos para tener la junta directiva, no todo se paga con dinero, hay trueques, porcentaje de las nuevas utilidades y hasta llegar a ser parte de una franquicia que esencialmente deben contar con juntas directivas que llenen todos los roles comentados.

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