El uso de esta prenda puede provocar problemas para la salud que muy pocas personas conocen, según diversos estudios

Los bluyines son un tipo de pantalones muy frecuente y muchas personas los usan. Ya sea para vestir bien por la calle, para ir a la oficina o para un evento importante, esta prenda suele ir siempre con nosotros y es casi indispensable usarlos para evitar el típico chándal o pantalón para hacer deporte. Sin embargo, un uso inadecuado y frecuente puede poner en riesgo al cuerpo, y en concreto, generar problemas para la salud de los que muy poca gente es consciente, según diversos estudios.

Los bluyines empezaron a aparecer a finales del siglo XIX y apenas cuentan con 150 años de historia. Fue en 1873 cuando Jacob Davis y Levi Strauss patentaron un diseño de pantalón resistente con remaches de cobre en los bolsillos para reforzar la tela. Unos pantalones que estaban hecho de denim (tejido muy resistente) y que originalmente fueron diseñado como ropa de trabajo para obreros, mineros y vaqueros del Oeste de Estados Unidos.

No tardaron mucho en convertirse en la prenda favorita de los trabajadores estadounidense, y poco después, en el resto del mundo. Así, aparecería el Levi’s 501, uno de los modelos más famosos hasta la actualidad, marcando esa pequeña transición de convertirse en un icono de la moda global gracias a su resistencia, comodidad y adaptabilidad a cualquier estilo.

A lo largo del tiempo se han ido fabricando diferentes «jeans» con diferentes cortes y estilos, adaptándose a diversas modas y necesidades, desde ropa casual hasta alta costura. Tal es el caso que figuras como James Dean y Marlon Brando popularizaron los jeans en el cine, convirtiéndolos en un símbolo de rebeldía juvenil. Pero también más adelante, bandas de rock o movimientos contraculturales adoptaron los vaqueros como parte de su identidad.

Estos son los problemas de usar bluyines todos los días, sobre todo si son ajustados

Y es que, desde las últimas décadas, los diseñadores han reinventado los vaqueros con distintos colores, cortes o estilos, de tal manera que la tendencia acaba siendo aquellos que son ajustados. No obstante, su uso inadecuado puede ser peligroso para la salud, debido a que, si son tallas demasiado pequeñas o si los vaqueros están ajustados, podría presentar una serie de problemas.

Por ejemplo, puede causar molestias dermatológicas por el constante roce y la comprensión, así como dificultades respiratorias cuando son excesivamente ajustados. Esto provoca que la sangre deje de fluir de forma adecuada y puede acumularse en la parte inferior del cuerpo. Por otro lado, provoca el riesgo de celulitis o vulvodinia, puesto que las prendas muy ceñidas comprimen las piernas. Según un estudio de la Universidad de Boston, las mujeres que usan jeans ajustados al menos cuatro veces por semana tienen el doble de probabilidad de sufrir de esta última patología, en comparación con aquellas que usaban estas prendas, o al menos con tanta frecuencia.

Los bluyines ajustados también provocan problemas digestivos, debido a que la presión sobre el abdomen facilita la existencia del reflujo gastroesofágico. También en el sistema nervioso periférico, causando irritación en los nervios de la zona del glúteo o muslos. Además, según explica una publicación del Journal of Physical Therapy Science, los pantalones ajustados pueden causar daño musculo-esquelético, debido a que nos obligan a estar en posturas y movimientos anormales de la columna lumbar y la pelvis.

Si bien usar vaqueros todos los días, mientras sean de una talla más ancha o al menos no usar los «skinny jeans» con frecuencia son dos de las soluciones más eficientes para priorizar nuestro bienestar y tomar precauciones, los expertos también sugieren que reservemos este tipo de prensas para «ocasiones puntuales» y evitar su uso prolongado. Por ejemplo, estando en casa, cambiarlos por otros más cómodos. Los expertos recuerdan que debemos descartar cualquier pantalón que nos genere incomodidad, hormigueo o dificultades para movernos.

Y es que los «jeans» ajustados es una moda que «no pasa de moda», y muchas personas suelen llevarlos por estética o quizás comodidad, pero como matizan los estudios, pueden poner en riesgo nuestro bienestar, por lo que deberíamos usar otro tipo de pantalones o, en el caso de bluyines, que sean holgados.

Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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