Mauricio Salgado Castilla @salgadomg
La camioneta patinó en la carretera, todos los indicadores de falta de tracción y de patinaje se encendieron en el tablero, Bernardo tomó el timón y trato de encausar las ruedas delanteras sin control, pero aun sin acelerar, parecía que la gran camioneta estuviera contralada por hilos invisibles.
Como si fuera un gran juguete, en segundos, que se percibieron cómo horas, la camioneta salió disparada de la carretera contra la gruesa capa de nieve que cubría todo lo que se podía ver, ante el terror y los gritos de los tres ocupantes que ahora veían saltar la nieve contra las ventanas de la misma forma inesperada como fue el patinazo, bruscamente se detuvo.
Después de saber que todos estaban bien, Bernardo trató de mover la camioneta, pero parecía que estuviera en medio del mejor pegante, al bajar la ventana porque fue imposible abrir la puerta contra la nieve, el frio intenso lleno la cabina acompañada con un silencio como si nada existiera en ese lugar.
Gracias a los celulares, llego una grúa provista de cadenas y sin mucha dificultad libero a la camioneta de las garras invisibles del frio invierno.
Sin duda, el reto de manejar en invierno en países con estaciones fuertes, es mucho más complicado que el de enfrentar carreteras de barro; el hielo, las ráfagas de nieve y los fuertes vientos con temperaturas bajo cero, crean circunstancias extremas que se manifiestan agresivamente en la pintura, plásticos, luces y en todas partes del chasis, suspensión y en el motor.
El refrigerante usado en el radiador en lugar de agua para evitar la oxidación, en esos climas es definitivo que contenga glicol en la proporción correcta para que no se congele, si se usa agua, al apagar el motor se congelará y literalmente romperá el motor.
La pintura, las partes del chasis y la suspensión están sometidos a una alta abrasión y a la corrosión por la sal usada en las carreteras principales para evitar la formación de la peligrosa capa de hielo.
Retomando los recubrimientos cerámicos del artículo pasado, avanzamos a la última tecnología disponible, los recubrimientos de sexta y séptima generación siendo estrictos, no se deben llamar “cerámico” sino recubrimiento hibrido polimérico, ahora estos “coatings” son una verdadera matriz de más de compuestos a escalas nanométricas, o sea, muy muy pequeños, sometidos a altas temperaturas y presiones, creando un nuevo compuesto químico, una de las varias formas de saber si es de estas generaciones es que no sea necesario agitarlos antes de usarlos.
Los últimos desarrollos en estos recubrimientos se adhieren mediante enlaces iónicos a la superficie donde se aplican, estos son altamente reactivos, lo que posibilita que se puedan usar en todo tipo de superficies, se puede identificar que es un producto avanzado, cuando un solo producto se aplica por igual a la pintura, vidrios, luces, partes plásticas, negras, tablero y hasta el cuero de los asientos.
Muy importante conocer el nivel de “dureza” de los recubrimientos, dado que es una característica que se busca para minimizar la abrasión y los daños. El geólogo alemán Friedrich Mohs, en 1812, si la fecha es correcta, propuso una escala para determinar la dureza de los materiales, estableció que el talco es 1 y el diamante, la sustancia más dura naturalmente es 10.
En 2004 usando nanotecnología los científicos de origen ruso Andre Geim y Konstantin Novoselov, crearon el grafeno, teniendo en la escala de Mohs el nivel 12, NO existe otro material más duro, en 2010, recibieron el Premio Nobel de Física, iniciando la “fiebre del grafeno”, por eso ahora se encuentra en muchas etiquetas de productos para mantener la pintura de los carros.
Lo cierto, es que no es fácil que el grafeno se adhiera a otras sustancias, es más complicado de unir diamantes, a la vez que es muy costoso producirlo, luego para honrar etiquetas se agregan cantidades mínimas, pero realmente no incrementan la dureza de una manera apreciable.
En consecuencia, los productos que en su etiqueta incluyen la letra H, ya sea 10H, 13H, o hasta 20H, no ofrecen la dureza anunciada, en la mayoría de los casos no pasan de 5H y son de generaciones donde solo el dióxido de silicio es la base del cerámico, es necesario aplicarlo de manera lineal con un borrador o “pad”, no se pueden usar en todas las superficies, si se dice que hay mezclarlo con fuerza antes de usarlo, o si su envase es una botella plástica, seguro es del inicio de los recubrimientos y su duración es similar a las mejores ceras de carnauba, unos pocos meses.
Si se determina aplicar la mejor protección al vehículo y lo va a realizar un experto, si el proceso incluye descontaminar, pulir la pintura para rescatar el brillo al eliminar rayones y la mugre, se justifica aplicar productos de la última tecnología, así se garantiza una excelente protección y brillo por largo tiempo, minimizando los costos de mantenimiento mientras se goza del placer de usar un vehículo que se ve muy bien sin importar los años.
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