Por Julián Escobar

Las primeras civilizaciones del mundo tuvieron varios temas en común: vivir alrededor de grandes ríos, cultivar granos para su sostenimiento y que todas surgieron alrededor de los 5000 A.C.

Las pioneras como Mesopotamia, el Antiguo Egipto, India y China comparten estos rasgos. Lo sorprendente es que en América no había evidencia de alguna cultura de esa época hasta el descubrimiento de la ciudad de Caral, cerca de Lima, donde los ancestros de las culturas de los Andes peruanos existieron.

Muchas similitudes existen entre Caral y las otras civilizaciones. Todas se formaron alrededor de granos y mientras en Asia fue con arroz, trigo u otros, en América fue con los fríjoles y las frutas. No es de sorprender que en Colombia consumamos abundantes jugos por este motivo. Igualmente, Mesopotamia estuvo ubicada entre el Tigris y el Éufrates y Caral entre los ríos Supe, Fortaleza y Pativilca. Caral muestra una cultura avanzada con arquitectura en piedra y se presentan las primeras huellas de escritura. En otras partes del mundo abundó la tradición escrita en papiros, pero en América fue a través de nudos llamados Quipu, que surgen en Caral. Los Incas usaron este sistema para guardar tradiciones, así como otras culturas andinas. Curiosamente, nunca hemos logrado descifrarlos y este sistema se perdió en el tiempo.

No solamente la herencia de la escritura para América salió de Caral, sino también la gastronómica y cultural. Caral tenía una comida muy parecida a la peruana actual con abundantes frutas, fríjoles y mariscos. Los seres humanos nos moldeamos a nuestros ambientes y es similar a como en Bogotá comemos papas, agraz, papayuela y otros, producto de nuestro legado indígena. Además, se presenta el primer dios del báculo, que se repite en Tiwanaku, luego como el Dios Sol de los Incas y en la cultura Wari también aparece. Los códigos Babilónicos influenciaron relatos bíblicos como los diez mandamientos, por lo que no es de extrañar que haya influencia religiosa. También aparecen flautas, como las que hay en las culturas andinas.

Su existencia nos da pistas de que una ruta de las costas al interior que pobló nuestro continente. La cultura Caral surge en la confluencia de tres ríos y el mar para terminar, influenciando territorios de la actual Bolivia. En Colombia fue Momil, Córdoba, donde el poblamiento de nuestro país se dio de afuera hacia adentro. La sociedad se movió alrededor del agua, pasando de consumir peces y conchas marinas, a pescar en lagunas, dando lugar a como fue en la cultura Muisca, una adoración al agua por dar vida. Momil en nuestro caso fue de donde surgió la cultura Zenú tiempo después, grandes agricultores que fueron pioneros del desarrollo sostenible.

Seguramente habrá otras civilizaciones similares en América. Momil no salió de la nada igual que los Olmecas, sino que son las evoluciones de sitios anteriores que estarán en algún lugar. Prueba de esto es que el centro de América y el norte de Suramérica como Colombia y Venezuela, tienen los mismos orígenes por lo cual en algún lugar del Darién o de la densa selva de Centroamérica, podría haber otras cunas de las culturas precolombinas que no conocemos. 

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