En total, para la Semana Santa 2025, las autoridades del Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) proyectan 4.2 millones de llegadas de turistas, generando una dinámica económica positiva con un beneficio económico que se espera sea de 3 mil millones de quetzales.
Durante el tiempo de Cuaresma y Semana Santa, Guatemala emerge como el epicentro indiscutible de la fe, la devoción y el fervor religioso en toda Centroamérica. Con una expresión de sincretismo religioso única en el mundo, el país se erige como un destino excepcional para el turismo cultural y religioso, que atrae a visitantes de todos los continentes.

La Semana Santa en Guatemala se compone de una serie de actividades arraigadas en la historia y tradición de más de cuatro siglos. Las grandes procesiones, en las que participan miles de personas, dan lugar a momentos de profunda espiritualidad. Este legado de solemnidad y fervor convierte al país en un destino sumamente atractivo para el turismo religioso, un segmento en constante crecimiento que busca experiencias auténticas y cargadas de misticismo.
La Semana Santa en Guatemala se compone de una serie de actividades arraigadas en la historia y tradición de más de cuatro siglos. Las grandes procesiones, en las que participan miles de personas, dan lugar a momentos de profunda espiritualidad. Este legado de solemnidad y fervor convierte al país en un destino sumamente atractivo para el turismo religioso, un segmento en constante crecimiento que busca experiencias auténticas y cargadas de misticismo.

Con procesiones, vigilias, marchas fúnebres, gastronomía de temporada y la creación de alfombras y altares de flores, la Semana Santa se convierte en uno de los eventos más destacados del país. Las calles se llenan de color, mientras que las fachadas de las casas se decoran para crear una atmósfera particular.
En los preparativos y celebraciones participan feligreses, vecinos, turistas, artesanos, músicos y autoridades. Este evento con matices únicos en la región estimula el turismo intrarregional en Centroamérica. Las previsiones indican que el 54% de los viajeros serían ciudadanos de El Salvador, así como un 12% de Honduras. Además, un 15% de Estados Unidos y un 6% de Europa.
El sabor de la Semana Santa: Gastronomía cuaresmal en la región
La gastronomía de Cuaresma refleja la fusión cultural de la región, donde cada país aporta platos tradicionales para acompañar las celebraciones religiosas. En Belice, las comunidades garífuna y mestiza disfrutan del hudut, un guiso de pescado y coco acompañado de plátano macho y bollos de coco, un manjar básico durante esta temporada. Honduras, por su parte, celebra procesiones acompañadas de sabores tradicionales como las conocidas baleadas (festivales baleares), y la calabaza dulce en miel es una receta favorita con raíces prehispánicas que cautiva los paladares de locales y extranjeros. República Dominicana trae el sabor del Caribe durante la Cuaresma, cuando la mesa se llena de moro de frijoles negros (un postre tradicional hecho con frijoles negros) y el icónico postre de frijoles dulces, un plato único de la isla.
Más allá de su significado espiritual, la Semana Santa en Centroamérica y República Dominicana es una invitación a descubrir la historia, la cultura y los sabores que hacen de esta región un destino único para el turismo religioso.
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