Los días lluviosos son relajantes e incitan a tener una taza de chocolate caliente a tu lado mientras ves una película con una frazada encima.

Sí, todo parece muy cómodo y acogedor, claro, siempre y cuando no te toque estar en la calle con una tormenta. El problema de las lluvias, es que tus zapatos favoritos pueden arruinarse o apestarse con la humedad. Para que eso no te suceda, descubre cómo proteger los zapatos de la lluvia con un truco poderoso.

¿Cómo puede afectar la humedad a los pies?

Además de ponerse arrugados, se pueden formar hongos que afectan la piel de esa zona. Las principales señales de su existencia son: picazón, piel quebradiza, escamas y ardor. Una persona con hongos en los pies puede contagiar a otros si tienen contacto con sus artículos de uso (zapatos, toallas, calcetines, chanclas, etc.). Incluso puedes contagiarte del pie de atleta en las albercas, las duchas o los pisos de vestidores.

¿Qué es el pie de atleta?

Su nombre científico es tiña pedis. Es una infección por hongos en la piel, que por lo regular sucede en los pies. Puede ser el resultado de usar zapatos o calcetines húmedos con frecuencia, por compartir objetos contaminados o cuando los pies transpiran en exceso.

El pie de atleta tiene relación con la tiña o la tiña inguinal. Aunque en el mercado existen muchos medicamentos que no requieren receta, para tratar esta enfermedad, lo mejor es acudir con el médico. Las personas con diabetes deben prestar atención a las señales, pues podría complicarse.

Si no se atiende el problema de los hongos en los pies, podría propagarse a otras zonas del cuerpo (húmedas y cálidas).

¿Se puede evitar el contagio de pie de atleta?

La Biblioteca Nacional de Medicina recomienda:

Evitar andar descalzo en zonas públicas (albercas, regaderas, vestidores). En la medida de lo posible, usar chanclas.

Mantener los pies secos, limpios y con buena ventilación.

Cambiar con frecuencia de calcetines y zapatos para que se puedan “orear”.

Tener hábitos de higiene diarios también es importante, comenta Mayo Clinic.

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Cómo proteger los zapatos de la lluvia

Los fabricantes de zapatos han optado por hacer calzado que pueda resistir cualquier tipo de clima o superficie sin tanta complicación. Por desgracia, no todos los pares son así; es por eso por lo que hay que buscar la forma de proteger los zapatos en días lluviosos.

“Impermeabilizantes” caseros para proteger el calzado en días de lluvia

En cualquiera de los trucos, es importante que de manera previa tus zapatos estén limpios para que se adhieran mejor los materiales.

#1 Para zapatos de cuero

Sólo necesitas betún y limpia muebles en spray.

Aplica primero el spray sobre el zapato, abarca lo de encima y la suela.

Deja que seque por completo y luego aplica el betún.

Asegúrate de cubrir bien cada espacio, para que el impermeabilizante funcione a la perfección.

Cepilla con cerdas suaves y repite 3 o 4 veces más el procedimiento.

#2 Cera de vela para «casi» todo tipo de calzado

Su consistencia es resbalosa, lo que ayudará a que el agua no se adhiera a la superficie del zapato.

Sólo frota la vela contra tus zapatos (sólo evita en la pana o gamuza).

Una vez que hayas cubierto todo el zapato, usa la secadora para que el calor fije la cera.

Impermeabilizantes comerciales

Si quieres irte por algo más seguro, puedes recurrir a las opciones que encuentras en los supermercados o tiendas de calzado.

Aerosol. Debes rociar de manera uniforme la superficie del zapato. Limpia el excedente con un trapo limpio y deja secar bien. Este producto puede ser usado en cualquier tipo de calzado e incluso en bolsas o textiles de cuero.

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