Por Guillermo Romero Salamanca

A Rowan Sebastián Atkinson, conocido como Mister Bean no le gusta conceder entrevistas. Su razón puede ser valedera: es tartamudo.

Es un humorista curioso al que le fascinan los carros, escribe sobre autos y cuando invitó a salir a su primera esposa fueron a cenar y su conversación no fue muy amena: solo le pidió que le alcanzara la salsa de tomate. Sin embargo, se casaron y tuvieron dos hijos.

Gracias a su popularidad y a sus programas de televisión su fortuna está avaluada en unos 130 millones de dólares.

Nació el 6 de enero de 1955 en Consett, en el Reino Unido y fue el cuarto hijo y último hijo de la pareja conformada por el granjero Eric y la asesora empresarial Ella May Atkinson.

No fue un modelo educativo cuando estuvo en sus cursos de primaria. Hacía más de una chuscada y las reprimendas eran continuas, a tal punto que un día determino volverse un estudiante muy serio.

En la secundaria fue compañero de estudios de Tony Blair, el político laborista y quien fuera, además, Primer Ministro del Reino Unidos en el período de 1997 a 2007.

Ingresó a la Universidad de Newcastle –ciudad donde estuvo jugando el Tino Asprilla– donde obtuvo el título de Ingeniero Eléctrico e hizo una maestría en The Queen’s College de Oxford, pero pudo más su interés por el humor y en la BBC realizó sus programas “The Atkinson People” y obtuvo así, sus primeros pasos hacia la fama, gracias a las enseñanzas que le dio también el libretista Richard Curtis.

Siempre admiró la serie el Agente 007 y consiguió un pequeño papel en “Nunca digas nunca”, una de las películas protagonizada por Sean Connery. Pero entre 1979 y 1982 conquistó los primeros lugares de sintonía en televisión con el programa “Estas no son las noticias de las nueve”.

Luego, con el espacio “Víbora negra” se burlaba de lo presente y del futuro político, de la brujería y hasta de los temas del momento. Era todo un espectáculo.

Pero el que más le ha dado resultado fue el de Míster Bean y para no equivocarse con los textos creó con el libretista Curtis, un personaje vago, con manías, que duerme con un muñeco de trapo, que siempre viste con el mismo traje y que le gusta hacer maromas cuando conduce. Cuenta historias de cuando va a un banco, a un dentista o espera el autobús. Temas muy comunes en la vida inglesa, pero que él sabe aprovechar y sacarles humor.

Mr. Bean apareció en la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012 y el personaje se iba a llamar Mr. White, y después Mr. Cauliflower, pero les pareció mas sonoro el que quedó.

En el 2003 hizo una parodia del agente 007 y luego en el 2011 hizo una segunda entrega y en el 2018 filmó una tercera.

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También tuvo un pequeño papel en la película Cuatro bodas y un funeral, donde hacia el papel de un sacerdote, que destrozaría cualquier boda. Foto YouTube.

El personaje de Mister Bean también fue llevado a los dibujos animados.

Su verdadera pasión son los carros. Sacó licencia para conducir camiones, posee una colección de autos, incluyendo uno de fórmula 1 de McLaren –que le costó 970 mil dólares y de los cuales sólo se fabricaron cien–, pero le aterran los Porche. “Quienes compran estos carros, no les deseo ningún mal, pero no son mi tipo de gente”, ha dicho en sus pocas entrevistas.

En una de sus conducciones del Fórmula 1 tuvo un aparatoso accidente que le ocasionó una lesión en un hombro. El auto se incendió y la reparación estuvo a cargo de la compañía de seguroso.

Gracias a su popularidad recibió el título de Comendador de la Orden del Imperio Británico y es invitado de honor en las bodas y ceremonias reales.

Se casó con una maquilladora de la BBC de Londres y tuvieron dos hijos Lily, una espectacular modelo y Benjamín. Se separaron en el 2015 y el curioso personaje entonces se casó con la actriz Louise Ford.

Ha sido una vida muy chistosa.