Los seres humanos tenemos dos tipos de melanina, los cuales provocan las diferentes tonalidades de cabellos

Los días, las semanas y los años pasan por nuestras vidas de forma inexorable provocando cambios químicos y biológicos, los cuales se traducen en la aparición de manchas en la piel, arrugas o líneas de expresión y encanecimiento capilar.

La aparición de la canicie puede ser debida, además del paso del tiempo a otros factores, desde los genéticos hasta situaciones de estrés, pasando por déficits alimentarios, tabaquismo, higiene inadecuada o productos químicos que puedan dañar el cuero cabelludo.

Desde un punto de vista biológico las canas son pelos que carecen del pigmento que da color al cabello y que recibe el nombre de melanina. Esta, a su vez, puede ser de dos tipos: eumelanina y feomelanina.

La eumelanina –que puede ser marrón y negra- se encuentra no solo en el cabello, sino también en la piel y en el iris, y su concentración es la responsable de la coloración negra, rubia y castaña del cabello. En los seres humanos este tipo de melanina es más frecuente en las personas de piel oscura.

Por su parte, la feomelanina es la responsable de las tonalidades que oscilan entre el rosa y el rojo, y se encuentra en grandes cantidades en los cabellos de las personas pelirrojas, en los labios, los pezones, el glande y la vagina.

La combinación de los dos tipos de melanina, en sus diferentes concentraciones, es la responsable de todas las variantes de color de cabello que existen en el mundo.

Diferentes tipos de canas

La fábrica celular que se encarga de producir la melanina es el melanocito, el cual además es responsable de transportar la melanina hasta los queratinocitos, las células productoras de queratina.

Cuando los melanocitos dejan de funcionar el transporte hacia los queratinocitos se interrumpe y comienzan a aparecer las canas. Debido a que no hay melanina, los cabellos no se pueden ‘teñir’, es decir, no pueden ser ni verdes ni rojos, y adoptan la tonalidad blanquecina que todos conocemos.

Si descendemos un peldaño en los aspectos bioquímicos, la aparición de las canas guarda relación con la disminución de la actividad de una enzima (MSR), la cual neutraliza el peróxido de hidrógeno, cuya acción consiste en inhibir una de las enzimas necesarias para producir melanina. En Román paladino, al haber más peróxido de hidrógeno no producimos la suficiente melanina.

Ahora bien, todos hemos visto que la canicie no siempre es igual, hay algunas personas en las que suele comenzar por las sienes y la parte posterior de la cabeza, hasta contemplar todo el cabello, es lo que llamamos canicie fisiológica. En otras personas los mechones están localizados, fundamentalmente en cejas o pestañas, a este tipo lo denominamos poliosis. Además, hay un tercer grupo en el que la canicie está repartida de forma discontinua por todo el cuerpo cabelludo, es lo que científicamente se conoce como canicie anular.

El estrés favorece las canas

En el año 2020 un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard realizó un estudio en ratones para conocer por qué motivo el estrés está relacionado con el encanecimiento del cabello. Los científicos llegaron a la conclusión de que el motivo guarda relación con en el sistema nervioso simpático.

Y es que el estrés activa el sistema nervioso simpático, induciendo la liberación de noradrenalina que actúa sobre las células madre de los melanocitos y provoca que se activen de forma excesiva, una cascada que provoca finalmente un mayor número de células productoras de pigmento y que, por tanto, se agoten las reservas.

Este estudio demostró por vez primera la relación que existe entre el estrés y la aparición de canas, un hecho que parecía más que evidente, pero del que se carecía de evidencia científica.

Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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